webnovel

ME CONFUNDES...

— ¿qué... Intentas decir? — quiero estar segura de lo que pienso, quiero asegurarme en todo lo que me han dicho, quiero estar segura en lo que hay en su corazón.

— ya te lo dije una vez... Te repito la misma pregunta ¿Aún piensas que lo hago para mantener mi promesa?

— Tu... tienes mucha lealtad a mi padre — le respondo muy inquieta, él clava su mirada que no me deja parpadear.

—te tengo lealtad a ti... — me responde sin añadir más, me mira a los labios sin disimulo, yo sin saber que responderle quedo en silencio total, sin palabras, solo confusión... Mi corazón palpita muy fuerte — te haré sentir lo más incómoda posible cada vez que te sientas sola — sonríe, se levanta sin decir algún otro comentario dejándome con más dudas. Él de alguna manera me abruma, se queda en mi mente sin saber por qué y solamente me hace sentir un hoyo en mi estómago como si estuviera preocupada de perderlo, pero no sé cuándo comencé a sentir todo esto.

No logro entender su comportamiento tan repentino, es extraño, y ahora... cada día que pasa... cada hora me confundo más, no sé en qué pensar, él me abruma, me deja intranquila, no entiendo que pasa por su cabeza.

Al otro día intento practicar mi puntería con el arco, dándole a la flecha, recordando todo lo que dijo Hiroki, me daña la concentración... No me siento con tanto ánimo, es más solo estoy muy embrollada, no puedo dejar de pensar... en el pórtico y la lluvia

"¡Naomi! ¡Concéntrate!" me grito internamente tratando de mirar al punto fijo y no perderlo de vista, solo podía recordar la espada de Satoshi atravesando al rey, a mi padre que ahora por culpa de él me he quedado sola, pero con solo recordar a Satoshi, de la ira una flecha se dispara hasta clavarse en el árbol con éxito. "¡Muy bien!"

— buen disparo. — dijo Naoki a su elogio acercándose detrás de mí, me sonríe tierno — pero aún te falta práctica... Ven te muestro como se hace— se postra detrás de mí usando mis manos como títeres para apuntar, como lo que hizo Hiroki el otro día, pero él solo se quedó quieto y no me enseñó nada. — bien ahora fíjate en el blanco e imagina que le das al punto fijo para clavarlo— señala con sus manos al controlarlos míos, entre cierro los ojos frunciendo el ceño. Disparo mirando aquel punto con éxito, dejando nuevamente la flecha en el blanco. Sonrío feliz y lo abrazo en forma de agradecimiento por ayudarme. Él me abraza muy amable.

—¡Gracias! – le dije con una enorme sonrisa

— Mm... ¿Interrumpo algo? — nos sorprende Hiroki con una expresión molesta de habernos visto abrazados. Le sonrío diciéndole que lo logré, él me mira un poco enojado, le pregunto qué sucede— tú no puedes ir y abrazar a cualquier hombre, muchos son peligrosos... — advirtió regañándome, mirándome fijamente decepcionado, bajo la cabeza avergonzada sin entender ese trato.

— ¿cuál es el problema? Naoki es un buen amigo — le dije reclamando un poco nerviosa poniendo las manos hacia atrás como una niña pequeña. No estoy acostumbrada a que me regañen de esa forma, además no entiendo por qué Hiroki se pone muy raro cuando no estoy haciendo nada malo. Hiroki de repente me toma de la muñeca exaltado bruscamente.

— Si y Satoshi es tu primo y te traicionó— Me jala del brazo queriendo llevarme con él — ¿vienes conmigo? —dijo refundiendo, mi respiración empieza a acelerar en esta situación tan incómoda.

— No. — dijo Naoki mostrando su lugar y evitando el paso — ¿no te cansaste de tratar a la princesa como si fuera tu perrito faldero? ¡Deberías tratarla con respeto! — Naoki en su mirada lo fulmina, pero Hiroki frunce el ceño cada vez más enojado.

— ¿a ti que te importa lo que haga con ella? Es mi prometida de todas maneras — se defiende Hiroki.

— me importa mucho porque es su bienestar lo que también está a mi favor.

— de eso no te preocupes, de su bienestar me encargo yo— dijo ya muy molesto, la tensión aumenta, yo solo los observo nerviosa, parece que aquí mismo se van a agarrar a golpes por mi culpa.

— en verdad que eres descarado— refunde intenso— ¿no te cansas?, ¿cómo puedes enamorarte de dos chicas? ¿No crees que la princesa ya se ha lastimado lo suficiente?... — Hiroki lo mira confundido— ¿creíste que yo no lo sabía? ¿Creíste que nadie se daría cuenta de que aun... Estás enamorado... ¿De... Kyoto? — sonríe Naoki amenazante, una mirada tan fulminante y una sonrisa desafiante. Hiroki se queda en silencio, nervioso; miro a Hiroki con mi gesto de que le dijera la verdad, yo solo le suplicaba mentalmente para que le dijera que no era cierto, que le explicara todo lo que me dijo en el bosque y en el pórtico.

