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Sombras Divididas

El destino es confuso. A veces pasa sin ser percibido, otras puede volver del revés la vida de alguien. Un chico normal, con problemas normales, viviendo una vida normal, justo como cualquier humano común... con la diferencia que el destino tenía otros planes para él. Un día, después de un extraño evento, se topó con dos chicas aladas y su vida se volvió mucho menos... normal. Fue arrastrado fuera de su planeta, probando la existencia de otros mundos y de extraños poderes como la magia misma. Desgraciadamente, el camino de regreso a su casa fue cerrado tras de si, dejando como única opción para regresar a su casa vagar a través de diversos mundos desconocidos . Al mismo tiempo, descubrió que no era capaz de usar magia, pero en su lugar obtuvo un extraño poder que le permitía tomar la energía del propio mundo, junto a otro extraño poder acompañado por una misteriosa y tenebrosa existencia despertando dentro suyo, sin la menor idea de si se trataba de un amigo o enemigo.

Gascart · แฟนตาซี
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67 Chs

Tesoros en la jungla

Nuestra corta aventura en el pueblo de los pájaros tontos terminó antes de lo esperado. No teníamos mucho más que hacer allí, así que decidimos simplemente seguir con nuestro viaje. Puesto que no teníamos dinero, tampoco podíamos pasar la noche en ninguna posada ni nada por el estilo, pero al menos conseguimos algo de información sobre lo que nos esperaba por delante.

—Salimos de un bosque y terminamos en la selva. Empiezo a cansarme de tantas plantas—se quejó Raidha.

Por lo visto, hacia dónde nos dirigíamos empezaba una profunda selva, la misma de donde provenían los pyropus.

—Lo que me preocupa a mí no son las plantas… Las selvas están llenas de animales peligrosos.

—Y de seguro está lleno de bichos asquerosos ¡AHHHHHH! ¡No quiero ir! ¡Mejor rodeémosla!

—No creo ni que sepas cómo.

—¡Es solo seguir por el borde!

—Créeme, no es tan simple.

—¡Claro que lo es!

Tras aguantar durante un rato los gritos de Raidha, terminé convenciéndola de pasar por en medio de la selva. Por suerte para nosotros, amablemente nos dejaron ir con el siguiente lote de pyropus. Gracias a eso nos ahorramos mucho tiempo y dolor de pies, a pesar de que daba algo de miedo estar al lado de tanta bomba con plumas.

En un par de horas llegamos a nuestro destino, realmente era una frondosa selva. Tras verla empecé a creer que pasar por ahí no fue mi más brillante idea hasta el momento, pero me negaba a tener a Raidha soltandome "te lo dije", con lo que finalmente entramos en ella.

Las primeras horas fueron medianamente bien, simplemente tuve que esforzarme en evitar que Raidha viera un par de arañas más grandes que mi cabeza. Pero conforme el tiempo pasaba y nos adentramos aún más en el lugar, nuestros ánimos menguaban. A causa de la densidad de árboles y plantas, no avanzamos a gran velocidad. Antes de darnos cuenta la luz empezó a menguar y no habíamos recorrido mucho más de cinco kilómetros.

—No creo que podamos atravesar esto antes de que se ponga el sol.

—No… Obviamente no lo haremos. Las junglas son enormes, probablemente tardaremos días en cruzar esto…

—¡¿Días?! ¡Te lo dije! ¡Era mala idea!

Al final me tocó aguantar igualmente el te lo dije.

—Bueno, tómalo como una aventura. Quién sabe, quizás encontremos algo parecido a un templo escondido en medio de la selva, con un gran tesoro dentro.

—Sí claro, como si esas cosas pasaran de ver...dad.

—Esto… Lo decía en... broma.

Corté unas lianas para despejar el camino y delante nuestro apareció un enorme edificio de piedra que parecía definitivamente algún tipo de templo. Raidha y yo nos quedamos parados sin saber muy bien cómo actuar ante tal hallazgo.

—¿Ahora que hacemos?

—Pues… ¿Probamos a explorarlo?

—Por alguna razón no me parece buena idea.

—Ni a mí… Pero a saber, igual es seguro y podemos pasar la noche dentro.

—Bueno, probablemente eso será mejor a pasar la noche en medio de la selva.

