Dame algo de ese espíritu dominante!

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Después de desayunar y preparar todo, Ye Wanwan se alistó para salir de casa.

Antes de irse, pareció recordar algo y se detuvo —¡Espera! De repente recordé que olvidé hacer algo importante.

Corrió como un rayo hacia el patio y dio unos pasos ligeros hacia la figura blanca que yacía debajo del árbol.

Últimamente, aunque Gran Blanco había estado en el jardín Jin con bastante frecuencia, Si Yehan no le había permitido seguir jugando con él. Su razón estaba respaldada por el dicho "prestar demasiada atención a las trivialidades disminuye la voluntad", lo que significaba que afectaría sus estudios si seguía obsesionada con Gran Blanco.

Afortunadamente, estaba a punto de poner fin a esta prueba y podría jugar con Gran Blanco una vez que comenzaran sus vacaciones de verano.

Gran Blanco parecía haber sentido que alguien se acercaba; sus orejas se movieron pero no se molestó en moverse y siguió tumbado perezosamente, moviendo la cola sin prisa.

3 pasos, 2 pasos, 1 paso...