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ASOIAF: Una Historia Alternativa

Una historia en la que Jon Nieve toma su destino con sus propias manos. Acompañemos a Jon Nieve en su camino de gloria, traición, tristeza, ira y amor. En un mundo despiadado donde el honor es lo único que ya no tiene valor alguno, donde los despreciables señores y damas de los Siete Reinos juegan el Juego de Tronos, ya sea por ambición, diversión, o simplemente para ver el mundo arder. Basado en las Novelas de George R.R. Martin, este Fanfiction de Canción de Hielo y Fuego se basa exclusivamente en información disponible en los libros y un poco de mi propia cosecha... Todas las teorías aquí están aunque sea ligeramente basadas en las novelas y material literario adicional escrito o autorizado por el Autor original. [Aportes bienvenidos aquí: patreon.com / IgnathiusNZX] [DESCARGO DE RESPONSABILIDAD] Personajes, Lugares, Nombres, etc. Son propiedad de George R R Martin, y pertenecen a su saga literaria Canción de Hielo y Fuego.

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46 Chs

Jaime - II

Jaime otra vez había mancillado sus votos… Y esta vez, estaba casi seguro de que su Rey no lo perdonaría.

Su espada estaba manchada con la sangre de los guardias del padre de crianza del Rey al que había prometido su lealtad. Pero incluso si estaba avergonzado de haber dañado a la familia de su señor, creía que, si la situación y sus sentimientos fueran los mismos de aquel momento, volvería a cometer tal acto.

Acababa de enterarse de que su querido hermano menor, Tyrion había sido apresado por Catelyn Tully y lo peor, no pretendía llevarlo a la justicia del Rey, lo llevaba al Nido de Águilas, donde podría hacer lo que quisiera con su hermanito.

Había estado cegado por la ira en aquel momento, llamo a los capas rojas que le servían por ordenes de su padre, Twin Lannister. Y se propuso a cabalgar hacia el Nido de Águilas esperando ser capaz de presentarse como campeón de su hermano en el juicio de combate, que estaba seguro Tyrion pediría.

Fue entonces que vio a Lord Stark, inicialmente solo quería discutir con el la liberación de su hermano, pero la Mano del rey no quiso escucharlo, parecía estar pensando en algo, y Jaime se impaciento, no recordaba lo que había dicho, pero debió ofender a los norteños, y sus capas rojas sacaron sus espadas, todo se fue a la mierda en un instante, uno de los guardias Stark que había buscado a la posible futura reina con el en los bosques del Tridente había sido asesinado por los hombres dirigidos por Jaime.

Solo eso ya era suficiente agravio contra su señor, y su posible futura señora, pero el movido por la ira y la impaciencia por ponerse en marcha al Valle de Arryn, blandió la espada contra el caballo de Lord Stark y al morir callo sobre su costado aplastando la pierna del hombre al que su Rey consideraba un padre.

La había cagado. Y lo había hecho a lo grande.

Jaime salió rápidamente de la ciudad como un criminal común en fuga junto con los guardias de su casa demasiado violentos para su propio bien. El marcharía si, pero ya no hacia el Nido de Águilas, iría a Foso Cailin a esperar la justicia de su Rey.

Jaime cabalgo casi sin descanso por los siguientes días, hasta que alcanzo la posada de la encrucijada junto a sus capas rojas, entonces para deshacerse de ellos, les ordeno interrogar a todos los ribereños que encontraran portando el escudo de una casa noble. El los esperaría en la posada, o al menos eso fue lo que él les dijo.

Jaime se escabullo de la posada en cuanto estimo que sus guardias ya estaban lejos. Monto en su caballo y ascendió siguiendo el Tridente hasta llegar al cuello.

Habiéndose adentrado en las marismas del inexpugnable cuello, Jaime avanzo lento y con precaución, sabia de los peligros que pagaban los malditos pantanos. Avanzo por el Camino Real en dirección a Foso Cailin, el castillo de su Rey.

Pero una noche, mientras acampaba aparentemente fue atacado. Pues despertó estando atado sobre un bote. Quienes dirigían la pequeña embarcación eran igualmente pequeños, y Jaime se dio cuenta de que eran como los guardias que acompañaban al Rey Aemon.

«Lacustres del Cuello… ¿será que todos ellos le deben lealtad a mi Rey?» Jaime estaba bastante seguro de que su pensamiento era correcto. Los guardias del niño tenían los blasones de los Reed, Quagg y Greengood. Eso implicaba que al menos esas tres casas conocían la identidad real del hijo bastardo de Eddard Stark.

