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Seis. La Fugitiva.

—Muy bien estoy listo para entrenar. —dijo Aang después de haberse puesto una venda en los ojos.

Estábamos entrenando y se supone que tenemos que atacarlo entre Toph, Katara y yo, así que nos pusimos en posición.

Toph comenzó a sacar rocas del piso que Aang logro esquivar con facilidad. Katara comenzó a lanzarle látigos de agua, el los esquivo y le lanzo una roca a Toph, Aproveche para lanzarle una ráfaga de aire, él puso los brazos en forma de "X" y la resistió.

—Bien hecho, pies veloces. Visualizar luego atacar. —dijo Toph y le lanzo de vuelta la roca.

Aang se sumergió en un hoyo y la roca le dio de lleno a Katara tirándola al piso.

—Sigue tus propios consejos, Toph. —dijo Katara molesta limpiándose la tierra.

—¿Qué sucede? ¿Le molesta el polvo, señora quisquillosa? —se burló Toph.

Aang salió del hoyo.

Katara se molestó con ella y le lanzo una ola de agua.

—Oh~… lo lamento ¿Acaso te moje, ¡Babosa de lodo!? —

Las dos se fueron contra la otra.

—¡Ah! ¡Ataque sorpresa! —grito Sokka queriendo a tacar a Aang.

Aang lo detuvo con un muro de piedra.

—Sokka, el ataque sorpresa no funciona si gritas así. —dijo Aang.

En eso aproveche para lanzarle una ráfaga de aire, luego hice un látigo de agua que lo tomo desprevenido cuando se enganchó a su tobillo y lo lance al agua.

—¡Y así se hace! —dije festejando. —Regla número uno, cariño, nunca bajes la guardia. —sonreí y lo ayudé a salir del agua.

—Lo tendré en cuenta. —dijo el mientras se secaba.

Escuchamos quejidos y gruñidos así que volteamos, vimos a Toph y a Katara peleando.

—¿Te apetece pastel de lodo? —pregunto Toph al mismo tiempo que le lanzaba lodo al rostro a Katara.

Katara se limpió la cara.

—Yo te daré pastel de lodo. —y le lanzo lodo a Toph.

Eso solo provocó que Toph la lanzara lejos con una plataforma de roca y corriera hacia ella.

—¿Eh, chicas? Pensé que me iban a entrenar a mí. —dijo Aang deteniendo su pelea.

Yo solo las miraba divertida. Todo esto era lo mismo de todos los días.

—Bien, ha sido demasiado entrenamiento por hoy. —dijo Katara seria y con voz pomposa mientras salía del lodo.

—Mientras Katara va a limpiarse. —dijo Toph mientras se limpiaba con su tierra control. —Vamos a divertirnos. —

—¡Si! —festejamos Sokka, Aang y yo.

Así que los cuatro fuimos al pueblo que estaba cerca a ver que podíamos hacer.

—Chicos, ¿Qué haremos con nuestra última pieza de plata? —pregunte mientras se las mostraba.

—Podríamos conseguir más dinero. Justo ahí. —sugirió Toph mientras nos señalaba un puesto de apuestas clandestinas.

Miramos el puesto.

—Pongan mucha atención. —dijo Toph. —Toda esa gente va a perder porque el hombre mueve la roca en el último minuto pero yo puedo sentirla con mi tierra control. —

El señor que estaba jugando señala uno de los cuencos y como dijo Toph el hombre perdió.

La gente se dispersó y el hombre miro a Toph.

—Oye tu. —la llamo. —¿Te atreves a jugar? —

—¿Pero cómo podría jugar? Soy ciega. —

—No tienes que ver para tener suerte. —

Toph se acercó tanteando el piso hasta sentarse enfrente del hombre y puso la pieza de plata en la mesa. 

El hombre nos mostró la piedra, movió los cuencos unas varias veces y luego paro para que ella pudiera escoger.

Toph escogió el cuenco de la izquierda y ahí estaba la piedra.

—Bien hecho, Toph. —la felicito Aang.

El hombre nos dio dos piezas de plata.

—Wow, sorprendente, eres muy buena para esto. —dijo el. —¿No te gustaría que el juego fuera más interesante? —nos mostró como diez piezas de plata.

—¿Qué sea más interesante? ¿Cómo? —pregunto Toph.

