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La vieja. El antiguo recuerdo. Una caso a resolver. La dama entra a la casa, es atrapada.

La vieja. El antiguo recuerdo. Una caso a resolver. La dama entra a la casa, es atrapada.

 

 El antiguo William, querrá volver, ¿Y el coleccionista, podría desaparecer?

 

Vamos William – Ella extiende su mano en medio del bosque - ¡Crucemos allí cerca de las profundidades de la cueva…! ¡Las catacumbas! Allí donde el rio estigia se magnifica.  ¡Es oscuro! ¿Pero no estaba en ningún lado la cueva? Sí, que lo és. Es una cueva mágica que solo las almas pueden ver, cuando emprender el viaje. Y aquí estamos tú y yo. – Confesó. Entramos cuidadosamente. Ella, tan alegré y yo, percatándome de todo. ¿Iremos con ellos? – Pregunté. – Ellos no son como nosotros. – Expresó. La barca se movía por sí sola. -

Al ingresar en ese recóndito lugar, se abrió una escala en plano inclinado hacia un principio. El sonido de las aguas podían cotejarse al los oídos. En una explanada una suerte de barcaza. Fuimos por ella; la barca que estaba esperándonos.

Remaremos por éste rio, a mundo de los muertos. Es donde pertenecemos. - ¿Entonces, es cierto? – Observé mis manos que estaban pálidas, como mi rostro, y el rostro de aquella mujer. Es aquí donde purgan, y vagan los que esperan ascender. ¿Pero y los otros? ¿Los que están allá afuera? – Señalo estirando el brazo y mi mano derecha con el dedo índice al otro lado de la cueva. En donde el bosque al cual estábamos se desarrollaba.

Ingresamos al bote. Las aguas se mostraban tranquilas. Tenían una dirección extensa. Siquiera sabíamos hasta dónde llegar. En las dos orillas comenzaron a presentarse extrañas formas. Algunas lamentándole en su andar, y otras aguardando pacientes sentados, sin mirar a otro lugar que el suelo. En cuanto navegábamos, Esas alma que transitaban se iban dirigiendo con un paso hipnótico. Zombis sin forma de pensar, ni decidir. Hay lo que pierden el paso y se pierden, pero todos van en una misma dirección. Entre los caminos, y desde el rio, muchos caían y morían una y otra vez ahogados.

Los que van allí en senderos, son los que deben aguardar. A nosotros se nos permite ir en la barca. Somos privilegiados. ¿No lo crees? ¿Qué está ocurriendo? ¿No lo ves….?.....Siempre tan despistado William ..¿No seas idiota?…Nos estamos yendo. Y para serte sincera, siempre quise ir contigo. – Dijo con una sonrisa adorable tomándose las manos. Su mirada lasciva y siniestra, y sus ojos de demonio Pero, no..no puede ser… - Dije abrumado encogiendo los hombros. – ¿Estamos? ¡Ambos estamos muertos, pero no lo sabemos. ..!!! ¡¡Ja!!..¡¡Ja!!..¡¡Ja!! ¡¡¡Nooooooo!!!! – Grite tomándome con las manos el rostro y aullando al techo de las puntiagudas estalactitas. – ¡¡JA!! ¡¡JA!! – ríe ella.

¡¡¡Pufff!!!

¿¿¿Alumno Parker???....¿Qué rayos le ocurre?..!!! Deje de dormir!!! – Expresó el profesor con enfado ¡¡Disculpe!! – Agache la mirada. Algunos alumnos se reían. Y el profesor continúo la clase. – Solo era un sueño. Si una pesadilla. ¿Pero qué hacia Rebi conmigo en una barcaza de un rio? Que sueño profundo fue, aunque tan inusual e inentendible. Preferiría unas vacaciones placenteras. Lo serán supongo, si algún día logro un retiro digno.

Clase concluía y los alumnos se iban levantando de sus asientos para retirarse. Claris y Peter se acercaron a mí. 

