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CONTROL INCOMPLETO

Fernando es un estudiante de universidad muy hábil en los juegos de video, luego de ganar una partida por internet recibe una invitación de un extraño usuario usuario para representarlo en un juego, Fernando inocentemente accede, y lo siguiente que sabe, es que acaba de entrar a un juego en el que todo es mas real de lo que podría imaginar.

MarioSerrano · Khoa huyễn
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UN SIMPLE JUEGO

Fernando estaba jugando en su computadora portátil, era un juego de combate por equipos basado en la segunda guerra mundial que se jugaba a través de internet, en su equipo quedaban 5, Juan, Mario, Sergio, Martin y él, mientras que en el contrario solo uno que recién se acababa de integrar sus compañeros tenían rifles de repetición y pistolas colt, mientras que él tenía una escopeta, un cuchillo y tres granadas, si el nuevo usuario se acababa de integrar, tendría tan solo una pistola o un rifle, como fuera, no era una gran amenaza, o eso creía Fernando hasta que él y su equipo se toparon con aquel jugador, el jugador caminaba lentamente hacia ellos, y no parecía parte del juego, era el doble de grande que los avatares normales, tenía una especie de coraza, y una pistola enorme en la mano derecha, Fernando nunca había visto un avatar así, y sus compañero tampoco, así que como no sabían qué hacer, abrieron fuego, pero las balas parecían no afectar a aquel jugador, normalmente cualquier ráfaga de más de diez tiros era suficiente para "desconectar" a un jugador, un par si eran de escopeta, pero todos se acabaron sus municiones, sin bajarle la mitad de vida a ese avatar, que al ver que Fernando y los suyos se quedaban sin municiones les apunto con su enorme pistola y disparó, un solo tiro bastó para dejar fuera a Juan, los demás corrieron, por suerte el juego tenía un escenario propicio para esconderse, y dado que tenia temática de la segunda guerra era fácil encontrar armamento, Fernando, Sergio y Martín decidieron tomar el camino largo e ir a la estación de la SS para encontrar armas pesadas, mientras que Mario encontró un rifle de francotirador y busco una posición alta y lejana, el jugador enemigo solo camino lentamente, sin aparentar perseguirlos.

Mario tardo un poco, pero encontró un lugar perfecto en un edificio a medio demoler, el jugador estaba tan lejos, que necesitaba la mira con el máximo alcance para divisarlo, el rifle tenía 4 tiros por cargador, y Mario encontró en su camino 3 cargadores, apuntó el rifle a la cabeza y descargó su arma, sin efecto, recargo y repitió el procedimiento obteniendo el mismo resultado, cuando recargó nuevamente y volvió a apuntar, se percató de que el jugador también le estaba apuntando con su pistola, el sonrió deseando que su avatar de soldado nazi pudiera hacer lo mismo, estaba demasiado lejos como para que siquiera pudiera verlo, seguramente solo se guiaba por las descargas que había recibido, o eso pensó, pues lo último que vio del juego fue como estallaba la cabeza de su avatar.

Martín, Fernando y Sergio acababan de llegar a la base de la SS cuando les llegó la notificación de la desconexión de Mario, ahora solo quedaban ellos, por lo que decidieron encontrar un tanque tigre, pero para su mala suerte hace algunas horas que sus compañeros habían usado los tres. Lo más pesado que pudieron encontrar fue una camioneta blindada con una torreta, una ametralladora y un mortero con dos misiles, aun así, esta vez era equipo pesado, por lo que creyeron tener ventaja, Fernando tomó el mortero, Martín la ametralladora, y Sergio aparcó el vehículo blindado junto a la puerta, para poder usar la torreta en cuanto el jugador enemigo estuviera a la vista, asimismo Fernando y Martín se prepararon.

Entonces, a lo lejos se diviso al oponente, Fernando apuntó el mortero y descargó, pero el jugador esquivo el misil, esta vez se movía a una velocidad tremenda, por lo que ni entre Martín y Sergio no lograban acertar en él, entonces un disparo del gigante dejo fuera a Sergio, Martín y Fernando se cubrieron juntos tras un muro, mientras pensaban que hacer.

