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prologo:

En el árbol al norte de la casa, mi lugar favorito para solucionar los problemas, escale por millomesima vez, ya no resbalaba, como la primera vez, me mantenia firmé, como una enfermedad sin cura en el desdichado que la alberga, solia llevar unas pequeñas fresas propiedad de la señora Martha, ya que a veces duraba mas de 8 horas allí arriba, disfrutaba el viento en mi rostro y ese pequeño sentimiento, de conversar con el viento y el pareciera entenderme o enojarse cuando soplaba fuerte y me hacia pensar que la vida podria ser cortada, en un momento de felicidad, abrí el libró y continúe la historia del caballero arthur gothar, lo mismo que para ti es un héroe, el para mi significaba eso mismo, no porque llevaba mi propio nombre o porque poseyera super fuerza, el no tenía nada, excepto su locura, era el reflejo de firmeza y valentía, en la locura, cosa que jamás estuve y desearia tener aun cuerdo, era la representación mas real del significado de: "fuerte como un oso", lo envidiaba desde la cuarta página, como jamas lo habia hecho en mi vida y al mismo tiempo, lo compadecía.

tras un largo viaje y la lucha con hombres aferrados al dinero, sin tener la más mínima idea de quien era arthur gothar y la vaga idea de darle muerte al noble caballero, el último de los gothar descendió del caballo cansado y sediento, llevaba su ropa con sangré, de los desafortunados que murieron persiguiendo un reflejó el cual terminó con una espada atravesandoles sus cuerpos.

-¡Ay, Arthur!…. Sigues buscando un sueño, sin tener la mas minima certeza de que aun siga en este cruel mundo donde mucho de los vivos, envidian a los muertos, ¿Porqué? ¿No hallar tranquilidad y felicidad, antes de que tu cabello se vuelva del todo blanco?, Antes de que tus huesos, te griten que detengas tus pasos, antes de qué pierdas la cabeza,¿Porqué sigues persiguiendo una sombra, que el viento se llevó?

El viento sopló y la voz debil, conteniendo una profunda tristeza, habló en el pobre corazón del mísero caballero, contenía una profunda soledad, haciendo parecida al condenado a muerte sin juicio y siendo totalmente inocente de los crímenes cometidos por otro, su voz era tan suave que el sonrió y las lágrimas bajaron en el rostro del fuerte caballero.

Arthur gothar pasó de ser el gran caballero del reino, viviendo de lujos y practicar con su espada en el hermoso jardín de los ghotar la mayoría del dia, lamentablemente todo eso quedo en el pasado, ahora solo es un pobre hombre, que esta a punto de llegar a la locura, sólo y anhelando encontrar a su amada, el caballero limpio su rostro y lavo su noble caballo, tratando de ignorar la voz que trae el viento.

-- ¡Que cruel! ¡Demásiado cruel!, ¿Porqué sigues? Descansa, duerme, acaso no vez qué eso es lo que Dios quiere.

--Dios, Hace tiempo me dejó.

Había sacado su espada y la limpiaba, junto a su ropa, mirando fijamente el reflejó de la luna.

--Ni siquiera, pude decirte que lo sentía.

Habló en voz alta, recibiendo la respuesta de los bichos en forma de cantó, miró su rostro y lo encontro extrañó.

--¿Quien eres?- dijo en su cabeza mientras suspiraba y sus ojos azules se apagaban, su piel estaba negra, dando la impresión de una serpiente, mudando de piel, hace dos días, fue envenado y el solo se negó a morir, no recuerda cuantos años tiene, pero su barba desaliñada, ya tiene algunos cabellos grises, dando la impresión de ser un muerto, el reflejó se quedó observándolo y nego con la cabeza, su mirada triste, reflejaba una profunda nada, los brazos del caballero esbozaron un movimiento indeferente, el continúo.

-¡Tu vida es una comedía, haci como una tragedia y decepción! El problema aqui es que tu hace mucho tiempo, renunciaste, solo me observas en silenció y en tus ojos no hay nada, solo quieres morir y abandonar todo.

--¿Qué hallaste?, si no desdicha y un sufrimiento sin fin, tristeza, estas perdiendo lo unico que aun te quedaba, ¡tu mente!, Dejaste a tu reino, cuando volviste tu familia, estába colgada, en la entrada de una ciudad, que protegieron por siglos enteros, viste como el pequeño marthy, ¡Demonios solo era un niño!, ¡Un niño!.

-El caballero se llevó sus manos a las cabeza, mientras dejaba rajuños, en su rostro, las lágrimas caían desapareciendo, en su barba.

Las horas pasaron y Arthur ghoter, subió a su caballo y continúo su camino, mientras la luna le daba la sensación de que lo espiaba, se molestó pero poco después recordo, que siempre lo hace y soltó una carcajada. El caballero sabía que estaba cerca, tan cerca de hallar a su amada qué instó a su caballo a ir más rápido, perdiendose en el desierto al sur del imperio.