Capitulo 158 Nuevo director [ 2 ]

—Punto de vista de Asher Frostblade.

Me había dado cuenta de algo relativamente interesante.

¿Pero qué era?

Bueno, es fácil.

Asher había escuchado rumores minutos antes de llegar a la sala de reuniones. De casualidad, oyó comentarios sobre el director y el motivo detrás de la repentina reunión.

"¿Escucharon? Dicen que el director dejará la academia."

"Eso es imposible. Si se va, ¿quién será el nuevo director?"

"No lo sé, pero si se va, la academia será un caos durante al menos unos días."

"Aún así, ¿crees que por eso nos está reuniendo?"

"Quién sabe. Debe ser por eso."

Fue entonces cuando Asher se dio cuenta de que los rumores eran ciertos.

Sin embargo, la pregunta que quedaba en el aire era por qué el director se iba de la academia.

Quizás era por el problema con las puertas de teletransporte, pero había algo más. Algo que aún no estaba claro, aunque sentía que pronto lo descubriría.

El mayor problema era otro: ¿quién sería el nuevo director?

El director Wilbek era el único que podía guiar adecuadamente a la academia y mantener a raya a los monstruos, razas extranjeras y demonios que querían invadirla.

Las demás razas habían intentado destruir la academia por una sola razón: cada mago que salía de allí se convertía en una máquina de matar, un monstruo tan poderoso que los seres exteriores temían a esos humanos que adquirían tanta fuerza en solo cinco años.

Con la presencia del director Wilbek, nadie se atrevía a invadir la academia.

Es cierto que los profesores también estaban allí, y algunos eran magos de octavo círculo, e incluso había dos de noveno círculo.

Pero...

"Mi familia me envió una carta diciendo que tuviera cuidado y no fuera a las Mazmorras porque todos los magos de noveno círculo se están reuniendo en un solo lugar del continente."

Eso era extraño.

Si eso era verdad, significaba que los más poderosos iban a congregarse en un solo lugar. Un sitio con un maná más opresivo e inmenso que en cualquier otro lado.

¿Pero por qué?

"..."

Me di cuenta de que estaba pensando demasiado cuando el director Wilbek comenzó a hablar.

Su voz, a la vez aguda y grave, resonó desde el podio donde se encontraba.

"Se estarán preguntando por qué estoy convocando esta reunión, ¿verdad?"

"Algunos de ustedes ya deben saberlo por sus familias, pero para aquellos que no, les diré esto..."

Miré al director con seriedad mientras se aclaraba la garganta. Entonces, su voz llegó a los oídos de todos los presentes. Toda la academia estaba en esa sala, más de diez mil cadetes, desde el primer hasta el quinto año.

"La razón es que me iré de la academia por cuatro años."

"..."

El silencio inundó la sala.

Pero...

"Disculpe, director, ¿por qué se va por tanto tiempo? ¿Es por el colapso mundial de las puertas o por algo más?"

"..."

El director miró brevemente al cadete que hizo la pregunta. Había algo más, además de las puertas y el colapso repentino de las Mazmorras que ocurrió ayer.

Pronto, su voz volvió a resonar, aclarando la duda del cadete.

"Exactamente. Hay algo más, además de las puertas, pero esa información está clasificada al más alto nivel."

"..."

Nadie dijo una palabra más. Si era información clasificada a ese nivel, solo significaba una cosa.

Si de alguna manera esa información llega a tus oídos, será mejor que te escondas en otro continente o asegures el apoyo de una nación entera, porque de lo contrario, morirás.

La información de tan alto nivel implica algo que afecta incluso a los continentes, a los magos más poderosos y a las figuras más influyentes del mundo. Si por casualidad descubres esa información, estarás condenado, y tu cabeza será buscada sin importar dónde te escondas.

Por supuesto, a menos que esa información sea revelada por el propio rey, no habrá problemas.

La voz del director continuó poco después.

"El plazo de cuatro años es lo necesario para lo que está ocurriendo. Por eso, ni siquiera estoy seguro de si regresaré en cuatro años; es posible que tome cinco si la situación es impredecible."

Dada la situación reciente, los más poderosos se reunirán en un solo lugar para discutir un asunto aparte de la grieta dimensional.

Por supuesto, se trata de la "Torre Eterna", la Mazmorra de grado 0 que es urgente despejar a toda costa. Si la Mazmorra de grado 0 llega a colapsar, los monstruos de ese nivel emergerán como enjambres de avispas, atacando a cualquiera que se interponga en su camino.

