Cap 4

Y entonces morí, pero sobreviví..., si claro.

Por lo menos mi muerte fue pacífica, no me dolió, aunque fue bastante solitaria. Como sé que estoy muerto, simple, la mujer frente a mí es de otro mundo, literal, nunca vi tanta belleza, y esos pechos son enormes, mis manos no podrían contenerlo todo, es una típica chica de un manga hentai de tetonas.

Lleva puesto un vestido blanco, que cubre hasta sus muslos, no es apretado, es de los holgados, eso si, no puede esconder ese enorme trasero. Cabello rizado y rubio, yo creo que igual abajo, no sé todavía, recién la conozco, y dudo que le agrade, rechina los dientes y aprieta los puños con fuerza, creo que está enojada.

Ni idea porque y no quiero preguntarle, es mujer, y seguro me dice "Tú sabrás", mientras poza con las manos en las caderas y me mira con desprecio.

Oh, claro, se me olvido mencionar que lleva bragas blancas con encaje, ¿cómo pude verlas?, es porque estoy sentado en el suelo y ella esta de pie, su vestido es de los cortos, muy cortos.

Considero que es una especie de Dios, eso pienso, aparte de su belleza no tiene nada más, no tiene esa aura que te hace arrodillarte y suplicar perdón por tus pecados. Incluso parece inofensiva como un peluche, o una muñeca inflable.

La diosa frente a mí estaba a punto de explotar, su cara es roja como el tomate, y no de la vergüenza, se me olvido decirlo, pero soy muy guapo, es normal que se sonrojen cuando me ven, narcisista, algo, no siempre.

-"¡Mortal!, como te atreves a mirarme con esos ojos lujuriosos y lleno de mala intenciones, estás frente a una diosa, deberías inclinarte y veneradme"

Que mujer más narcisista y malhumorada, con esa actitud seguro no consigue ningún hombre, no me sorprendería que siguiera siendo virgen, algo me dice que morirá soltera, claro que si me lo pide, no dudaría en acostarme con ella, incluso me caso, tener una diosa de esposa no está mal, pensé.

-"¡Estúpido mortal!, fu,fu,fu" La diosa tomo un respiro antes de seguir, seguro está muy molesta. Luego continuó -"Sigo soltera porque nadie es digno de mí, y nunca, nunca, escucha bien, ¡nunca estaría con un hombre como tú!"

Puede leer mis pensamientos, ¿y qué?, obvio que lo sabía desde el inicio, si no puede hacer algo tan simple, no sería un dios, ¿o si?

La diosa se cruzó de brazos y pisaba el suelo con fuerza, no ocultaba su ira y desdén hacia mi persona.

Estoy jodido. Es lo único que se me viene a la mente, y dudo que pueda remediarlo.

-"Claro que leo tus pensamientos imbécil, y lo peor es, que tú lo sabes y ni siquiera te controlas, eres imbécil, ¿¡deseas morir?!"

No, no quiero morir otra vez, si tengo la posibilidad de reencarnar, porque no, el gran problema era...

-"No serviría de nada actuar bien, desde que te vi, lo supe, me odiabas, lo vi en tus ojos, esa mirada llena de odio y desprecio, es como si miraras basura, y dudo que sea porque soy humano, creo que es por algo más, y si eres una diosa, llegue a la conclusión que me conoces, e hice algo que te enojo, incluso antes de llegar, ¿no es así?"

Cualquier idiota con una neura se daría cuenta cuando alguien te odia, más cuando no lo oculta, por eso no intente actuar correctamente, su odio es demasiado irracional como para hacerme su amigo en unos minutos.

La diosa resopló con disgusto, no le agrado mi acto sábelo todo. Y no, no soy uno de esos.

-"Inteligente..., pero imbécil al mismo tiempo, si sabes que te odio, ¿no deberías calmar mi ira?, o por lo menos preguntar por qué te odio, o simplemente pedir disculpas"

Ahora parecía un poco más calmada, se arregló el pelo, y respiro profundamente. Lo diré ahora, pero dudo que sea Tsundere, y dudo que sea mi esposa oculta, que tuvo que dejarme en el mundo mortal para salvar mi vida, y esas cosas raras. Ella en verdad me odia.

-"¿Disculparme?, no sé cómo te hice enojar, aparte de mirar tus pechos, nunca antes nos vimos."