—Bueno, qué tal si apuestas esa magnifica espada de tu amigo y yo pongo veinte piezas de plata, eso lo haría más interesante—

Toph le quito la espada a Sokka y la aposto pero por cuarenta piezas de plata.

El hombre acepto y volvió a hacer todos sus movimientos, al igual que Toph que por pude ver como movía ligeramente la mano.

Sonreí.

Esta vez Toph señaló el cuenco del centro.

El hombre sonrió arrogante y levanto el cuenco.

—Lo siento señorita pero…—no termino su oración porque se sorprendió al ver la piedrita.

—{Ja, el estafador resulto estafado.} —pensé burlonamente.

—¡Gane! —grito Toph. 

Tomamos las cosas y salimos corriendo.

Fuimos a comprar muchas cosas para poder comer y cosas que siempre habíamos querido pero nunca nos había alcanzado. 

A las horas de comprar felizmente regresamos al campamento riendo de la cara que había puesto el estafador.

Dejamos las cosas delante de Katara la cual estaba cocinando.

—¿Dónde consiguieron el dinero para comprar todo eso? —pregunto ella.

—Toph lo consiguió. —dijo Aang mientras me jalaba para que me sentara a su lado.

—Fue genial. —dije para después soltar una risita. —Estafo a un hombre que te engaña cuando buscas una piedrita. —

Eso no le gusto a Katara.

—Uso la tierra control para ganar, fue un buen truco. —dijo Sokka.

—Ósea que fue trampa. —dijo Katara medio enfadada.

—¿Qué? solo hice trampa porque él lo hacía. —Toph sonrió. —Engañe a un tramposo. ¿Qué hay de malo? —

—Solo digo que no hay que acostumbrarnos a esto. —contesto ella seria.

Toph sonrió burlona.

—¿Por qué? ¿Porque es divertido y tu odias divertirte? —

—Eso no es verdad. —dijo Katara indignada, tomo a Momo y se lo puso en la cabeza. —Ven, divertido. —

La miré raro y negué lentamente con la cabeza.

—Katara. —dijo Aang poniéndose de pie. —Lin y yo te damos nuestra palabra de honor como Avatar y Ānníng de que nunca jamás haremos trampa. —hizo una reverencia.

Lo mire desconcertada.

—¿Verdad, Lin? —me pregunto.

—A mí no me meta en eso. —tomé una manzana y me fui a acostar con Appa.

Pues resulto que me vi arrastrada a una serie de eventos tramposos durante todo el día, ósea que la palabra de honor que había dado Aang se había ido por el caño. 

Llego un momento en donde me aburrí y decidí regresar al campamento.

—¿Dónde estabas y donde están los demás? —pregunto Katara cuando llegue.

—Por ahí. —dije. —Solo fuimos a dar un paseo pero me aburrí y quise regresar en lo que los demás recorrían el pueblo.—

—Espero que no estuvieran haciendo trampa, eh. —

Rodé los ojos.

—¿Y si así fuera qué? Tampoco eres mi madre o mi mayor como para darme órdenes. —dije y me fui a dormir un rato con Appa y Momo.

—No, pero…—comenzó irritada.

—Ya déjalo, Katara, quiero dormir una rato. —

—Lin. —dijo con reproche.

—Shh…—llevé un dedo a mi boca y cerré los ojos.

Mi paz no duro mucho porque al poco tiempo llegaron Toph, Sokka y Aang cargados con muchas bolsas de dinero.

—Chicos, creo que esto de las trampas está llegando demasiado lejos. —dijo Katara con voz preocupada. —Si continúan algo malo podría sucedernos. —

Suspiré, me puse de pie y me fui a sentar a un lado de Aang.

—Palabra de Avatar, eh. —le susurre en el oído.

Sonrió avergonzado mientras se rascaba la nuca.

—Podrías por una vez dejar de ser aguafiestas y alégrate un poco. —dijo Toph mientras le pasaba una pieza de plata.

—Oh~… lo lamento. —dijo sarcástica Katara. —¡¿Cres que debería ser como tú?! ¡Una niña salvaje! —

—Si, tal vez así verás lo bien que la pasamos. —dijo feliz Toph. —Solo míranos viajando por el mundo, haciendo dinero fácil y sin padres que nos digan que hacer. —

—Ah~… ya veo, actúas así por la culpa de tus padres. —dijo Katara maliciosa. 