¡Ey! ¡William! Deberías descansar más – Dijo Claris - ¡Demasiada noche!..¿No? – Me palmea el hombro y luego me codea – ¡Claro que no!..Solo no he dormido bien… Deja de tonterías.. iremos por un café..¿Te apuntas? No estaría mal, cambiar de aire. – Tampoco la vida es una tragedia. Solo te quedaste dormido – Dijo Claris. –Aparte quería mencionarles algo que me inquieta. Quizás ustedes podrían ayudarme. Para eso están los compañeros. – Dijo Peter, siempre alegre. – No me opongo – Contesté – Qué alegría, la que expones. – Expreso con sarcasmo Claris. –

Fuimos a tomar un café a un restaurante cerca de la universidad, por una avenida. Al ingresar nos sentamos colocando nuestros útiles de estudio. Al acercarse el mozo, pedí un café, Claris, un licuado, y Peter un jugo. Algo que no pareció generar apuro para el mismo, ya que en menos de diez minutos, teníamos todo. Claris, pensaba al batir su licuado con la cuchara, mientras agregue un sobre de azúcar a mi café, y me lo bebí. Estaba de frente a la ventana, y el ir y venir de las personas, y los otros, se me hacia un tanto rutinario.

¿Han tenido la sensación de que los observan? ¿Qué te observan? – Pregunta Peter. – Claro que no. Te refieres.. Fantasmas – Dije sin titubear. – Eso mismo – Toma un sorbo ella. – ¡Naa!..Los fantasmas no existen. – Dice alegre Peter – ¡No digas eso! Existen, solo que tu eres muy estúpido para darte cuenta de ello. Me siento observada, y las vibras que se desarrollan a mi alrededor, ¿No sé cómo explicarlo? Parecen contaminadas.

No quise comentar sobre el asunto, pues no era preciso explicar el erróneo escepticismo. Aunque intenté colocar un paño de tranquilidad sobre ella. –

Claris, tu percepción puede ser un captación de situaciones que se juegan con la casualidad. ¿Lo crees?

Asentí a lo que dije.

¿Cuándo fue la última vez que ocurrió? En mi casa, hoy por la mañana. Era como si alguien estuviere allí. ¿Vives sola? Si… Entonces ten presente, que este tipo de situaciones. Se les llama en la ciencia escopaestesia. El ser humano no puede captar todo lo que sucede alrededor, por lo que el subconsciente ante una amenaza, se coloca alerta por tal suceso, que pudiese acaecer. – respondí ante un sorbo de café. - ¿¿Eh?? – Los que oyeron. –cualquier situación en tu casa, produce en tu cerebro señales que alimentan el sistema de defensa. En otras palabras, tu subconsciente, está programado para tenerte alerta. ¿Y cómo se soluciona? Olvidándote del asunto. Restando importancia a las situaciones que se generen. Bueno – Se coloca, un dedo en los labios pensando - No está mal – ¿Te puedo llamar por teléfono por si ocurre alguna situación? Está bien, aunque no es necesario. – ¡¡¡Oigan!!! – Dice Peter – No me dejen afuera – ¡¡¡Tu!!!.. ¡¡¡Cállate!! – Se enfada Claris. – En verdad, todo lo que le he dicho es una forma de mantener su tranquilidad. Podría posiblemente estar siendo vigilada, por un ente, sin embargo no parece tener signos de hostilidad. De todas maneras muchos de ellos juegan con el miedo.

Al concluir los tres nuestra reunión. Armamos un grupo de Línea de Whatapp. Era para estar al tanto de los estudios. Por mi parte debía regresar a casa. Preparar la agenda de los pedidos de mañana al negocio, y los informes de la universidad. Claris, es una de tantas que reciben manifestaciones extrasensoriales, eso la hace sensible a lo paranormal. Es lo que supuse, pero como he dicho preferí la explicación científica. Ello me dejó pensando durante el viaje a mi casa.