Martín, no acostumbrado a huir, salió de la cobertura y corrió hacia el oponente disparando, el coloso no esquivó esta vez, sino que también corrió hacia el avatar de Martín, y una vez estuvo lo suficientemente cerca desconectó a Martín de un puñetazo, mas apenas estuvo Martín fuera del juego un misil estalló en contra de la cabeza del gigante, y luego tres granadas, una tras de otra, los impactos segaron momentáneamente al coloso, y cuando volvió a ver, observó como Fernando en un intento desesperado lo atacaba con el única arma que le quedaba, un cuchillo de combate.

Fernando no creyó cuando en el monitor de su computadora aparecía la leyenda "el ataque de los países de la alianza fracasó, salve Hitler" que significaba que él y su equipo habían ganado, entonces se conectó por el chat y lo comentó con Juan, Sergio, Mario y Martín. Los cinco hablaban del extraño jugador que había aparecido, era como una combinación del Jefe Maestro, Marcus Fénix y MR. X, pero en un juego en el que no venía ni al caso, entre comentarios, Fernando recibió un mensaje de un usuario denominado Flamel_Inmortus , el mensaje de este curioso usuario decía -felicidades por vencerme- Fernando, movido por la curiosidad respondió –¿cómo sacaste ese avatar?- Flamel_Inmortus tardo unos segundos en responder –yo creé el juego, tengo mis beneficios- Fernando estaba muy sorprendido, esa respuesta no la habría imaginado nunca, aunque incrédulo respondió –el juego es de La compañía Flamen Corporation, escribirlo con un "inmortus" no te hace inteligente ni mucho menos-Flamel_Inmortus respondió mas rápidamente esta vez –no lo crees- no era una pregunta, pero Fernando la interpreto como tal –no- su respuesta fue llana, y molesto cerró el chat sin despedirse de sus amigos, al fin y al cabo los vería después en la universidad.

Apagó su computadora portátil, se dio una ducha y se puso un traje para presentar una exposición acerca de los derechos de los cónyuges después del divorcio, se encaminó a su computadora portátil para revisar la exposición una última vez cuando se percató de que esta estaba encendida, se sentó frente a ella y vio que el blog de notas estaba abierto y tenía el siguiente texto:

"no me vuelvas a abandonar en medio de una conversación, por lo demás, aquí esta una prueba de quien soy, minimiza el blog de notas", Fernando así lo hiso, y no creyó lo que veía, allí estaba abierto el sistema informático de la universidad a la que asistía, la Universidad "Garza Roja de Tlaxcala" mostrando sus calificaciones, allí estaban sus calificaciones, pero ahora en lugar de ochos y nueves, solo había dieces, además le llegaba la notificación de que había sido beneficiario de las becas de excelencia facultativa, becas que ni siquiera había solicitado, también decía que no tenía que presentarse a clases toda la semana.

Sorprendido abrió el chat y buscó al usuario Flamel_Inmortus, lo encontró conectado y le mando un mensaje apresuradamente -¿Qué hiciste?-la respuesta solo tardo unos segundos, pero a Fernando le parecieron horas –solo te hice un pequeño obsequio, soy una persona poderosa, y es todo lo que tienes que saber, ahora, ¿me escucharás sin irte?- Fernando seguía sorprendido, pero recuperó su temple rápidamente y tecleo -¿de qué se trata?-

-de un juego, quiero que me representes, ya que has sido el único que me ha derrotado en un videojuego-fue la respuesta de Flamel_Inmortus. Fernando lo meditó un poco, era cierto que era el mejor en los juegos de video, y por otra parte, estuviera diciendo la verdad o no, Flamel_Inmortus tenía acceso a sus calificaciones, y sabría dios a que otra cosa, por lo que decidió seguirle el juego.

