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parte 1

introducción de personaje Vash Stampede heydrich era un guerrero el cual viaja por las dimensiones ayudando y arreglando problemas enfrentadose a dioses,monstruos,y seres de las estrellas siendo alguien carismático y divertido facil de adaptarse cuyos hábitos son convivir con las personas y cocinar

es muy pacífico y positivo, siempre intenta acabar los conflictos sin tanto derramamiento de sangre, pero su forma de hacerlo termina destruyendo civilizaciones, Le encantan las chicas bonitas (casi como si fuera una debilidad), hasta el punto de parecer mujeriego. A pesar de esto, es reacio a que vean su cuerpo desnudo, ya que éste está lleno de cicatrices.

su llegada a chaldea fue algo especial ya que en la ultima singularidad contra goetia cuando los servants estaban perdiendo gracias a la intervención de Zelretch el apóstol muerto el cual avia enviado a vash para ayudar en su batalla gracias a eso pudieron vencer pero al estar desapareciendo vash le arroja su arma al ultimo maestro de chaldea para que lo invoque en caso de que lo necesite lo cual termino pasando solo por que ritsuka quería a un nuevo servant poderoso clase desconocida.

―Oh, ¿has vuelto a tu atuendo anterior?

Se volteó ante el llamado a su espalda.

El cabello en doble tonalidad, el zafiro y la esmeralda revolotearon ante el pequeño giro. Las suelas de sus zapatos resonaron en el suelo cuando se detuvo.

Ahí se vieron.

Una pelirroja con ropas blancas y algo reveladoras para ella. No es como si fuera algo que no usaría. Sería contradictorio el decir que estaba mal cuando ella misma utilizó algo parecido o incluso más revelador.

―Oh, no es nada...

La voz de la mujer de pelo celeste fue algo desanimada.

― ¿Sucedió algo?

―Es solo... intento actuar como uno de esos dioses, pero no logro conseguirlo.

―Oh, has intentando aprender de ellos, ¿no?

La pregunta de la mujer de pelo rojo. Boudica salió con tranquilidad y una sonrisa comprensiva.

―No te desanimes por algo así.

―He intentado imitar a los otros dioses... pero no logro obtener algo real de ellos ―la mujer de pelo celeste dio un suspiro antes de apoyarse contra la pared que tenía a espaldas.

―Kukulkan-san ―la voz de Boudica sonó preocupada―, lo que sea que hayas elegido o que creas que es lo correcto es tú deber decidirlo.

―...

― ¿Has hablado de esto con el maestro?

―Por supuesto ―Kukulkan casi alzó la voz a la mujer a su lado, pero pudo evitar que aquel desliz se asomara.

―Ya veo... ―Boudica comentó antes de dar un gran suspiro―. Si tienes alguna duda que pueda solucionar estoy para ti.

La sonrisa de Boudica fue sincera, una que reflejó verdadero interés y ganas de ayudar a Kukulkan. La mujer de pelo de tonalidades azules solo pudo quedarse en silencio y aceptar poco después.

Quizá no estuviera en su mejor momento y ahora solo fuese un poco más retraída de lo que era antes, pero significaba nada. Sabía cómo era y lo que podía hacer. Lo sabía, que solo porque unos días no se encontrara con los mismos ánimos, no significaba menos.

Nadie la hizo de menos en el tiempo que ahora parecía dedicarse a "buscarse a sí misma" para responder que era lo que debía llamar como "el Dios ideal" que tanto anhelaba ser.

...

― ¿Está todo bien? ―Ritsuka no pudo evitar preguntar cuando vio a Kukulkan llegar a su habitación. Ambos comenzaron a compartirla desde hace un tiempo.

―Lo estoy... ―Kukulkan habló detrás de la almohada. La mujer estaba acostada boca abajo y abrazando la almohada.

―Sabes que no pareces convencida...

Un suspiro de Kukulkan salió ante aquel reclamo. Ella no quería mostrarse así no al menos cuando su situación era tan personal y de ahí por lo cual incluso se sintió mal por cómo estaba actuando ahora.

―Quiero ayudar a los humanos como un Dios, pero simplemente... no puedo entender a los demás Dioses, he intentado, incluso fingido, pero aún no lo logro.

Ritsuka vio en silencio a la mujer quien ladeó levemente la cabeza para verlo. El joven soltó una suave risa antes de caminar hacia la cama y sentarse en el borde de esta, llamando la atención de Kukulkan quien se giró boca arriba al ver a su maestro acercarse.

―No tienes que forzarte para algo como eso, sabes que Chaldea es tú hogar ahora, todos te apoyan, además ―Ritsuka sonrió antes de llevar una mano hacia la cabeza de la mujer que tenía al lado para moverle suavemente los cabellos―. ¿Cómo alguien como tú podría ser considerado un estorbo?

Un leve sonrojo vino al rostro de Kukulkan.

Le agradaba su maestro. Y era evidente que el sentimiento era recíproco. El agrado ante la compañía era evidente en cada uno.

Kukulkan se sintió feliz de estar con el maestro. Fue su primera experiencia, quizá la situación en el lostbelt no fuese la mejor para "una primera vez" pero la compañía fue algo genuina.

― ¿No crees que sería mejor relajarte un poco? ―Ritsuka comentó viendo a Kukulkan.

― ¿Me veo tan mal? ―la pregunta de la mujer fue válida.

No hubo juegos o palabras usuales ente ambos. Era evidente la preocupación dada a su persona.

Eso le gustó a Kukulkan.

―Nunca te ves mal, simplemente me gustaría que te desconectaras de todo ―la sonrisa de Ritsuka fue sincera.

Palabras suaves expresando su verdadero sentir hacia aquella mujer.

Kukulkan rió ante aquel intercambio breve.

―Bien, lo tendré en cuenta.

―Oh, las aguas termales se han abierto hace poco.

― ¿Aguas termales? ―Kukulkan estuvo en duda con respecto al lugar.

―Sé que te gusta aprender con respecto a las demás culturas, y este es un buen momento, muchos Servants van ahí, la maestra e incluso Carmilla-san van ahí ―Ritsuka compartió la información a modo de motivar más a la mujer.

―Ya veo...

―Deberías ir y socializar un poco, eso te ayudará a despejar tú mente.

Ritsuka dio aquello con buena voluntad. El que Kukulkan se encierre complemente en una idea solo hizo que la mujer lo pasara mal, y es por esa misma razón que quería que se distrajera un poco.

Le hubiera gustado pasar más tiempo con Kukulkan, pero ya había comprendido en este punto que al menos sus palabras no llegarían a la cabeza dura que era Kukulkan. La mujer era bastante testadura a su modo.

Un poco de charla de chicas le haría pasar un buen rato para olvidarse de los problemas.

...