—No es cierto. —dijo Toph más seria.

—Ellos te controlaban, por eso escapaste y ahora actúas como si tus padres no existieran, como si los odiaras pero no es así, solo sientes culpa. —

—Si, los odio. —Toph frunció el ceño.

—No, no los odias. —dijo Katara con voz comprensiva. —Creo que los extrañas y no quieres enfrentarlo así que actúas como una loca. —

—{Ya metió la pata.} —pensé al mirar la cara enojada de Toph.

Toph se puso de pie.

—Van a volver a pelear. —le susurre a Sokka y a Aang.

—Escucha, escape para ayudar a Aang. —

—¿Sabes qué? No me importa. —dijo Katara con el ceño fruncido. —Estas trampas nos ponen en peligro y no es necesario, ya tuvimos a un monstruo de tres ojos persiguiéndonos. —

Sokka levanto la mano y llamo nuestra atención.

—Hablando de monstruo de tres ojos, creo que ya inventé un nombre para el ¿Qué opinan de "Chispeante hombre bomba"? —

—No creo que sea el momento correcto. —le dije cuando nadie contesto.

—Solo piénsenlo. —dijo el.

—¡Tenemos suficiente dinero! ¡Tienes que detener esto! —grito Katara.

—¡Lo hare cuando yo quieras y no cuando tu digas! —tomo su bolsa de monedas, camino lejos de nosotros y se encerró en una casita de piedra.

Después de esa discusión Katara se fue enojada, Sokka se fue a gastar algo de sus ganancias, mientras Aang y yo no fuimos a pasar un tiempo de novios junto en el rio que estaba cerca del campamento, hace mucho que no estábamos los dos solos.

Cuando volvimos al campamento Sokka y Katara ya habían regresado. 

Sokka había comprado un ave mensajera, lo bueno fue que ahora podía hablar con los aliados para la invasión y lo malo era que no sabía cómo funcionaba y Momo pareció no caerle bien el ave y comenzaron a pelear.

—Halcón…tranquilo….halcón…malo. —dijo con dificultad Sokka.

Aang y yo nos apiadamos de él y lo ayudamos. 

Una vez todos calmados cada quien fue a hacer sus cosas. Yo por ejemplo fui a hacer la comida para Appa, mientras que Aang y Katara terminaban su comida. 

Katara se miraba malhumorada ya que su hermano y Toph se habían ido ya hace como una hora al pueblo. Cuando regresaron lo hicieron con dos bolsas muy grandes de lo que pensaba era dinero.

—Vaya mira quien decidió regresar. —reprocho Katara. —¿Dónde haz estado? ¿Estafando otra vez? —

—Si, así es. —

Katara camino hacia ella.

—Y me imagino que piensas que no es peligroso. —

—No lo creo. —

—¿De verdad? —pregunto con las manos en la cintura.

—De verdad. —

—Entonces ¿Qué es esto? —pregunto.

Katara sacando un afiche de se busca con un dibujo algo burdo de Toph que decía:

*Se busca "La Fugitiva"

Las autoridades están ofreciendo una recompensa de 1000 monedas de oro.

por el arresto de esta niña de doce años. 

Ella se hace pasar por ciega, y aunque es pequeña, es muy peligrosa. 

Información (que conducirá a su arresto) será recompensado. *

—¡No lo sé! —grito irritada Toph. —¡Lo digo enserio! ¡¿Qué pasa con ustedes?! ¡Soy ciega! —

—Es un afiche tuyo de se busca, "La Fugitiva" así te llaman ahora. ¿Estas orgullosa? —regaño Katara.

—¿Dónde lo encontraste? —

—Eso no importa, lo que importa es…—

—¿Esculcaste mis cosas? ¡No tenías derecho! —

—Tus cosas estaban por todas partes, yo solo las acomode y me tope con el de casualidad. —se intentó excusar Katara.

—¡Mentira! ¡¿Por qué mientes?! —

—¿Crees que debamos intervenir? —le pregunto Aang a Sokka.

—¿Y que nos griten a nosotros? No lo creo. —contesto.

—Deja que se arreglen ella. —dije cansada de que siempre estén peleando.

—¡No te atrevas a irte mientras te estoy hablando! —el grito de Katara nos regresó a la pelea. 

—Claro, mamá. —dijo con sarcasmo Toph mientras se alejaba. —¿Qué vas a hacer? ¿Enviarme a mi cuarto? —

—Ojalá pudiera. —contesto enojada.