-¿de qué se juego hablamos?-Flamel_Inmortus respondió lentamente esta vez –sencillo, tu estarás en una ciudad moderna junto a otros como tú y a simples "ciudadanos", el punto es ser el único jugador con vida, no importa cómo, ¿tu respuesta?- Fernando lo medito un poco, solo era un juego de video, ¿Qué podía perder? Tenía una semana libre gracias a este extraño usuario –está bien, pero con dos condiciones, una, regresa mis calificaciones a su estado original, y dos, cuando gane el juego, no quiero volver a saber de ti, ni por el chat ni en ningún otro videojuego- Flamel_Inmortus no dudo ni un segundo –hecho, pero si lo deseas puedes cambiar de opinión, ahora, que comience el juego- Fernando comenzó a percibir un aroma dulce, y después perdió el conocimiento.

Fernando despertó en una habitación bastante lujosa, tenia dolor de cabeza y no tenía ni idea de que había pasado. Entonces una pantalla de algún lugar de la habitación se encendió mostrando el siguiente texto:

BIENVENIDO AL JUEGO CONTROL INCOMPLETO LAS REGLAS SON:

El fin primordial es sobrevivir todo lo demás es secundario

Cada vez que le salves la vida a alguien, tendrás una vida extra, de esta manera cuando mueras, despertaras en la mañana anterior a tu muerte, intacto, sin embargo durante el transcurso del día, verás morir a una de las personas que salvaste, esta muerte ocurrirá de manera ascendente respecto a la fecha en la que le salvaste la vida, es decir, morirán de la primera a la ultima. Esto es inevitable.

Cada vez que mates a otro jugador obtendrás un nuevo ítem, cada ítem te dará una ventaja en el juego. Los ítems varían según la personalidad del jugador

Hay ítems denominados estrellas, y tiene múltiples usos en el juego, pueden ganarse de las siguientes maneras.

Matando a otro jugador (1 estrella)

Asesinando 100 personas (2 estrellas)

Salvando 100 personas (2 estrellas)

Dominar el ítem de otro jugador (3 estrellas)

Gastando 100 vidas extra (2 estrellas)

Sobrevivir 100 días (5 estrellas)

Cada jugador sentirá la presencia de otro, aunque solo podrá saber quién es con seguridad con la ayuda de algún ítem.

Si mueres sin vidas extras es el final, game over}

Gana el último equipo que sobreviva sin importar si solo sobrevive uno de sus miembros.

Entonces una vos se escuchó en la habitación.

—Bienvenido Fernando, estas en el juego, y me alegro de que hallas aceptado, si no encontraba un campeón a tiempo, los otros serian invencibles, ahora bien, déjame explicarte cómo funciona todo, este juego es más real de lo que puedes imaginar, tu indicador de vida está en tu brazo izquierdo, se trata de una línea verde que al final tiene la leyenda 100%, si desciende a menos del cincuenta por ciento te costara moverte, y te desmayaras si llega al cinco por ciento, en caso de que esto ocurra, si consigues dormir más de dos horas despertarás con el 20 %, así mismo, en tu brazo debajo de la línea verde hay un botón, presiónalo para acceder a tu menú de ítems, el menú se subdivide en ARMA, que son los ítems que usarás para pelear, UTILIDAD, que son los ítems que te proporcionarán alguna ventaja no relacionada directamente con el combate, y herramientas que te serán de ayuda a lo largo del juego, ARMADURA, los ítem tipo armadora aumentan los puntos de vida del jugador, y proporcionan protecciones variadas, y por último, los ítem Tipo ESPÍRITU, mejoran tus estadísticas y proporcionan mejoras físicas diversas. Los puntos base de un jugador son 100 puntos de vida y un daño básico de 5 puntos, esto puede mejorarse con el uso de ítems, puedes materializar un ítem sin necesidad de abrir el menú pensando fuertemente en él, lo que requiere mucha concentración. Te recomiendo que andes con cuidado, que todo es peligroso, la mitad de los jugadores son mujeres, por lo que no debes confiar en nadie, eres el jugador más reciente, todos te llevan por lo menos diez días de adelanto, por lo que te será muy difícil sobrevivir, por lo que te concedí la ventaja de las vidas extra, eres el único jugador con esa facultad, recuerda hay jugadores, pero más del noventa y nueve por ciento de la población son civiles, te digo esto para que no solo vallas por allí asesinando estúpidamente. Y por último, de inicio tienes tres ítems, están debajo de tu almohada, suerte, la vamos a necesitar—Fernando se teñía en pie lentamente, pensando en lo que acababa de ocurrir, se maldijo un poco por aceptar esta locura, antes de revisar debajo de su almohada, allí encontró tres esferitas azules que brillaban, él lo dudo un poco, y después las agarró, o lo intentó, pues dos de ellas desaparecieron al contacto de sus manos, el otro se transformó en una tarjeta de crédito, extraño, aun así la tomó, e instintivamente busco su cartera, seguía vistiendo un traje, por lo que la encontró en el bolsillo interior del saco, allí estaba, pero lo único que tenía dentro era una identificación, un carné de conducir y veinte dólares, guardó la tarjeta de crédito, y repasó mentalmente lo que acababa de escuchar, entonces se concentró, y frente a él apareció una especie de pantalla con dos imágenes, el puso su dedo sobre la primera que tenía forma de libro y entonces apareció una descripción, decía:

