Historia Paralela Nuevo Comienzo Capítulo 129: Estoy aburrido.

Utilizando su reloj holográfico, Aurora mantuvo su mirada en los comentarios mientras escuchaba el audio del video con sus audífonos.

La voz de 'Serafín' estaba sonando en su oído y ella lo estaba disfrutando, mientras miraba los comentarios del video que estaba escuchando.

"¡Serafín es genial! Estoy ansioso por comprar su primer disco."

"Esperemos que consiga una discográfica agradable. La industria es problemática."

"Escuche que ha rechazado firmar con decenas de industrias. Si sigue de esa forma la meterán en la lista negra."

"Son solo rumores. ¡Ella es demasiado increíble para ser aplastada!"

"Escucharon su canción sobre la 'Primera Heroína'. Hay rumores que Serafín estuvo en Egipto durante la Calamidad no-muerta."

"Ella no es para tanto. Pronto será olvidada."

"¡Cállate hater!"

"¡Cállate hater x2!"

"¡Cállate hater x3!"

Aurora dejó su 'x4' en la línea de comentario y luego vio que decenas de personas le siguieron, dejándola bastante satisfecha.

No le importó que su hermana que estaba a su lado le estuviera dando una mirada rara ante su asentimiento constante y en vez de eso, inició un audio de Akira.

"¿Viste los comentarios del último video de Serafín? ¡¿Cómo se atreven?! ¡Siempre son los mismos hater! ¡Hay que encargarnos y denunciar sus cuentas!"

La voz de Akira que llevaba la seriedad de una fanática fue clara a sus oídos, pero denunciarlos para Aurora era…

"¿Denunciarlos? Es muy poco. Le pediré a Liam que encuentre en donde viven y le haremos una 'visita' en secreto. De esa forma no dejaremos tan mal al fandom." Respondió Aurora con claridad.

Liam durante estos meses había demostrado que era un maldito genio y si se le daba algo de dinero, era capaz de ser extremadamente eficaz en cualquier tema virtual.

Descubrir quién estaba detrás del nombre de usuario de una cuenta al azar de internet, era bastante fácil.

Alice le dio una mirada aún más rara, pero Aurora la volvió a ignorar y escuchó la respuesta de Akira.

"Creo que eso es demasiado… Das miedo. Hazme acordar que nunca te haga enojar."

Voz temblorosa y asustada que no podía ocultar la risa entretenida fue la respuesta que recibió y Aurora se rio.

"Lo sabía, eres una falsa fanática."

Junto a sus respuestas envió varios emoticones animados de 'traición', logrando que Akira respondiera con sus propios emoticones, antes de que esta última se despidiera debido sus tareas escolares.

"¿Qué?" Preguntó Aurora al ver que su hermana lo seguía mirando y con calma, añadió. "Era broma."

Ahora estaba viajando en taxi por las calles de Estambul en dirección al 'Palacio de Dolmabahçe' en donde su madre y padre estaban en reunión.

Estos últimos le habían pedido que salieran en familia, cuando ellos terminaran de trabajar, así que tuvieron que venir de África para la reunión.

En cuanto a sus palabras, eran una broma.

"Lo dice la persona que el último mes de febrero viajó a Etiopia para eliminar a dos señores de la guerra." Murmuró Alice intensificando la mirada rara.

Buscaba avergonzarla e incomodarla, pero Aurora no se iba a dejar avergonzar y más cuando estaba de tan buen humor.

"Fueron tres. Y era necesario. Tres idiotas que querían imitar al Emperador Sudamericano declarando la guerra a sus vecinos con la intención de unificar sus tierras, solo causando muerte." Murmuró Aurora con un tono que salió gruñón y agitando su cabeza sin pensar en el tema, añadió. "Y esto es diferente. No es que vaya a matar a quienes dejan malos comentarios, tal vez si van al extremo, solo asustarlos, pero no me gusta hacer cosas ilegales."

