—¿Estás bromeando? Tengo un dolor de cabeza insoportable y apenas puedo mantenerme despierto. Escanear rápidamente esos golems me ha pasado factura. Estabas demasiado concentrado en controlar a los Demonios como para ayudarme y hacerlo todo solo me agotó la energía.— Solus respondió.
—Impresionante muestra de habilidades, pequeño Plumalina.— Sinmara aterrizó frente a Lith, ayudándolo a tratar a los Fénix que habían perdido la conciencia o que habían sufrido heridas que les impedían usar su técnica de respiración.
—Nunca esperé ver a alguien usar Llamas del Origen de esa manera. Ahora que has visto cómo son nuestras misiones, ¿te gustaría trabajar con el nido? —Dijo con una enorme sonrisa sarcástica en su rostro.
—Creo que seguiré tu consejo y disfrutaré de mi libertad hasta que alcance un muro que no pueda superar por mí mismo.— Lith respondió. —Gracias por darme la oportunidad de verte en acción.—
—De nada, chico.— Ella le dio unas palmaditas en la cabeza.
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