Traductor universal

Ítem de tipo utilidad,

De uso automático no necesita equipamiento,

Te permite leer, escribir, hablar y entender cualquier idioma.

Entonces tecleó la segunda que tenía forma de cuchillo, el texto que apareció decía:

Cuchillo

Ítem de tipo arma,

Daño agregado equivalente a 5 puntos

Para su uso requiere equipamiento, solo piensa fuertemente en ella cuando la requieras

Es un arma filosa, básica e ilimitada, muy peligrosa a corta distancia, las armas blancas son las que más usos pueden tener, y las que tienen mejora constante según la habilidad del jugador.

Fernando no entendía nada, aun así decidió probar, pensó en el cuchillo y este apareció en su mano derecha, luego dirigió su voluntad a que desapareciera y eso ocurrió, eso no podía pasar en la realidad, por lo que dedujo dos posibles respuestas a su situación.

La primera, estaba dormido y tenía un sueño extraño o bien, se había vuelto loco, cualquiera de las dos eran negativas, entonces se le ocurrió una tercera, quizá aquel usuario, Flamel_Inmortus era un demente, lo había secuestrado y le había puesto un casco de realidad virtual, Fernando solo imagino esto unos segundos antes de descartarlo, era ridículo, lo más seguro es que estuviera soñando, si era un sueño lo trataría como tal, reviso la habitación rápidamente y encontró un ropero, lo abrió y se topó con una colección grande de ropa, tomó unos pantalones de mezclilla, una camisa roja, una chaqueta de piel y unos zapatos negros, luego se cambió, y salió de allí sin ponerle más atención al lugar, no tenia teléfono celular, pero revisaría si la tarjeta tenia algunos dólares o pesos o lo que fuera que tuviera, se hallaba en un edificio, dedujo que era un hotel, por lo que buscó un ascensor, y cuando lo encontró descendió a la primera planta, se dirigió a la recepción y un botón lo reconoció y le hablo.

—Señor Fernando, ha madrugado hoy, apenas son las seis de la mañana, ¿va a algún sitio en particular?, ¿quiere que mande a traer una limosina para usted?—claro, si se trataba de un sueño era normal que todos lo conocieran.

—No gracias, saldré a caminar—se dio la vuelta y se marchó sin ninguna otra cortesía. Afuera del hotel aún estaba un poco oscuro, cosa que ni siquiera le importó a Fernando, era su sueño después de todo, y deseaba despertar pronto, aunque se perdiera de su exposición, tenía una cita después de la última clase, y no le gustaba quedar mal.