"…"

—…

Su hermana no le respondió y su sola mirada decía todo mientras que su sistema dejo ver tres puntitos.

¿Ya hacia cosas ilegales? Suponía que ordenar que alguien se infiltrara en redes de información, relojes holográficos, robara cuentas bancarias y a la vez asaltar los hogares de otras personas para eliminar o 'detener' a diferentes individuos peligrosos se podía considerar 'ilegal'.

En su defensa, eran señores de la guerra y el lugar en donde trabajaba era África en donde no llegaban las leyes… Y lo más cercano a 'autoridades' era la iglesia con la cual trabajaba.

Y fue al pensar en todo eso, que mejor mantuvo su silencio y dejo que el taxi siguiera en movimiento, notando que el taxista estaba un poco incómodo.

El mes de febrero fue agitado para ella debido a que los idiotas que creían que podían imitar al Emperador Víctor estuvieron apareciendo.

Esperaba que este mes de marzo fuera más tranquilo, pero los idiotas siempre eran idiotas.

"Hay bastantes personas. Déjenos en la parte trasera de seguridad." Pidió Aurora sin aclarar nada y de cierta forma cambiando de tema.

Que pidiera que la dejaran en donde estaba toda la seguridad, dio cierto alivio al pobre taxista que seguramente pensaba que estaba al lado de dos lunáticas disfrazadas de jovencitas.

Aurora en vez de seguir pensando en el tema, observó la multitud que estaba en el área.

En el 'Palacio de Dolmabahçe' se estaba llevando a cabo una reunión importante entre Grecia acompañada por el Imperio Falion y los restos de Turquía a cargo del Gremio Los Caídos y el Rey Demonio Pacífico.

Una de las tantas tareas era organizar la seguridad y probablemente dividir las fronteras con claridad entre Grecia y los restos de Turquía.

Estambul fue ocupada por las fuerzas griegas y del Imperio Falion durante la guerra europea para proteger el estrecho del Bósforo de los demonios y estas tierras que antiguamente eran de 'Turquía', ahora estaban en manos griegas.

Algunos individuos que solo buscaban intereses del otro lado del estrecho exigían que le devolvieran estas tierras, que eran parte de los 'Restos de Turquía' y por ende de ellos.

No obstante, resultaba complicado hablar de soberanía cuando los 'Restos de Turquía' era en realidad una facción totalmente diferente de la antigua nación, no obstante, los intereses siempre estaban presente.

Ahí en donde intervenía sus padres por medio de la Iglesia del Tiempo y el Espacio buscando que ambas fuerzas llegaran a un acuerdo.

Tras bajar del taxi y acercarse a los de seguridad, Aurora mostró su autorización en su reloj holográfico a un elfo que la dejo pasar.

"Los terranovense son increíbles…" Murmuró Aurora con sinceridad.

Quienes estaban a cargo de la seguridad de este evento eran los terranovense del Imperio Falion y la seguridad de por sí era increíble.

Captaba de forma ligera decenas de barreras de todo tipo, algunas de supresión, otras de reconocimiento para los anillos espaciales y de sellado para los mismos.

Buscaban evitar ataques terroristas ya fuera que utilizaran bombas o pergaminos y si alguien con buenos sentidos miraba al cielo, podría captar algunos movimientos extraños a pesar de que el cielo estaba libre.

Era probable que fueran miembros de las autoridades terranovense moviéndose en secreto para vigilar la multitud y el palacio.

Caminando por el área de seguridad, Aurora supo que estaba siendo vigilada y en vez de tratar de adentrarse más profundo y causar problemas, esperó en la parte trasera.

Ellas ante los ojos de la multitud de afuera no tenían relación con la Luz de Plata y el Gigante de Acero y tanto Aurora como sus padres deseaban que permaneciera de esa forma.

Su hermana era probable que no le interesara, pero incluso ella no podría negar que solo causarían problemas si su relación se hacía pública.