Entramos en el templo. Dábamos cada paso con el máximo cuidado posible, no tenía ganas de correr con una piedra siguiéndome o algo muchísimo peor a eso. Pero al final solo fueron miedos infundados por simples escenas de una película. No parecía haber trampa alguna dentro de esa construcción. Es más, ni siquiera era un lugar laberíntico, únicamente pasillos rectos con diferentes salas prácticamente vacías o llenas de plantas que habían destrozado tanto muebles y paredes hasta el punto en el que era bastante difícil que había allí en el pasado.

—Ni trampas, ni tesoro, ni nada. Me decepciona un poco, no hubiera estado mal algo de emoción—renegué mientras recogía un trozo de metal oxidado del suelo.

—¡¡Mejor!!

—No me grites… Veamos, esto no parece una tumba ni nada por el estilo. Siquiera parece parte de una ciudad, es un auténtico templo de adoración o algo con un propósito parecido.

Y no hacía falta ser arqueólogo para ver en culto a que crearon este templo. Estaban bastante desgastadas y descoloridas a causa de su antigüedad, pero las paredes estaban esculpidas con imágenes de pájaros similares al que liberamos hacía unas horas, con la diferencia de que estos eran bastante más grandes y estaban representados con fuego a su alrededor.

—Por lo visto ese pequeñín era un verdadero fénix.

—¿Crees que este sea el mismo?

—Me parece que no. Este lugar es extremadamente viejo, no creo exagerar si digo que tiene más de 1000 años. Si fuera el mismo pájaro significa que tiene incluso más de eso.

—Entonces, ¿dónde fueron los demás?

—Es solo una suposición, pero probablemente sufrieron algún tipo de degradación, enfermedad o alguna cosa parecida y terminaron como esos pájaros tontos.

Adentrándonos un poco más, finalmente llegamos a una gran sala que parecía estar en mejor estado que las demás. Al igual que la resta del templo, tenía grabados de esos pájaros por todos lados, pero en el fondo mismo había un gran mural que ocupaba prácticamente la pared entera. Delante mismo había un altar bastante adornado. Las plantas habían invadido gran parte de la sala, pero aún así se podían ver restos de hollín en el altar.

—Espero que no quemaran gente viva como sacrificio para esos pájaros o algo por el estilo…

Limpié algunas ramas que tapaban las ventanas y dejé que la luz entrara del todo en el lugar. Por todos lados había restos de muebles prácticamente podridos y muchos más trozos de metal oxidado junto a un montón de estatuas completamente destrozadas.

—Bueno, vamos a pasar la noche aquí, ¿te parece?

—Sin duda mejor que pasar la noche afuera.

Limpiamos un poco la zona y preparamos una hoguera antes de que el sol se pusiera del todo. Buscando por aquí y por allá aprovechamos para recolectar todo lo que nos llamó la atención. A pesar que todo estaba en mal estado, algunos trozos de metal podrían sernos útiles.

—Hey, mira que encontré aquí.

Raidha se acercó hacia mí con una pequeña caja en sus manos. A diferencia de la mayoría de cosas del lugar estaba en bastante buen estado.

—¿Realmente encontraste un tesoro?

Eché un vistazo a la caja que llevaba. Se trataba de una pequeña caja de metal, que sorprendentemente no estaba oxidado en lo más mínimo. Es más parecía bastante resistente.

—Está cerrado con llave y no veo la llave por ningún lado, me pregunto si será algo valioso.

—No creo que eso vaya a ser un problema.

Recogí la caja de sus manos. La moví un poco y la golpeé un par de veces. Sin duda había algo en su interior, pero por el ruido no parecía contener una gran cantidad de cosas.

—Bueno vamos a abrirlo.

Toqué el cerrojo y mandé mi energía hacia él. Por un momento noté algo de resistencia, pero el metal lentamente empezó a obedecerme. En unos segundos había abierto el cerrojo.

—Listo… me pregunto qué metal es este…

Abrimos la caja. Dentro había un único objeto, una especie de moneda nada llamativa. Un simple trozo de metal circular cuya única cosa destacable eran unos extraños caracteres dibujados en ambos lados.

—¿Qué es esto? ¿Dinero de su época?

El metal con el que estaba hecho ni siquiera era brillante o llamativo, me costaba creer que esto siquiera tuviera valor alguno.

—No creo que esto nos vaya a valer de mucho… Bueno, puedo hacer algunas balas con el metal.

Eso era mejor que nada, después de todo estaba en mejor estado que cualquier otro trozo de metal del lugar, y no es como si el metal fuera fácil de conseguir en primer lugar. Dejé fluir mi energía hacia allí, al igual que con la caja, enseguida noté como un rechazo.

—¿Qué demonios?