Jaime se sintió incomodo y decidido hablar con los lacustres.

—Mis señores… —dijo aclarando su garganta.

—¿Qué quieres Lannister?

—Ugh… ¿podrían decirme a donde me llevan?

Lo miraron como mirarían a un idiota.

—A Foso Cailin, Lord Howland esta allí ahora, manteniendo la Fortaleza para Lord Jon.

—Uf… eso es genial. Me dirigía hacia allá.

—Un Lannister solo yendo hacia el norte en este momento. ¿Eres estúpido?

—Bueno… si lo pones así, supongo que no puedo negar eso. He mancillado mis votos para con nuestro Rey. Y quería esperarlo en su castillo para recibir su justicia.

—¿Nuestro Rey? No creo que el hombre al que llamamos Rey sea el mismo…

—Aemon Targaryen, hijo de Rhaegar Targaryen y Lyanna Stark. —interrumpió Jaime.

Los lacustres voltearon a verlo, y tras un asentimiento, uno de ellos se acerco y corto las ataduras de Jaime. Estaba bastante impresionado por el modo en que habían reaccionado, parecía que para ellos cualquiera que Aemon considerara digno de saber su identidad y vivir era bienvenido.

—Nos disculpamos por el rudo tratamiento, Ser Jaime. ¿Puedo preguntar que eres para nuestro Rey?

—Su Guardia Real, en espera. —explico Jaime — como ya habrán notado, el Príncipe Aemon no desea reclamar lo que es suyo por derecho, no ahora mismo, por lo menos.

—Jajaja… Créame, mi señor, eso es algo de lo que todos en el Cuello tratamos de convencer al Legitimo Rey.

—Aun si mi Rey, dice que soy su Guardia Real en espera, lo protegeré con mi vida, a el y a los que considere dignos de ser protegidos. Pero… —Jaime suspiro — me temo que he fallado en exactamente eso, discutí con Lord Eddard y todo se salió de control, Lord Stark acabo herido y varios de sus guardias muertos. No era mi intención, pero estaba inestable emocionalmente… Mi hermano… Yo no supe que sucedía hasta que paso.

—Por eso has venido, ¿para ser juzgado por nuestro Rey? ¿Esperas que te perdone?

—¿Perdonarme? No, no merezco eso. Pero espero que pueda escucharme, estoy seguro de que me entenderá, y que incluso si no me perdona, aun me mantendrá a su lado.

—¿Por qué estas tan seguro de eso?

—Porque he protegido lo mas valioso para el una vez hace un tiempo.

—¿Y eso sería?

—Lady Arya Stark… quien probablemente se convierta en su reina en el futuro.

El lacustre con el que hablaba se lo quedo mirando, y luego suspiro.

­—Pensar que sucedería lo mismo que con sus padres… Enamorarse de una niña con la Sangre del Lobo. Un amor imposible a la vista del reino. Pues muchos solo los verían como un par de hermanos.

—Aunque son primos. Y cuando la verdad se revele, no quedara impedimento alguno. — apostillo Jaime.

—¿Y estas seguro de que lo que siente por ella no es el típico amor de hermanos?

—Completamente, la niña estaba llorando en cada rincón de Invernalia cuando el chico se marchó, Tyrion me conto un par de historias, y si esa forma de actuar cuando la niña esta en peligro solo se debe a un sentimiento de hermanos. Pobre del Reino si cualquiera perjudicara a los Stark.

—¿Tyrion Lannister? ¿El que fue acusado de enviar a un asesino a matar a Bran Stark?

—Eso es mentira. Tyrion jamás haría tal cosa. Tiene debilidad por los bastardos y las cosas rotas. Solo haría cosas para ayudar al muchacho, estoy seguro. ¿Y cual fue la prueba que uso la Tully para acusarlo?

—Una respuesta de Meñique. Y una daga de acero Valyrio. Dijo Baelish que había sido suya y que Tyrion la había ganado en una apuesta en las justas del Torneo de Joffrey, que había apostado a que perderías.

—Jamás apostaría en mi contra, mi hermano es leal, y prefiere perder dinero a apostar en contra mía. Quien gano una apuesta a Meñique fue Robert el Rey Usurpador.

El lacustre lo miro con incredulidad, luego de murmurar algo volvió a hablarle.

—¿Y el Rey mandaría a matar a un hijo de Lord Eddard?

—No, pero si fuera el hijo de cualquier otro lo haría, lo consideraría un acto de piedad.

—Piedad… ¿Crees que el rey haya mencionado tal cosa frente a otros?