Esperando a que todo terminara, Aurora vio entre la multitud a un enano que reconoció y ese mismo se acercó.

"¡Bienvenidas!" Saludó Urfin al acercarse con una sonrisa.

Que muchos dirigieran las miradas al ver que Urfin las saludaba de forma tan amistosa causó que Aurora se pusiera un poco tensa, pero como estaba de buen humor lo dejo pasar.

"Su seguridad es increíble. Deben haber puesto mucho esfuerzo." Comentó Aurora de forma honesta tras los saludos ocasionales.

Sabía que al frente de ella no estaba el enano que disfrutaba la comida, sino que el 'Jefe de Seguridad Nacional de Grecia', pero no pudo evitar dar su buen comentario.

"Sí. Necesitamos esforzarnos. Hay una imagen pública que mantener y si soy sincero, que estamos perdiendo." Confesó Urfin y cuando Aurora lo miró curiosa, explicó. "Ya sabes, tratos con demonios. Muy mala publicidad con los terrícolas."

Como siempre era una persona demasiado sincera con los asuntos que hablaba y si bien sus asistentes pusieron una barrera a su alrededor, seguía siendo honesto y eso era algo que le agradaba a Aurora.

"Los terrícolas somos mediáticos. Nunca nadie podrá hacer nada bien." Respondió Aurora con calma.

No era la mejor para señalar que hacer 'tratos con demonios' estaba mal, cuando ella financió a Melgar para que gobernara y conquistara Jartum.

Como si fuera poco, ese demonio seguía trabajando y si bien en este punto no era para ellas, sino que para Zerzura, no había dudas que seguían teniendo tratos con demonios.

Aunque en este caso, Urfin se refería al trato que el Imperio Falion y Grecia estaba haciendo con el Rey Demonio Pacífico para organizar la frontera.

"Cierto. Incluso cuando estamos llevando decenas de misiones para acompañar refugiados por todas estas tierras, nuestra imagen no mejora demasiado." Dijo Urfin pasando un anillo espacial a Alice, y cuando Aurora los observó con curiosidad, señaló. "Comida."

Urfin dijo una palabra, explicando todo de inmediato y Aurora abrió sus ojos para mirar a su hermana.

¿Le había pedido que le hiciera platos de comida? ¿Cómo? ¿Cuándo? Aurora le dio una mirada asesina a su hermana y fue imposible que no lo hiciera.

¡¿Cómo se atrevía a molestar al Jefe de Seguridad de toda una nación por comida?!

"No necesitas enojarte. Le pago." Respondió Alice asintiendo múltiples veces, perdida en el anillo espacial que le acababan de entregar y sin mirarla a ella, añadió. "Gracias. Le diré a James que priorice los negocios contigo y luego con el Imperio. Siempre es bueno cooperar con grandes socios."

Alice no era de interferir en negocios de la Empresa Apicius, pero aquí estuvo claro que estaba interviniendo de forma muy directa.

"Perdón por mi hermana." Murmuró Aurora avergonzada frente a ese enano e inclinándose sutilmente, agregó. "Si necesitas algo, puedes pedirlo. Haré lo posible por ayudar."

Era probable que James y Urfin tuvieran negocios hasta era posible que involucrara a la Empresa Apicius y al Imperio Falion e incluso otros intereses.

No obstante, era imposible que en esos tratos estuviera involucrado darle comida a su hermana y eso significaba que era la glotona a su lado quien se estaba moviendo por su cuenta.

"En realidad, me gusta cocinar, así que no hay problema, pero ahora que lo dices…" Dudando un rato, al final Urfin suspiro y comentó. "He escuchado que han ocurrido varios problemas con algunas misiones de escolta para refugiados liderados por nuestras fuerzas. Zerzura tiene experiencia, me gustaría pedir a apoyo de algunos de sus más veteranos equipos. Si es que tienen espacio libre, claro está."