Si eso sucede, el continente entero estará en grave peligro.

En este mundo de magia, no todos pueden ser magos o usar maná para defenderse. Existen los humanos comunes, tan frágiles en comparación con los magos o los monstruos. Ellos son los que sostienen el orden del mundo actual.

Mientras los magos se fortalecen para proteger sus hogares y están demasiado ocupados lidiando con las Mazmorras, los humanos comunes se encargan de mantener la estabilidad de todos.

"También debo anunciar quién será el nuevo director. Es alguien en quien tengo plena confianza, y por eso le otorgo el puesto hasta que regrese."

Como si esas fueran las palabras más esperadas, todos los cadetes comenzaron a murmurar entre ellos.

Tenían curiosidad por saber quién sería el nuevo director, pero había algo más.

"La persona en quien más confía el director."

Eso solo podía significar una cosa: esa persona debía de ser tan cercana al director que incluso podría considerarse como parte de su familia.

Los cadetes se preguntaron si sería un familiar del director desconocido para todos, y también quién sería exactamente.

Finalmente, llegó la respuesta que todos esperaban.

Asher también mantenía su curiosidad al máximo, intrigado por saber quién tendría el control de la academia y de los profesores. Aquella persona no solo debía asumir una gran responsabilidad, sino también ser alguien que no albergara malas intenciones ni quisiera aprovecharse de la academia.

Asher no era el único con esa duda. Muchos cadetes compartían las mismas inquietudes, conscientes de la importancia del puesto de director.

"A la persona en quien más confío, y quien tiene la mejor oportunidad, ya que fue entrenada por mí."

El director se giró lentamente.

Como si lo supiera, mi corazón dio un vuelco y abrí los ojos, incrédulo.

Lo mismo ocurrió con muchos de los cadetes, pero especialmente con...

"Esto..."

Gloriana también lo sintió, y su sorpresa era aún mayor que la mía.

Todos dirigieron su mirada hacia la persona que se colocó junto al director, mientras este la observaba con una sonrisa, tal vez de satisfacción.

"Mi discípula será la nueva directora a cargo de la academia mientras yo esté ausente."

En simples palabras, Oriana.

Ella miró a todos con una sonrisa incómoda, resultado de la presentación que el director le había hecho.

Aunque algunos profesores mostraban ligeras expresiones de sorpresa, no estaban del todo asombrados. Quizás ya sospechaban quién sería el nuevo director, por lo que no dijeron nada.

Los profesores podrían haberse quedado indiferentes, pero conociendo la posición y el estatus de Oriana, parecía la persona adecuada para asumir el cargo. Además, era la discípula del propio director Wilbek.

Esto generaba confianza en muchos, pero entre los cadetes que desconocían quién era Oriana, comenzaron a surgir murmullos.

"¿Quién demonios es ella?"

"¿Tiene siquiera las calificaciones para ser directora?"

"¿Por qué dice el director que es la persona en quien más confía, incluso su discípula?"

"Tch, esto es ridículo."

Es cierto que el director escuchó todo, pero no le importó.

Tampoco a los profesores les importaban las opiniones de aquellos cadetes que no sabían nada y, en el peor de los casos, eran solo vagos.

"Eso es todo. Dejaré la academia mañana a las cinco de la mañana. Si alguien quiere despedirse, puede ir a la salida de la academia."

Por supuesto, el director no tenía intención de organizar una fiesta de despedida.

No, en absoluto.

No solo sería una pérdida de tiempo, sino que tampoco era necesario. Además, no todos allí eran cercanos al director. Algunos ni siquiera lo conocían bien, y otros apenas sabían algo de él.

Por eso, una despedida formal resultaría absurda.

Sin embargo...

"Es diferente para la mayoría de los profesores."

Miré a Oriana y a algunos profesores que conocía. Sabía que, por la cercanía que tenían con el director, seguramente se despedirían de él.

Con todo resuelto, salí de la sala de reuniones, al igual que muchos de los cadetes.

Pero...

"Mmm..."

Sentí una mirada.

Fue fugaz, pero algo o alguien me observó por un segundo. Cuando me giré, tanto el director como los profesores y cadetes ya se habían ido.

"Hoy he estado imaginando cosas."

Luego, salí de la sala siguiendo a los demás, recordando mi promesa con Gloriana, y me dirigí hacia ella poco después...