Ha llegado el momento

—¿Pero, caerán en la trampa? —Aiden frunció el ceño.

No sentía nada por Sangre Demoníaca. Incluso estaba lleno de hostilidad. La razón por la cual Sangre Demoníaca y este país se convirtieron en enemigos otra vez fue para matarlo a él. Como resultado, tantas cosas ocurrieron.

¡No sabía si el jefe de arriba se arrepentiría de haberlo matado y de haber pagado un precio tan alto! Pero sin importar cual fuera la razón, ya no se podría cambiar. La operación de Sangre Demoníaca contra ellos ya estaba en marcha. Incluso si Sangre Demoníaca quisiera retirarse ahora, ya era demasiado tarde.

—¡Lo harán! —Los ojos de Oliver Walker brillaron fríamente.