Si al principio estaba hablando de forma casual al aceptar, luego puso una expresión de seriedad tomando su rol como miembro de alto rango del Imperio Falion.

A la vez que las trato a ellas como autoridades de alto rango de Zerzura y si bien eso le causó un poco de incomodidad a Aurora, al final suspiró.

"Envíame un mensaje con los detalles. Me encargaré de que lleguen a manos adecuadas y te daré una respuesta satisfactoria." Respondió Aurora siguiendo su enseñanza de las clases virtuales, que hablaba de negociaciones.

De cierta forma no era necesario que llegaran a nadie más debido a que era ella quien se encargaba de organizar las misiones arcas y dirigir los equipos, pero prefirió hablarlo con las diferentes autoridades de la ciudad antes de decidir.

Aun así, deseaba ayudar si era necesario y más cuando el asunto, era algo que le interesaba a Aurora.

"Gracias." Dijo Urfin y tras recibir varios mensajes, agregó. "Debo retirarme. Nos vemos a la noche."

¿A la noche? Esa duda vino a la mente de Aurora que se quedó aturdida viendo como ese enano se retiraba y luego tras pensar que en la noche iban a cenar en un restaurante que Alice eligió, abrió sus ojos de forma grande.

"No me digas…" Murmuró mirando a su hermana que desvió su mirada.

"Vi la oportunidad y la aproveché." Respondió Alice sin ningún sentido de vergüenza.

Sabía que Urfin le gustaba cocinar y visitaba los restaurantes a veces siendo invitado por los chefs, pero estuvo claro que esta vez Alice se había preparado.

No solo le pidió que le trajera comida, sino que era probable que lo hubiera molestado para que esta noche fuera su chef.

"¡Alice!" Exclamó Aurora golpeando el hombro de su hermana de forma ligera, pero al ver que esa glotona dejaba ver una expresión de 'no me arrepiento de nada', ella dio una mirada seria y declaró. "Si es aprobada la ayuda, serás la primera que será enviada para ayudarlos."

En caso de que las autoridades de Zerzura aprobaran el apoyo que Urfin pediría, Aurora sin duda enviaría a su hermana para que pagara las molestias que causaba… Aunque era probable que también tuviera que ir ella, para evitar que causara aún más problemas.

Urfin era alguien honesto con sus gustos y un 'gourmet' del alma, que se llevaba muy bien con aquellos que le gustaba la comida.

Aurora que había cocinado a su lado lo comprendía, pero su hermana se estaba aprovechando de ese individuo.

Viendo que seguía siendo descarada, Aurora estuvo por castigarla quitándole su postre, cuando vio que una joven secretaria se acercó, trayendo una carta para ella.

"¿Para mí?" Dudó Aurora y cuando la secretaria asintió, abrió la carta y…

"Estoy aburrido."

No supo qué decir, ante las palabras de la carta y como si la joven se hubiera confundido tomó su carta de sus manos y se la paso a Alice.

Si Aurora había mostrado una expresión de desconcierto ante la rareza de que alguien le enviara una carta diciendo que estaba aburrido, Alice dio una expresión seria y luego todas sus emociones que antes mostraba desaparecieron.

"Te has confundido de persona." Dijo Alice con una voz que ante los oídos de Aurora sonaban frías.

"Si… Lo siento. Fue mi culpa." Respondió la secretaria tomando la carta con sus manos temblorosas.

Luego Alice se cruzó de brazos y al recibir su mirada, trató de calmarse como si le dijera que no sucedía nada.

"En este mundo hay algunos idiotas. Hay que tener cuidado de ellos." Dijo su hermana y utilizando su reloj holográfico, comentó. "Dile a nuestros padres que volveré en un momento. Tengo un asunto de la Empresa Apicius de la cual encargarme."

Aurora sin poder pedirle explicaciones o preguntar qué era lo que sucedía, la vio ser tragada por su oscuridad y desaparecer sin saber a dónde.