—Naomi, es mi prometida y es mi problema lo que hago con mi prometida— le dijo frío, en seco, sin explicaciones y aun confundida. Me jala tan fuerte de la muñeca para que lo siguiera, me agarraba tan fuerte que dolía.

Llegamos a nuestra habitación y me suelta muy brusco de la muñeca, está enrojecida del apretón

— ¡Me duele! — le exclamo muy adolorida teniendo un poco de miedo, en su rostro se podía ver que estaba tan enfadado— ¡¿Qué te pasa?!— refundí muy enojada por ese comportamiento tan idiota.

— ¡¿qué rayos sucede contigo?! Tú no deberías estar con otros hombres abrazándote, ¡tú eres mi prometida! — menciona lo último entre dientes y reclamos, empiezo a temblar del susto.

— pero... Naoki es nuestro amigo ¿cuál es el problema? — le pregunté algo nerviosa faltándome el aire.

— ¡el problema es que mi prometida no puede andar con cualquier hombre abrazándose como si nada! — estaba tan molesto que no sé qué responderle, me duele el corazón, no entendía por qué él de un instante a otro se comporta de esa manera tan grotesca. Quedamos en un minuto de silencio.

—lo que dijo Naoki... ¿Por qué no le respondiste? — lo observo clavando mis pupilas muy azaradas.

— ¿de qué hablas? ¿Qué querías que le respondiera? — levanta una ceja pretendiendo que no sabe de lo que estoy hablando.

— al menos ... Haberle explicado que lo haces por voluntad, Dijiste que tú...

— ¡¿tú crees que lo hago por voluntad?! — me interrumpe con ese ruido tan molesto en mis tímpanos — Te dije, lo hago para cumplir mi promesa — se explica. Siento mucha impotencia y tristeza... "¿fue todo mentira? ¿Otra vez me vieron la cara?" siento un cosquilleo muy intenso por todo mi cuerpo tan extraño, una decepción que me consume, en pensar que de nuevo jugaron conmigo...

— pero... Tú... Dijiste... Eso significa— Murmuré tan apenada de mí misma "que juego tan estúpido, decidí creer en él... Pero él solo lo hizo para que me sintiera protegida... No es voluntad... El aun ama a Kyoto" cierro mi puño de tanta ira, decepción y tristeza, frunzo el ceño y lo miro fijamente con mis pupilas ardiendo de la rabia. Le mando un estallo de mi mano rebotar a su cara tan fuerte volteándole el rostro que se escucha el estruendo por toda la habitación, dándole un rojo en su mejilla derecha "lo golpeé" vi mis manos algo sorprendida, la palma está muy roja. Me miro la palma sorprendida sin saber que acabo de hacer...

— ¡¿qué te pasa?! ¡¿Estás loca?! — me exclama muy enojado.

— ¡Si estoy loca! — Le grité muy furiosa por el dolor que siento. No me había dado cuenta hasta ese entonces de que ya me estaba enamorando de Hiroki. Las lágrimas se escurrieron en mis mejillas como agua — eres un idiota... — doy sollozos de la furia. Me voy de la habitación corriendo a la salida a fuera de la mansión, Hiroki no dijo ni una sola palabra, se queda ahí callado, sin moverse, ni siquiera me detiene o se disculpa.

Me dejo caer detrás de la mansión llorando, me recuesto en un muro; pongo mis rodillas en mi pecho y dejo caer mi cabeza en estas con mis brazos rodeando para no sentir a nadie y estar sola. "¿por qué me siento tan mal? Naomi tonta, volviste a caer otra vez. Ahora te das cuenta de qué... Te gusta Hiroki" me dije a mi misma en llanto, dando la razón por la cual me sentía tan mal.

Creo que ahora mi corazón... ha vuelto hacer pisoteado otra vez, yo que pensaba en protegerlo... cuando él ni siquiera tiene las intenciones de protegerme, y ahora no sé qué hacer con este sentimiento, que ahora aunque llore y lo "odie" no se despega de mí, que ahora... me estoy dando cuenta... que me he estado acercando más, cuando desde un principio debí estar lejos, no debí involucrarme, no debí acercarme a estas llamas y en cambio... lo hice... me terminé acercando tanto, que en vez de quemarme solo un poco, terminé siendo fundida en cenizas, terminé ahora odiándome por volver a confiar, por volver a permitir este trato "creo... que me gusta el dolor... porque ahora... me estás gustando... como odio esto" es lo único que puedo pensar ahora, es lo único que puedo sumergirme entre el odio y el amor, y ahora siento un mar hundiendo mi cuerpo en ese gusto por Hiroki.

Chương tiếp theo