—¡Pero no puedes porque no eres mi mama ni tampoco la de ellos! —Toph nos señaló.

—Nunca dije que lo fuera. —

—No, pero actúas como si lo fueras. Crees que tu rol es mandar a todos pero no lo es, eres una chica normal como nosotros, así que deja de decirme lo que tengo que hacer. Yo hago lo que quiero. —

—Yo no actuó de esa forma. —dijo Katara entrecerrando los ojos y volteó a vernos. Los chicos se asustaron. —¡Sokka! ¿Soy muy maternal? —

—A mí no me metas. —dijo el.

—Tú que dices Aang, ¿Actuó como una mamá? —

—Bueno… yo creo… —se comenzó a rascar el ojo.

—¡Deja de frotar tu ojo y modula cuando hablas! —

Aang se asustó y se enderezo.

Eso no me gusto… para nada.

Me puse de pie, caminé hasta Katara y la enfrente con una sonrisa que no mostraba amabilidad.

—Katara, Katara, Katara, ¿No te había dicho que si le gritabas a Aang otra vez te las verías conmigo? —

—¡Si, pero eso no importa ahora! —dijo viendo a Toph.

—¡Claro que importa! —grite irritada de que siempre nos quiera mandar. —¡Todo lo que dijo Toph es verdad! Es cierto que está mal lo que hace pero tú no tienes ningún derecho en decirnos a ninguno de nosotros que hacer, no eres nuestra madre, no eres la jefa del grupo, ni si quiera eres la mayor. —no dijo nada y me miro enojada. —Eres nuestra amiga y como amiga solo tienes el deber de advertir, ya es nuestro asunto si tomamos esa advertencia o no. Así que a la otra que quieras gritarle o mandarle a alguien hazlo con alguien más porque a la tercera que escuche que le levantas la voz a mi novio tendrás que recoger tus dientes del suelo, ¿Entendido? —

Miro a otro lado y no dijo nada.

—¡Dije ¿Entendido?! —

—Si, Lin. —

Sonreí, me di la vuelta y comencé a caminar pero me detuve y dije:

—Ah… y a la otra no nos metas a nosotros en tus discusiones, ¿Sí? —

Katara resoplo enojada y se fue al igual que Toph.

Me senté a un lado de Aang y Sokka.

—Que bien se siente sacarlo, ya tenía pensado decírselo. —

—¿Poque no solo se llevan bien? —pregunto Sokka.

—Porque a Katara le gusta mandar y a Toph no le gusta que le manden. —dije. —Cada una se tiene que aceptar como son y lidiar con eso. Así como lo hago yo. —

Los dos me miraron y asintieron.

Duramos no sé cuántas horas viendo como Toph y Katara se daban la espalda.

—Ya se. —dijo Sokka. —Chicos, tengo un plan ¿No quieren poner a prueba mi halcón? —

—Claro. —dijo Aang.

Sokka me miro.

—Yo solo los mirare. —

—Bien, le enviare una carta a Katara que diga que es de parte de Toph pidiendo disculpas. Así todos serán amigos de nuevo. —

—¿Sabes, Sokka? Sigues impresionándome con tus ideas. —alago Aang.

—Es un don. —contesto arrogante Sokka.

—Hay una falla en tu plan. —dije extrañada de que no se acordara que Toph es ciega y por ende no sabía escribir.

—¿Cuál? —pregunto Aang y los dos me miraron extrañados. —Es el plan perfecto. —

—Si, Lin, ya verás que en poco tiempo serán amigas de nuevo. —dijo Sokka.

—Si tú lo dices. —dije.

—{Vamos a ver qué pasa y si se dan cuenta.} —pensé y sonreí.

Sokka tomo un pincel, tinta, pergamino y escribió:

*Querida, Katara. 

Lamento todo lo ocurrido. 

Tu amiga, Toph. *

Enrollo el pergamino, se lo dio al halcón y este voló hacia Katara. 

Ella tomo el pergamino lo leyó y grito:

—¡Se que tú lo enviaste, Sokka! ¡Toph no sabe escribir! —rompió la nota. —¡Me están volviendo loca! —y se fue.

—No puedo creer que olvidaras eso. —se lamentó Aang.

—Eso es lo que les quería decir. —

—Si, que idiotas. —dijo Sokka.