Dudando un momento, al final ella le envió un mensaje a su madre sobre lo sucedido.

"Ya estamos saliendo, me encargaré de vigilar a Alice. Tú ve con tu padre al restaurante."

Leyendo la respuesta instantánea de su madre y viendo que de verdad la reunión había terminado, Aurora se sintió un poco más aliviada.

******

La oscuridad se retorció desde la esquina de un pasillo de un hotel cercano al 'Palacio de Dolmabahçe' y Alice apareció en ese lugar.

Caminando a la última habitación, la entrada se abrió y…

"¡Alice!"

*BOOM*

Un hombre de cabello negro y ojos rojos, que dio una sonrisa sumamente encantadora y emocionada saludó desde el interior de la habitación y esquivó una lanza negra que cortó sus mejillas y golpeó la pared con fuerza.

"Yo también me alegro verte, Alice." Dijo el hombre y esquivando varias lanzas negras que perforaron la pared a su espalda, murmuró. "¿Siempre eres tan gruñona?"

Su murmullo sorpresa por sus ataques llenos de intención asesina fue lo que hizo enojar aún más a Alice.

Daba la impresión de que no sabía cuál fue su error y era inevitable que tal estupidez la enfureciera.

"Eres un idiota." Dijo Alice con una voz fría que llevaba una profunda intención asesina.

La oscuridad empezó a extenderse por la pared, por el suelo y el techo llevando a que el joven hombre se subiera a un sofá como si no deseara tocar la oscuridad.

"Espera. Espera. Siempre soy un idiota. ¡No sé lo que hice mal!" Gritó el hombre con una voz sincera que dejaba en claro que no sabía su error.

Fue la mirada sincera que mostraba lo que la detuvo por un segundo.

"No debiste acercarte a mi hermana…" Murmuró Alice sin ocultar su sed de sangre y las lanzas que aparecieron desde las paredes fueron la prueba de que estaba muy enojada.

Sin embargo, se detuvo no por la estúpida mirada del idiota que estaba delante de ella, sino que por el sonido de la puerta.

"¿Señor se encuentra bien? ¿Desea que llame a las autoridades?" Dudó una voz femenina que parecía ser la encargada de la seguridad del hotel.

Alice redirigió su mirada al hombre, quien tragó levantando sus manos con una expresión de falso miedo.

"Sí, estaba poniéndome al día con una conocida, que es un poco violenta." Respondió el hombre con una voz que llevaba tranquilidad y cierta diversión.

A la vez fue ambiguo lo suficiente para…

"Señor, active la barrera para no molestar a los demás con sus actos."

Esas fueron las últimas palabras de la mujer antes de retirarse y el tono que había utilizado fue algo asqueada por escuchar demasiada información.

Alice en vez centrarse en esa broma del hombre, le dio una mirada fría, al ver que ese idiota activaba las barreras.

"Perdón. Ni siquiera me acerqué, solo te envié una pequeña carta." Murmuró el hombre al sentarse en el sofá con una voz desanimada y dándole una mirada, agregó. "Lo siento, la próxima vez tendré cuidado."

Si su primer murmullo daba la impresión de estar bromeando para relajar la atmosfera, sus últimas palabras fueron sinceras… O lo más sincero que un idiota como él era capaz de ser.

"¿Qué quieres?" Preguntó Alice con frialdad.

Pudo sentir que en el edificio la seguridad estaba alerta por lo sucedido y mayor que todo pudo captar la presencia de alguien más poderosa esperándola en la entrada del hotel.

Si lo atacaba, solo causaría problemas.

La mejor forma de lidiar con un idiota, era mantenerlo lejos.

"Estoy aburrido." Respondió el idiota y dando una mirada, comentó. "Ya sabes, me aburrí de hacer lo mismo y como todo el conflicto en esta área terminó, no tengo nada que hacer, así que pensé en algo."