Caminó hasta encontrar un cajero automático, entró e insertó la tarjeta que tenía, extrañamente no le pidió contraseña para entrar, esa tarjeta guardaba cinco millones de dólares, Fernando hiso una mueca, <<es un sueño y solo tengo cinco millones en mi tarjeta, que estupidez>>, retiró tres mil y salió de allí, miró el cielo, aún no ganaba el sol en el cielo, por lo que reinaba una penumbra tenuemente iluminada por las lámparas de la carretera y un toque de caridad en el cielo que anunciaba que el astro rey tardaría poco en salir, así que solo siguió caminando sin rumbo fijo, después de unos cuantos pasos, llegó a una esquina y se topó con una carretera en la que muchos automovilistas iban a prisa, cosa que no le importaría un comino de no ser porque una joven despistada se cayó en medio de ella, por instinto corrió y saltó para apartar a la chica del paso de un vehículo con la inercia de su cuerpo, el impulso de adrenalina y el pánico fueron demasiado reales para Fernando, que tras sacar a esa chica del peligro tardo unos segundos en reponerse y procesar lo que acababa de ocurrir.

Luego de meditarlo algunos segundos, decidió ignorar todo aquello y se fue de allí pese a que la chica trataba de llamarlo, sin lugar a dudas su sueño era demasiado extraño, pero así era como debían de ser los sueños. Después de aburrirse de caminar sin rumbo entró a una cantina algo pequeña, de esas que dan un toque clásico, con un par de mesas de póker donde normalmente solo jugaban los usuarios, dado que no parecía que el dueño del lugar tuviera un jugador apostado allí, dentro solo estaban dos sujetos jugando con una gastada baraja que seguramente pertenecería al lugar y el cantinero, ninguno de ellos le prestó atención, después de que se percatara de que nadie daba un céntimo por él, se sentó en la barra y pidió una cerveza, aunque había algo raro en aquel lugar, por alguna razón sentía una especie de presencia extraña, aunque con las emociones del día, no le importó en lo más mínimo. Después de un minuto el cantinero le dio un tarro de cerveza, Fernando pagó por ella y le dio un sorbo, el líquido amargo le trajo un poco de tranquilidad, sin embargo, solo pensaba en como despertar de ese sueño rápidamente.

Después de un tiempo entro la joven a la que le salvó la vida apenas hacía unos minutos, estaba jadeando e iba descalza.

—¿Por qué no me esperaste?, tarde mucho tiempo en encontrarte— Fernando la miró de reojo, no era muy alta, tenía el cabello castaño, y era morena, ojos cafés, delgada y vestía un vestido azul marino pese al frio que hacía.

—Porque no tenía razón para hacerlo, ¿Qué importancia tiene?—la chica estaba un poco confundida, aunque no tanto como Fernando, que ni siquiera sabía dónde estaba.

—No digas eso, te debo un favor, me salvaste la vida hace un rato, veras, no soy muy hábil para caminar con tacones, por lo que me caigo cada vez que uso unos, ahora bien, ¿Cuánto quieres?, solo pon un precio, te daré lo que quieras—Fernando estaba un poco divertido por aquella aseveración y respondió sarcásticamente.

—Desnúdate y has un baile erótico—ella se sonrojó y enfadó.

—No de ese tipo de cosas, hablo de dinero, ¿Cuánto quieres?—Fernando ya no les estaba prestando atención, se concentró en su bebida y pidió otro tarro de cerveza.

Entonces los dos tipos que estaban jugando cartas comenzaron a discutir

—¡Eres un jugador!, llevamos quince partidas y no he ganado ni una sola, eso solo se puede explicar con un ítem—Fernando palideció cuando escucho aquellas palabas, jugador e ítem, quizá alguno de ellos dos o ambos estaba en el mimo juego que él, suponiendo que realmente estuvieran en un juego, y no en su alocado sueño, si eso era así, entonces él estaba en peligro, pero debía mantener la calma, si sus sospechas eran reales tenía que marcharse sin llamar la atención.