—¿Y porque no le enviamos una nota a Toph de parte de Katara? —pregunto Aang.

—Creo que sería lo mismo, cariño. —dije.

—Lo siento, halcón pero creo que tendré que hacer esto sin tu ayuda.—

Sokka se levantó y se fue a platicar con Toph.

—¿Y nosotros que hacemos? —me pregunto Aang.

Sonreí.

—¿Tiempo de novios? —

Sonrió encantado.

—Es mi tiempo favorito. —

Tome su mano y lo jale hacia donde estaba Appa, me recargue en él e hice que Aang se acostara y pusiera su cabeza en mi regazo.

Comencé a acariciar su pelo, el suspiro encantado.

—Solo por esto me dejaría crecer el pelo. —susurro.

—¿Tanto así te gusta? —

—Si~…—

Se dio la vuelta, se acostó boca abajo abrazando mi cintura y seguí pasando mis dedos entre su cabello.

En poco tiempo se hizo de noche y los demás volvieron al campamento. Katara hablo con Toph y le propuso algo que nos sorprendió a todos, ella lo llamo "La trampa maestra", Toph sonrió encantada y luego las dos se fueron a idear el pan que harían al día siguiente.

—Eso no me lo esperaba. —dije asombrada.

—Menos yo y eso que es mi hermana. —dijo Sokka.

Al día siguiente, las dos se fueron y nosotros nos quedamos a esperar.

Y esperamos, y esperamos. Pasaron como mínimo unas tres horas y no volvían.

—Como que ya se tardaron, ¿No? —pregunte.

—Eso mismo estaba pensando yo. —dijo Sokka. —Sera mejor ir a ver. —

Sokka dejo a su halcón y a Momo al cuidado de Appa en lo que nosotros íbamos al pueblo a averiguar qué pasaba.

—¿Dónde creen que estén? —pregunto Sokka cuando llegamos al pueblo.

—¿Dónde está todo el mundo? —pregunto Aang.

Llegamos al centro del pueblo en donde estaba la estatua gigante del Señor del Fuego Ozai y no había ni un alma ahí. Todos se habían esfumado.

—¡Cuidado! —grito Aang y nos jalo a Sokka y a mí.

Lo único que pude escuchar fue una gran explosión.

—¡Es chispeante hombre bomba! —grite al asomarme y verlo en el techo de una de las casas.

—Creo que ese nombre no le queda bien. —dijo Sokka.

El tipo salto del techo y comenzó a atacarnos de nuevo.

Corrimos y nos adentramos a un callejón esquivando su ataque.

—Este tipo es demasiado bueno. —dijo Sokka. —¡Dispara fuego por el ojo! —

—Hay que separarnos así no sabrá contra quien ir. —dije.

Cada uno se fue por su lado pero escuche una explosión y como Aang gritaba, y me asuste así que corrí hacia el centro donde había escuchado el grito.

—¡Aang! —grite al verlo en el piso medio inconsciente.

Tome agua de uno de los barriles y antes de que le lanzara otro ataque le congele la cabeza.

—Vamos, Aang. —dije y lo ayudé a levantarse al mismo tiempo que llegaban los demás y corríamos.

—Hay que irnos de aquí. —dijo Toph.

—Lo tengo. —dijo Sokka mientras corríamos. —Tengo el nombre perfecto para ese tipo: "El hombre combustión" —

—Muy bueno, Sokka. Hay que salir de aquí antes de que Hombre combustión nos atrape. —dije.

—Ven, le queda. —dijo Sokka feliz.

Afortunadamente logramos salir de ahí, recoger todas nuestras cosas e irnos lo más lejos de ese tipo.

Cuando encontramos un lugar seguro ya era de noche.

—Chicas. —nos llamó Toph.

—¿Sí? —pregunte.

—¿Me podrían ayudar a escribir unas cosas? Le quiero escribir una carta a mis padres. —

—Claro. —dijo Katara.

—Me alegro de que nos llevemos todas bien. —sonreí.

Katara se ofreció a escribir todo lo que Toph le dictaba, una vez lista, la enrollé y la puse en la mochilita que tenía el halcón y lo dejamos ir.

Las tres nos dimos un abrazo.

—Oigan, ¿Adonde fue mi halcón? —pregunto Sokka.

Sonreímos inocentes y no le hicimos caso.