Dejando un momento como si quisiera crear 'tensión', lo único que provocó en Alice fue impaciencia que mostró haciéndole una señal para que hablara de inmediato.

"¡Quiero tener otra vida como director!" Anunció el idiota como si se le hubiera ocurrido la mejor idea de todos los tiempos y emocionándose, murmuró. "¡Crear una gran obra será la nueva razón de ser de esta vida!"

Ese hombre sonrió como un niño emocionado ante su anuncio y al ver que ella solo lo miraba como alguien miraba un idiota, continuó.

"La industria del cine es otro mundo. Lleno de oscuridad, en donde los actores y actrices sufren a manos de sucios productores, en donde los manager venden a sus artistas y en donde los directores se aprovechan de aquellos desesperados. Es un lugar turbio y… ¡Quiero estar ahí, Alice!" Exclamó el idiota y riéndose, añadió. "Estudiar cine, crear películas, cortometrajes o series. Tengo muchas ideas y creo que siempre se me dio bien dirigir espectáculos."

¿De qué demonios estaba hablando? Alice solo frunció el ceño, molesta por los desvaríos del idiota.

Comprendía que era una nueva vida porque según él la industria era un 'mundo diferente' y de cierta forma deseaba comenzar desde cero siendo desconocido, no obstante, no tenía nada que ver con ella.

"Solo hazlo." Respondió Alice como si fuera obvio.

No tenía sentido que le preguntara a ella sobre si debía o no hacerlo y como alguien que siempre había hecho lo que deseaba, esta vez era probable que no fuera diferente.

Aun así, ese hombre le dio una media sonrisa como si estuviera algo 'incómodo'.

"No tengo dinero. ¿Cómo pagaría las películas? ¿Sobornaría algunos productores? ¿Corrompería algunas actrices y jugaría con algunos actores?" Bromeó ese hombre y viendo que ella fruncía el ceño, precisó. "Escuche que la Empresa Apicius tiene algunas empresas en el área de entretenimiento. Y como no es mi culpa que esté aquí, pensé en pedir ayuda a mi conocida."

Al terminar le dio una sonrisa que ante los ojos de Alice fue molesta, pero quien estaba al frente de ella era un idiota y esos individuos causaban molestia con solo estar vivos.

"Arréglalo con James." Precisó Alice y viendo que ese idiota daba una sonrisa, su mirada se hizo fría y advirtió. "Y no vuelvas acercarte a mí o a mi hermana."

Fue una advertencia que dejaba en evidencia una clara amenaza, pero ese hombre solo dio una risa algo entretenida.

"Claro, mientras tú no te acerques a mí yo haré lo mismo."

Mientras no se acercará a él ya fuera por 'accidente' o para pedirle algún favor, ese hombre guardaría distancia.

Al escuchar esa respuesta, Alice fue tragada por su oscuridad y moviéndose hasta la entrada del hotel salió dándose cuenta de que toda el área estaba bajo un hechizo que la ocultaba y ella se acercó a la mujer que estaba esperándola.

"Así que era tu conocido." Dijo Agatha asintiendo como si pensara en algo y viendo su expresión, se acercó y abrazándola, murmuró. "No pocas esa cara mi niña, no es como si estuviera molestando a tu padre o a mí."

¿Dejo ver demás en su expresión? Alice al ser abrazada por esa mujer, simplemente disfrutó el cariño del abrazo y lo recibió sin ocultar el hecho de que la calmó un poco.

"Ven, vamos. Tu hermana y tu padre están esperando por nosotras. Mantendré tu pequeño secreto y le diré que fueron las obligaciones de la Empresa Apicius." Añadió Agatha dándole la mano para que la siguiera como si fuera una niña.

Y…

Alice tomó la mano de su madre desviando la mirada un poco avergonzada cuando esa mujer soltó una risa cariñosa al verla actuar como una pequeña niña.

Entonces ambas desaparecieron cuando la magia espacial hizo efecto.