édgar seguía siendo muy receptivo, aceptando en tan poco tiempo que el tipo que una vez se
obligó a tener una relación, era su maestra.
Cogió la bolsa sellada:
—?Tanta prisa tienes?
Cristina le respondió:
—Que no se entere otra persona.
Esto era una cuestión muy importante para Gonzalo.
Y le habría encantado tener los resultados en dos horas si édgar era mejor.
Aunque édgar parecía desgarbado, no era nada ambiguo cuando se trataba de negocios:
—Bien.
Cristina le preguntó:
—?Cuáles son las nuevas noticias de Escuela de Medicina?
—Nada, ?por qué? —édgar terminó su respuesta antes de preguntarle confundido:
—Estás una generación por encima de mí, las últimas noticias son que usted sabe más rápido
que yo.
Cristina no dio explicaciones, sino que se limitó a preguntar con indiferencia en respuesta:
—?No está bien?
Ahora era Cristina en vez de Isabella. Le resultaría difícil volver a Escuela de Medicina con su identidad actual.