—Discutámoslo en otra parte, no me gusta estar en medio de borrachos peleoneros—, se levantó, dejó el pago por las dos cervezas sobre la barra, se encaminó hacia la chica y la iba a tomar de la mano para salir de allí cuando el sujeto que había gritado las palabras que lo habían puesto en alerta se dirigió a él con la mirada.

—¿Por qué tanta prisa niño?, ¿Te espanta que tus ítems no puedan salvarte?— Fernando volteó a verlo, su corazón palpitaba con desesperación en respuesta a los estímulos de miedo que tenía, sin embargo, se las arregló para ocultar sus reacciones.

—Si no lo controlas no tomes, deja de decir ese tipo de cosas que ni sentido tienen—el sujeto sonrió, en la mesa frente a él había una botella de vodka, pero estaba casi llena, por lo que era evidente que no había tomado gran cosa.

—Solo fue un segundo, pero vi cómo te preocupaste cuando escuchaste las palabras ítem y jugador, debes de ser nuevo aquí, debes de ser el representante del alquimista, era el único que faltaba, parece que me saque el premio mayor—luego de decir eso cerró los ojos como concentrándose y en sus manos se materializó una AK-47, abrió los ojos y comenzó a disparar en contra de Fernando, que en un reflejo se tiró al suelo y jaló a la chica para que cayera con él y estuviera un poco a cubierto de los disparos, la chica cayó pesadamente sobre él, y Fernando tuvo que empujarla un poco para tener libertad de movimiento, luego se giró, y pensó en su cuchillo, cuando este se materializó en sus manos lo lanzó en contra del sujeto sin apuntar o saber lanzarlo, luego se levantó y pudo ver que su cuchillo estaba en el suelo, al igual que el loco que había disparado, el tipo con el que hace poco estaba jugando cartas estaba sobre él y lo golpeaba, eso le había salvado la vida, recogió su cuchillo del suelo, fingió que lo escondía entre su ropa mientras dirigía su voluntad a desaparecerlo, una parte de él se inclinaba a ayudar a la persona que ahora forcejeaba con el otro jugador, parecía que el jugador se recuperaba de la sorpresa inicial y tomaba el control de la situación, sin embargo, esta vez su paranoia y miedo ganó la batalla, volvió la vista hacia la chica que estaba pasmada, y no movía ni un musculo, por otra parte el cantinero había desaparecido, quizá estaba escondido detrás de la barra, ya decidido, y sin importarle nada más tomó a la joven de la mano para ayudarla a levantarse, y la sacó de allí, luego, sin saber porque comenzó a correr tirando de ella, dejando seguramente morir al hombre que le había salvado la vida hacía unos segundos.

Después de agotarse se detuvo en seco en una calle oscura y en la que no había nadie alrededor para recuperar aliento, jadeaba por el esfuerzo y el miedo que lo invadía, de nuevo las reacciones de su cuerpo se le antojaban demasiado reales como para tratarse de un sueño, por alguna extraña razón la soledad del lugar lo reconfortó, volvió nuevamente la vista hacia la joven y se percató de que esta lo miraba también.

—¿Se puede saber qué diablos acaba de ocurrir?—Fernando quería responder, pero lo cierto era que el mismo no lo comprendía.

—Un loco saco un rifle de dios sabe dónde y trató de asesinarnos—ella se enfadó un poco al escuchar esta respuesta.

—Eso no, yo hablaba de porque trató de asesinarte, y que es eso de juego e ítem, además como hizo el acto de mago y apareció un arma de la nada—sus palabras sonaban como afirmaciones, y no como preguntas, aunque lo eran, la chica en su intento por comprender lo que pasaba, no las realizó en forma de pregunta, Fernando sabía que no podía decirle, nunca había estado en una situación similar, pero en las historias de ciencia ficción no es bueno decir la verdad, particularmente si no la sabes por completo.

—Si te lo dijera tendría que matarte—uso una frase de espías que siempre había querido utilizar y la joven sonrió, para variar.

