«Demonio de Cara Humana»

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Fisna dudó un momento antes de finalmente dejar su equipaje. Decidió quedarse y despedirse de sus padres y hermana por la mañana.

Durante varias semanas, su estado mental había sido crítico. Tras regresar del segundo mundo en la primera semana, cayó en un prolongado coma, durmiendo durante cinco días seguidos mientras su alma luchaba dolorosamente contra la conciencia del monstruo.

Después de graduarse de la universidad, se mudó lejos de su ciudad natal y trabajó en una ciudad distante durante un año. Allí alquiló un apartamento. En este lugar desconocido, no tenía ni amigos ni familiares, y sus relaciones con los colegas eran meramente superficiales. Había estado inconsciente en su casa alquilada durante días, y fue solo cuando su familia no pudo contactarlo que, en su desesperación, tomaron un tren a su ciudad para encontrarlo.

Sus padres no tenían el número del casero, así que tuvieron que llamar a un cerrajero para forzar la puerta y entrar a la fuerza.