Capítulo 8. Asuntos peligrosos VIII

Mo Shan se sintió incómoda, pero ella continuó hablando con una voz clara y determinante: —Mis sentimientos hacia ti no han cambiado desde entonces. Todavía espero convertirme en la novia del Hermano Yunting algún día.

Huo Zhenning rápidamente añadió: —Yunting, sabes por qué te pedimos que vengas hoy. Shan es una buena joven de una familia de igual posición, y crecieron juntos. Ya no eres joven, y es hora de empezar tu propia familia.

Por eso Huo Yunting volvió aquí. Lu Zhaoyang pensó para sí misma. ¿Para empezar su propia familia? Jaja, me pregunto: ¿cuál es el castigo para la bigamia?

Huo Yunting tomó una rápida mirada de lado a Lu Zhaoyang y llegó a una decisión.

Él asintió y dijo: —Tienes razón, debería casarme pronto.

Bajo la mirada tímida de Mo Shan, se volvió hacia Lu Zhaoyang y sonrió significativamente.

—¿Qué piensas, hermana?

¿Qué?!

El corazón de Lu Zhaoyang saltó un latido. Esto era incómodo. Ella realmente no podía estar de acuerdo o en desacuerdo con él, así que se conformó con una risa forzada.

—Debes decidir por ti mismo, hermano.

—Oh —dijo Huo Yunting, admirando su compostura, y la encontró entretenida, pero mantuvo una expresión preocupada en su rostro—. No me importa casarme, pero hay un problema.

La actitud elegante de Mo Shan casi se rompió cuando ella soltó: —¿Cuál es?

Huo Yunting le echó un vistazo a Lu Zhaoyang y frunció el ceño en apuros, como si estuviera decidiendo hacer algo terrible.

—Es porque…

El corazón de Lu Zhaoyang casi explotó por el suspenso, pero no se atrevía a interrumpirlo mientras observaba que los labios del hombre se abrían y cerraban con vacilación.

Justo cuando ella estaba a punto de perder toda esperanza, él dijo: —Soy un hombre de negocios, y los negocios siempre tratan de probar cosas antes de decidir sobre la compra. El matrimonio puede esperar.

Lu Zhaoyang sintió que su cuerpo se relajaba instantáneamente. Sabía que Huo Yunting se burlaba de ella a propósito y la miraba.

Huo Yunting no retrocedió, sino que regresó con una sonrisa de triunfo que trajo otra oleada de ira en Lu Zhaoyang.

Huo Zhenning tosió, mientras que Mo Shan lanzó una mirada tímida a Huo Yunting. Con un tono de enojo ella dijo: —Hermano Yunting, no bromees ahora. Después de todos estos años, sigues siendo tan frívolo como siempre.

Ella había ido al extranjero a estudiar, esforzándose para hacerse digna de él.

Además de sus antecedentes familiares, ella también quería convertirse en una persona capaz para corresponderle.

Huo Yunting descansó su cabeza en su barbilla y pasó sus dedos perezosamente a través de su cabello. Sonrió descaradamente y dijo: —Si hubiera sido más serio, ¿te habría gustado tanto como para ofrecerme tu primer beso?

Mo Shan hizo un puchero.

—Yo sólo tenía ocho años. ¿No tienes vergüenza de ti mismo?

A Lu Zhaoyang le pareció que su coqueteo era ridículo.

Huo Yunting se volvió hacia Lu Zhaoyang y se encontró su fría mirada. Él sonrió y continuó afectuosamente: —Mi hermana sabe si soy capaz de sentir vergüenza, ¿no es así?

...

Lu Zhaoyang fingió no escucharlo.

¿Puede parar esto ya?

Xue Yuming pensó que su hija se llevaba bien con Huo Yunting y se sintió feliz por ella.

—Yang Yang, me alegra que trabajaras en la compañía de tu hermano. Es tan agradable ver que se llevan bien. Yunting, mi hija es un poco caprichosa, ta-

Antes de que ella pudiera terminar, Huo Yunting se llevó un dedo a los labios y se calló. Su encantadora sonrisa era un marcado contraste con su brutal mirada.

—Cállate, contaminarás el aire que nos rodea.