Capítulo 129 – Una Maldición Incurable

—Sí, lo recuerdo claramente. Ese vendedor de carne llevaba una capucha negra, su cabello despeinado cubría la mitad de su cara. Había un gancho de metal en su mano izquierda...

El ama de llaves recordó vívidamente la memoria del vendedor de carne.

—¡Esto es realmente extraño! — Fayle sacudió la cabeza y miró a la chica a su lado —¿Cómo va la construcción de tus runas mentales? —preguntó.

—Ya he construido tres, ¡pero parece que no puedo construir la cuarta! Además, dentro de la biología de "Todos los seres vivientes"... —La chica reportó dócilmente.

—¿Conque es así? —Fayle entrelazó sus dedos y habló—. Tu progreso es demasiado lento. Esta noche debes venir a mi habitación, ¡personalmente te estaré 'entrenando'!

—¡Sí, Mentor! — la chica respondió suavemente.

¡Dang Dang Dang!