Al descender del ómnibus comencé el trayecto, sentí que algunos gatos se agrupaban, iban en dirección a mi casa ¿Es un broma? Aron armó una fiesta, mientras no estaba, pensaba a titulo de broma. Al llegar, la casa de Rebi, estaba con las luces apagadas. Posiblemente haya salido. Hice el recorrido del jardín a la puerta. Pronto percibí un hedor fuerte. Era nauseabundo. Todo estaba en orden, pero me era extraño que aquel suceso se presentase. Generalmente el hedor suele suceder cuando se realizan algunos ritos mágicos en las inmediaciones de la casa. Por mi trabajo podría tener algún enemigo, sin embargo, el terreno estaba bien protegido. Tomé las llaves de mi bolsillo del saco. Introduje la llave, pero no funcionaba. Estaba semi abierta, y giré la perilla, al abrirla, un chirrido agudo entumeció mis oídos. No podía ser un ladrón. Y aparte recordaba que había cerrado con llave por seguridad. El sonido continuo, y afilado, hizo que me agachase, tomándome la cabeza con las manos y luego tapando mis oídos. ¡¡¿Qué rayos está sucediendo?!! Luego concluyó, disminuyendo, poco a poco. Ingresé y todo estaba en orden, hasta que una sombra se movió rápidamente ¡¡No puede ser!!¡ No puedo creer! ¿Uno de ellos escapó? ¡¡Imposible!! Fui lentamente. Aron, no estaba, pero muchos gatos se congregaron a maullar como orquesta frente a mi casa. Eso me inquietaba demasiado. Las habitaciones estaban bien. Solo faltaba el pasillo al corredor, y allí el sótano. Una presencia, si puedo sentirla. Algo roso mi oído, y me dí la vuelta rápidamente. No había nada, a mí alrededor. Había encendido las luces, pero la baja tensión produjo una suerte de penumbra. Volví a living, y algo se movió con velocidad, el hedor se estaba consumiendo. Fui al mueble frente al cuadro, y abrí una de las gavetas. Esparcí un líquido, que confronta la pestilencia. Y allí, se podía ver unas huellas. No puede ser que se ha escapado de unas de las bolsas, unos de ellos, o de uno de los objetos. Esto puede ser peligroso.

Continúe investigando.

¿Hay alguien?....¡¡Hay alguien por ahí?!!...¡¡No te haré daño!!

Seguí el trayecto. La sombra iba a la habitación, y luego se escapaba. Era veloz. Me acerqué a mi cama. Esperé unos momentos, dando a entender que estaba distraído con mi celular, en medio de la plutónica forma que se iba manifestando detrás de mí. Aguardé como si fuera una presa. Algo se dibujo en la pared detrás, y como selfie, tomé una foto, sin el sonido. Se podía ver una configuración inadecuada, y nuevamente algo me tocó la piel de mi cuello. No hice movimiento alguno detrás, lo sentía. Era como un metal, hasta que la silueta se fue armando como un asesino con una cuchilla gigante. Solo resta la paciencia. Dejé que cuidadosamente vaya palpando mi espalda. El celular cayó en el acolchado de la cama, para tener mis manos libre. La estructura se detuvo, y luego se acercó. Solo una vez más. Solo una vez más. Hizo un movimiento defensivo y tomó impulsó a toda velocidad. Esa ahora, me dije, y me dí la vuelta para ir hacia él

 

¡¡¡Pufff!!! – Se sintió un ruido contra la pared. Y luego caímos al suelo bruscamente. Fui abrazando. Una caja del estante de mi habitación, ante el golpe, fue directo a mi cabeza empujándola mi boca la boca de aquel ser

La figura estaba de boca al piso, podía sentir su carne. No era lo que pensaba, era humano. Sentí unos labios suaves.

¡¡Ayyy!! MMMM.. – Dijo lamentándose, un voz de mujer… ¡¡mmmm!!… Nuestros labios estaban unidos. Y se sentía una queja de que no podía respirar ella. Fue como un beso directo, sin aviso e impropio. Nuestras miradas se unieron, y me incorporé al quitarme el peso de la caja que estaba encima de mí ¿El perfume? Su perfume me era familiar. – ¡¡Suéltame!! – Expresó asustada. - 

La baja tensión de la luz se estaba concluyendo, y volvió en su efectividad. Nuestros rostros por fin se descubrieron.

…..¿?.....¡¡¡¡¡¿¿¿Rebi???!!!! – Pregunté con asombro un tanto sonrojado. - ¡¡¡¿¿William??!!! - Preguntó ella, más sonrojada. -