Los elfos eran una raza inteligente y populosa que vivían una vida apartada en una isla enorme. Sin embargo, había algunos miembros de familias de la rama en el continente. Vivían bien bajo la protección del dios de los elfos y eran bendecidos con buenas habilidades y una larga vida. Muchos de ellos hacían importantes contribuciones a las artes.
Lógicamente, los elfos esclavos eran muy buscados. A pesar de las protestas y advertencias de su raza, su precio sólo había aumentado. Había olas y olas de aventureros en busca de ellos.
Los semi-elfos eran más comunes que los de sangre pura. Igualmente, heredaban la belleza y la elegancia de los elfos y la mayoría de ellos se destacaban en términos de apariencia, lo que había conducido a varios desastres. No era particularmente sorprendente ver a una criada semi-elfa en la Caleta de los Piratas, pero la expresión de Leylin cambió a pesar de eso.
—¿Cómo te llamas? —preguntó Leylin.
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