Capítulo 1,050, déjamelo a mí

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Una carrera tan apresurada para apoderarse de la posición y luego entrar en combate era muy desventajosa para el grupo de mercenarios del dios de la muerte.

La razón principal era que tenían muy poca gente.

Si la fuerza de los dos ejércitos no fuera muy diferente, sería posible para ellos entablar una batalla total mientras al mismo tiempo luchaban por el control de tal terreno elevado y posiciones importantes.

Sin embargo, el grupo de mercenarios del dios de la muerte solo contaba con un poco más de cien personas, y no tenían el personal extra para participar en la batalla por el terreno elevado.

Si la batalla por el terreno elevado se estancaba un poco, se agotarían hasta la muerte en esas pocas posiciones de fuego, y no les sería fácil retirarse.

Mejor sería lanzarse desde el principio a destruir las posiciones y usar un montón de granadas para lanzar un ataque sorpresa, destruyendo primero esas pocas posiciones de fuego.