—Si, frente a Cersei, Joffrey, Tommen, Myrcella, Tyrion y yo… —dijo Jaime recordando— fue durante un desayuno poco después de que se supiera que el niño no volvería a caminar.

—¿Y de quien sospecharías que seria capaz de seguir la voluntad del Rey por un mero comentario?

—Joffrey — respondió Jaime sin dudarlo — siempre ha querido agradar a Robert, y hace poco había sido puesto en su lugar por el hijo de Ned Stark. Se debía sentir agraviado por los halagos de Robert hacia los niños Stark. Y quiso satisfacer a su… padre propiciando que le concedieran piedad al joven Bran.

El lacustre asintió, y luego lo miró fijamente.

—Hemos llegado, bienvenido a Foso Cailin, Ser Jaime, como quien regenta el dominio del Cuello en ausencia de nuestro señor, yo Howland Reed le concedo libertad de permanecer aquí en el castillo del joven Aemon.

Jaime estaba sorprendido, jamás habría esperado que el lacustre con el que había estado hablando todo el tiempo sería el señor de la Atalaya de Aguasgrises.

El Joven León miro hacia la fortificación frente a él, previamente cuando había pasado por allí con la comitiva real eran meros restos de lo que fue un castillo, ahora sin embargo estaba parcialmente reconstruida y los lacustres transportaban grandes bloques de roca ya cortada desde todas las direcciones mientras reconstruían la Fortaleza que mantuvo inexpugnable todo el Norte por miles de años.

Las torres derrumbadas, y la torre que se inclinaba peligrosamente hacia un lado ya no estaban por ningún lado. Habían sido deconstruidas, y ahora estaban siendo levantadas nuevamente. El esqueleto de madera interior mostraba que Foso Cailin sería aún más grande y estaría mucho mas defendido de lo que había estado nunca.

—Me temo, Ser Jaime, que solo las barracas han sido completadas. —dijo sonriendo Lord Reed —y que no será de mucha utilidad en la reconstrucción del Castillo. Pero no se preocupe. Tenemos reclutas que necesitan entrenamiento.

Jaime soltó una carcajada al escucharlo.

—Eso sería fantástico, Lord Reed, mi señor necesitara a sus propios hombres para proteger el castillo cuando este terminado. —Jaime estaba feliz, podría ayudar, aunque fuera poco mientras esperaba el retorno de Aemon —Y por lo que veo, se requerirán muchos mas hombres de los que eran necesarios originalmente. ¿Cuántos reclutas tiene?

—Doscientos, Ser Jaime. —respondió el lacustre— y de esos deberá seleccionar unos cincuenta para la guardia común del rey.

—Por supuesto, mi señor. Esos números están bien para comenzar. —el Joven León estaba feliz, él se encargaría de que Aemon contara con los mejores espadachines de los Siete Reinos. «Que cincuenta, que doscientos, mil serian poco para ese chico, todos serán parte del ejercito personal de ese muchacho, y si no me equivoco, bajo el mando de Aemon, se volverán una de las fuerzas mas aterradoras de los Siete Reinos, similares a los Lobos del Invierno de Cregan Stark.»

...

...

Paso cerca de un mes, y en ese tiempo Jaime había logrado que los reclutas se volvieran tan buenos como cualquier capa dorada, era algo, aunque mediocre bastante aceptable por el poco tiempo empleado.

Jaime había descubierto también que Lord Howland Reed tenia una extensa red de información, y parecía saber todo lo que sucedía en los Siete Reinos.

Fue un día en que la nieve comenzó a caer ligeramente en el cuello, que Lord Howland le llevo noticias funestas.

El Usurpador había muerto. Lord Stark descubrió la verdad sobre la paternidad de Joffrey, Tommen y Myrcella. Y habiendo confiado en Meñique para hacerse con la lealtad de los capas doradas, acabo traicionado.

En Desembarco del Rey, Cersei había hecho matar a todos los norteños, había tomado prisionero a Lord Eddard y a Lady Sansa. Si bien el Lobo Blanco había logrado atravesar a los capas rojas de la Reina viuda, y matar a un Guardia Real junto a casi setenta capas doradas para poner a salvo a Lady Arya. Se avecinaba una guerra, y Jaime sabia que con ella el Dragon del Norte se tendría que revelar.

Jaime tomo a todos los hombres del ejercito que estaba entrenando para Foso Cailin, junto a trescientos lacustres de los vasallos de su Rey, y marcho hacia el sur, hacia Valle Oscuro para traer a Aemon de regreso a salvo.

Y comienza la guerra de los cinco reyes...

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