—Que hables así demuestra lo capaz que eres.
—Que importa si lo se. Mientras no tenga una mente para soportar la consecuencia de mis enseñanzas, esa área esta fuera de mi.
—Lo harás—aseguro. Se detuvo en la entrada de la zona residencial y bajo el sello del sitio. La zona estaba protegida por un sello que permitía el acceso a los trabajadores. Hasta que su maestra registrara a Elías en la barrera, la única forma de salir o entrar era acompañado, a menos que él salga por conocimiento u Autoridad.—De una otra manera, ganaras el suficiente interés de ella para que se aguante ese odia. Prepárate, por que ella no te dejara en paz hasta que la entrenes.
—Si eso sucede, tendrás que ayudarme—dijo. Siguió a la Chameleon por los caminos de sespet y tarareo con su atención fija en los arboles.—Con tu ayuda, será mas fácil esa tarea. Conoces tan bien a Fanet que podrás controlarla en caso de enojarse.
—¿Por que yo?—pregunto. No le gustaba a donde apuntaba.—Vanet te entrenara en las tareas de la granja hasta el inicio del festival solar. Ella tiene mas cercanía y experiencia tratando a Fanet. Mejor prepárate junto a ella y no me molestes en mi estudio de ti.
—Con mayor razón me ayudaras. Tú investigación acerca de mi será mas beneficiosa si aprendes mi mentalidad de cerca—argumento. El leve detenimiento de la chica amplio su sonrisa y se felicito por el logro. Recuperaría el territorio mediante los hipotéticos entrenamientos y la analizaría con mayor profundidad.—Tampoco es para tanto. Tú misma dijiste que tengo madera de profesor. Tu única preocupación seria indicarme las formas de manejar a Fanet y los mejores cursos a tomar para instruirla.
—Te diviertes,¿ no es cierto?—pregunto con una sonrisa forzada. Después la suavizo y suspiro divertida. El cambio en el tono de la conversación y la velocidad con la que se fue la seriedad le respondió una pregunta que tenia hacia Elías.—Te ayudare en momentos específicos, esta bien. Mi intervención en el aprendizaje de Fanet no se requerirá en los niveles bajos y medios. Creo firmemente que entre Vanet, tú, y la participación momentánea de Faram, bastara para guiarla en el mejor camino.
—Es mejor que nada—dijo calmado. De lo poco que la conocía, podía deducir que es lo máximo que podía sacar en la actualidad.—Por cierto, ¿que requisitos hay para reunirse con la líder del Clan Kitsune?
—Después te digo, ya llegamos.
Elías maldijo la conveniencia de llegar al momento de preguntar más del Clan Kitsune. Mas no hizo ni dijo, los cambios abruptos sucedidos desde que abandono su misión de vencer a la Reina Demonio y las tantas revelaciones confundirían sus deducción. Por esta vez, permitiría que se saliera con la suya y ganara ese round.
El joven Héroe siguió a la Chameleon por las enredaderas del árbol y entro de la misma forma que en la sala de reunión de la aldea. En contraste con la impresión de ese lugar, la habitación denotaba una arquitectura mas hogareña y moderna. Sin mencionar que, el interior del árbol estaba extraído de una manera que permitió la supervivencia del árbol y obtener una habitación de siete metros por seis metros.
La habitación constaba de una cama grande con una cobija y almohadas hechas de plantas algodón, un mueble de madera desértica para guardar ropa y objetos, una vitrina para colocar trofeos, un escritorio de árbol Reversal y cuatro lámpara de insectos alrededor del cuarto. Cada pared poseía pintura de mora verde para dar color a la habitación y darle vitalidad al árbol, ya que este tipo de árbol necesita mucho vitalidad para mantener el color azulado de sus hojas.
—Por tu mirada veo que te gusto. Yo tuve la misma impresión al venir aquí—sonrió melancólica.—Hay un ambiente reconfortante al vivir un tiempo en medio de la nada o un campo.
—Si, tienes razón—dijo. La habitación enviaba un aire de hogar que no había sentido en mucho tiempos tan solo esta tuviera una radio para escuchar noticias del mundo y esfera imaginaria, lloraría por volver a casa.—Viví la mayor parte de mi vida en una granja. Fuera de entrenar mis poderes y conquistar mazmorra, trabajar en la granja o descansar en un árbol eran las mejores actividades que hice. Que buenos tiempos.
—Si—murmuro. Miro unos segundos la expresión de alegría y añoranza en Elías y aparto la mirada. Si seguía así, se retractaría de su decisión.—Bien, es hora que me vaya. Tengo que darle una explicación coherente a mi maestra para que no sospeche nada.
—Esta bien. Muchas gracias.
—De nada. Por cierto, sobre tu pregunta, es mejor que no indagues nada de ellos por el momento.
—¿Por que?—pregunto intrigado. Al no ser conocedor de la situación actual de toda la isla, no sabia si estaban en conflicto o no.—¿Ha surgido una guerra o tienen problemas graves?
—Ninguno de las dos—contesto. Cerro los ojos un momento, los abrió y miro con seriedad a Elías.—Te dejare algo en claro: el contenido que hay en ese diario es mucha para ti. Tienes tantos problemas en tu mente, que lo que se halla ahí te guiara por un camino de destrucción. Te recomiendo que soluciones la mayoría de ellos para emprender el viaje al Clan Kitsune.
—...Bien. Lo hare como tu dices.
Elías vio como la Chameleon asentía y se marchaba de la habitación. Al irse, se lanzo a la cama y puso la mano en la frente. La cantidad de información que recibió y necesitaba obtener se amontono en un tamaño casi infinito. Se trasformo en tanta, que requería replantearse sus objetivos prioritarios y buscarlas en orden de importancia.
"Me preocupare mas tarde. Debo descansar para la fiesta de la noche" pensó cansado. La comodidad de la cama y la fatiga mental de todos los eventos terminaron por adormilarlo. Con un bostezo y sus ojos cerrándose, murmuro: "Ojala pueda dormir sin vivir otro recuerdo y reunirme con Génesis".
Afuera del árbol, Orelia escuchaba los leves ronquidos de Elías. Permitiría que descansara por el momento, en un futuro no habrían muchas oportunidades. Las ruedas del destino retomaron el curso original y cumplirían la ruta que los seres del piso trazaron con sus acciones. Es decir, la destrucción del piso.
"Discúlpame, Elías, tu no podrás descansar. Eres especial. Los individuos como tú cumple un rol muy importante en la existencia. Esa es tanto tu maldición como la de tu ancestro" susurro. Empezó a caminar para reunirse con su maestra con el brillo de los arboles cada vez más intenso.—Ser especial es una maldición. Expectativas por todos lados te consumirán. Incluso al sobrevivir, el mundo te escogerá. Sin escapatoria, te arrojara a los confines de la locura. Me pregunto que decidirás al final, Elías: la salvación o destrucción.
La sombra de Orelia se perdió con la luz de los arboles y el anochecer mas cercano. Las palabras flotantes que dejo en el aire auguraban un futuro sombrío para todo el piso. Tal no hoy ni mañana, pero llegaría el día que Elías tendría que tomar una decisión importante. Por ahora, en esta tierra iluminada por el brillo marino de los arboles, descansaría de su largo y tortuoso viaje.