—Venga ya, y me vas a decir que eres de la CIA o algo por el estilo, ¿no?—ella le seguía el juego y a él le empezaba a agradar eso, era algo bueno, principalmente por los acontecimientos recientes.

—O no, yo no soy de los chicos buenos—ella rio un poco.

—Bueno, villano pervertido, me llamo Jesica, ¿Puedes decirme tu nombre, o prefieres asesinarme y decírmelo después?—

—Fernando, mi nombre es Fernando, ahora, ¿Por qué no llamamos a la policía?—

—Eres distraído para ser agente, el cantinero los llamó antes de correr como niñita—

—Al menos él sí se podía mover—

—Cállate, que tus maniobras de súper agente de comedia de los setenta de poco te sirvieron, aunque te debo la vida dos veces hoy, ¿Te interesa que te invite el desayuno?—

—Mmmm, tendrás que inventar algo mejor, pero eso está bien para empezar, ¿A dónde vamos?— Fernando decidió que se preocuparía después de ese estúpido jugo en el que se había involucrado, por lo que consideró que cualquier lugar que no fuera ese callejón y de preferencia que fuera concurrido sería lo mejor por ahora.

—Hay un restaurante cerca de aquí, pero antes debo llamar a casa, luego no volveremos a saber de tu "amigo"— Fernando iba a asentir, extrañado de lo que acababa de escuchar, pensó que tal vez la chica tuviera un hermano policía o algo así, ese pensamiento se volvió fugaz cuando se percató de que el loco de la cantina estaba detrás de Jesica, el sujeto le dio un golpe a ella en la nuca con la parte trasera de una pistola nueve milímetros que la dejó inconsciente y luego apunto a Fernando con su arma.

—¿No pensabas que podías escapar?, ¿O si niño?—Fernando estaba demasiado impactado como para razonar, y lo único que pudo articular fue:

—¿Cómo?—

—Ítems niño, el de camuflaje y el de rastreo, ambos difíciles de conseguir, pues no basta asesinar a otro jugador, si vivieras lo suficiente descubrirías que hay muchas maneras de conseguir objetos raros, aunque la mayoría son peligrosas, algunas no valen el riesgo, aunque ya es tarde para ti, ¿Alguna última palabra?—la mente de Fernando trabajó mas rápido de lo que había hecho nunca y tejió un plan que si resultaba, le salvaría la vida, entonces solo sonrió, cosa que perturbo a aquel sujeto.

—¿Última palabra?, si supieras lo que te conviene suplicarías por tu vida, caíste en el señuelo, si tan solo hubieras volteado a la azotea de tu derecha antes de hacer tu jugada, te veré en el infierno desgraciado—aquel hombre dudó un segundo, lo que le valió a Fernando una pequeña ventaja, pues mientras estaba indeciso Fernando materializó su cuchillo y lo clavó en el estómago, retiro su arma del cuerpo del hombre y la volvió a clavar en su carne un par de veces, luego de un codazo en su muñeca hiso que soltara su pistola, su siguiente ataque fue un rodillazo en la entrepierna, se alejó un poco y le dio un golpe en la barbilla con tanta fuerza que le dolieron los nudillos, el hombre se desplomó, y Fernando sin perder un segundo se lanzó sobre él y clavó su cuchillo otras 6 veces, antes de que frente a sus ojos el hombre se desvaneciera sin dejar mas rastro que el cuchillo de Fernando y dos esferitas similares a los ítems que hace algunas horas había encontrado bajo su almohada. Tocó ambas esferitas y como era de esperarse desaparecieron al contacto, asimismo después de unos segundos frente a sus ojos aparecieron la leyenda: "felicitaciones, has ganado un nuevo ítem, espada azul".

Fernando ignoró esto, después tendría tiempo de revisar todo con calma, levantó a Jesica del suelo y buscó un hospital, mientras caminaba solo tenía una cosa en mente, aquello no era un sueño.