-"Tú no me conoces, sin embargo, yo a ti sí, vi tu vida y todo lo que provocaste con tus sucios actos, ¡eres un ser repúgnate!, si midiéramos tu karma, sería menos mil millones."

Oye, oye, oye, como repugnante, además, que pasa con esta diosa vulgar, solo me insulta y me trata mal, ¡ni un vaso de agua me ofreció!, que mala recepción, le daré una estrella. Pense.

-"No mereces mi hospitalidad" Dijo la diosa, que leyó mi mente.

Me levante del suelo y mire a la diosa hacia abajo, ya que es más baja que yo, casi me llega el pecho, hablando de pecho, sus tetas son blancas lechosas, muy lindas desde mi punto de vista, su vestido tiene un escote pronunciado en corte V.

-"Y que, quieres que llore o suplique piedad, pues no lo haré, nunca me incline ante nadie, nunca pedí perdón, y soy demasiado orgulloso para hacerlo."

En realidad, no era necesario pedir perdón o disculparse, menos rogar por mi alma, porque desde que llegue a este lugar, lo supe, pude sentirlo, estaba condenado, y nada cambiaria ese hecho. Y con las siguientes palabras, ella corroboró mi idea.

-"¡Tonto!, aunque no importa, incluso si súplicas misericordia, ¡no la tendrías!, eres demasiado malvado para perdonarte, debes pagar todos tus crueles actos, kus,kus,kus."

La diosa hizo aparecer un abanico y se cubrió la cara mientras se reía.

Me gusto su sonrisa, era hermosa como una flor, ¡lástima que sea una perra!

-"¡A quien le dices perra!" Me grito, mientras se cruzaba de brazos y agitaba sus pechos, siento que me quiere tentar.

-"Pero también dije que eres hermosa, tch, típico de mujeres, solo se fijan en los errores."

Para ser sinceros, todos nos fijamos en lo malo, difícilmente alabamos lo bueno, y eso tiene que ver con que somos egoístas y celosos, nos agrada ver a las personas bien, pero no más que nosotros, por eso disfrutamos de la desgracia ajena, más si la otra persona posee más cosas que nosotros.

La diosa volvió a acomodarse el cabello detrás de su oreja, al parecer, su paciencia es muy baja.

-"Mortal." Dijo con una voz fría que penetro mis huesos, sentí miedo, lo admito, ahora veo porque es un dios, aun así, yo nunca me acobardo.

Hice una mueca y levante la mano para que se callara, ella me fulmino con la mirada.

-"Arthur, Arthur Sindragosa, eso de mortal aquí, mortal allá, ya me aburrió, es poco educado de tu parte."

-"¿¡Cortesia?!, ¡soy una diosa!, no me rebajes a tu nivel, Arthur..."

Esa cara de haber comido limón, lo dice todo. A pesar de eso, se ve igual de hermosa.

-"Asi me gusta, veo que aprendes rápido, te dejaré usar mi apellido si continúas de esa manera" Me burle.

Sé que estoy jugando con fuego, y es un riesgo que estoy dispuesto a correr, si me van a castigar de todas maneras, ¿por qué no divertirme un poco?

La diosa se revolvió el cabello y me gruño, parecía un perro rabioso.

-"Grrrrrr, tch, dejemos las estupideces, es hora de hacerte pagar por tus pecados."

No pude evitar seguir burlándome de ella, agarre su barbilla y le dije:

-"Que cruel, ya te quieres deshacer de mí, y yo que me estaba enamorando de tu terquedad y hermosura."

La diosa golpeó mi mano con brusquedad, no me dolió.

-"Ja, ja , ja, ja, ja, ¿amor?, ¿tú?, ¡no me hagas reír!"

-"Aunque no lo creas, si me enamore..."

La diosa se sorprendió por mi sinceridad, y empezó a buscar en sus libros, creo que le dio curiosidad.

Mientras ella estaba en lo suyo, pude averiguar una cosa, ella no puede lastimarme, no sé que lo impide, pero es algo a favor, no importa cuanto la moleste, no me matara, no en este lugar.

-"Mentiroso, no sale nada de eso."

-"¿En serio?, que raro, tus libros están mal entonces, yo si me enamore..."

El único problema es que ese amor nunca fue capaz de crecer, no fue culpa de ella, fue mía, me demore demasiado, y no, no se fue con otro chico, solo murió, simple y sencillo.