La maldita pequeña moneda se resistió con todas sus fuerzas a aceptar mi energía.

—¿Qué pasa?

—Nada…

Levanté la moneda y eché un vistazo a ambos lados. Definitivamente no parecía tener nada en especial, cosa que me fastidiaba. Empecé a mandar más energía, pero esta seguía sin entrar en la moneda.

«No puede ser que una moneda me gane…»

Mi energía rápidamente rodeó a la moneda, pero no conseguía siquiera dibujar en mi mente la forma del metal. Finalmente decidí atacar con más fuerza. Cerré los ojos y liberé tanta energía como me fue posible.

«Maldita sea, ¡entra!»

Finalmente sentí que algo de la energía tocaba la moneda y de golpe, esta desapareció. No solo perdí la imagen creada en mi mente, sino que hasta el peso pareció desaparecer de mi mano.

—De qué está hecha esta… cosa…

Abrí los ojos para quejarme pero la moneda realmente ya no estaba en mi mano… En realidad, no solo la moneda no estaba en mi mano, ¡la propia habitación no estaba a mi alrededor! No, quizás eso no era lo peor… ¡Ni siquiera el suelo estaba bajo mis pies!

—¿Dónde demonios estoy?

Me encontraba literalmente en medio de la nada. Nada arriba, nada abajo, nada en ambos lados, únicamente yo flotando en medio de la oscuridad.

—Raidha, Raidha, ¿estás por aquí?

No, Raidha no estaba en ningún lado.

—Esto va a ser… jodido…

-Idiota, ¿qué estás haciendo?

Ah, por supuesto, Raidha no estaba, pero cierto energúmeno si.

—Intentar hacerme la mínima idea de dónde demonios estoy, ¿acaso tú lo sabes?

-No…

—Genial, definitivamente eres el…

-… pero creo que no nos hemos movido de lugar.

—... Especifica un poco.

-Por un momento sentí lo mismo que sentí cuando viajamos a otro mundo usando esa espada… pero al mismo tiempo siento que no hemos dejado el otro mundo atrás.

—¿Viajamos a otro mundo? ¿Vació?

-Como digo, siento que hemos viajado a otro mundo pero no hemos dejado el anterior, como si estuviéramos en otro mundo dentro de ese mundo.

—Quieres decir, ¿un mundo dentro de esa moneda?

Realmente la moneda había desaparecido de mi mano. Quizás… no era una idea tan descabellada. Después de todo lo que nos habíamos encontrado hasta el momento ya nada me parecía imposible.

«Entonces, si hemos podido entrar, deberíamos poder salir.»

Apreté mi puño y cerré los ojos de nuevo. Al igual que hice para entrar, dejé salir un poco de mi energía y pensé en regresar. En el momento en el que abrí los ojos me encontraba de nuevo en el templo… sosteniendo la moneda en mi mano justo como antes.

—Woa, esto es… increíble…

—Oh, los símbolos se iluminaron.

Raidha habló como si no hubiera pasado nada especial aparte de que las extrañas letras de la moneda ahora brillaban con un ligero tono dorado.

—Ehm… Raidha, ¿he estado todo el rato aquí parado?

No es que hubiera pasado mucho rato ahí dentro, pero tampoco tan poco como para que ni le preocupara mi repentina desaparición.

—¿De qué estás hablando?

—Quizás…

Recogí un trozo de piedra del suelo y volví a tocar la moneda. Instantáneamente me encontré de nuevo en ese lugar vacío, con la piedra aún en mi mano. Dejé caer la piedra a un lado y volví a centrarme en salir del lugar. En el momento en el que regresé afuera la piedra ya no estaba en mi mano.

—¿Qué has hecho?

—Ya veo…

Volví adentro y recogí de nuevo la piedra. Tal como creí al salir estaba de nuevo en mi mano.

—Raidha… parece que encontraste algo realmente… extraordinario.

—Te agradecería si me explicaras exactamente a qué te refieres.

—Mejor te lo enseño.

Tomé la mano de Raidha y entré de nuevo. Tal como pensé Raidha entró junto a mí.

—¡¿Ehhhhhhhhhhhhhhhhhh?!

Por supuesto, Raidha se quedó tan sorprendida como yo la primera vez.

—En resumen, parece que encontraste… lo que podríamos llamar un mundo de bolsillo… Aunque no hay nada aquí.

Literalmente no había nada, ni siquiera podía sentir energía alguna.

—Pero por lo visto podemos dejar aquí cualquier cosa, lo que convierte esta cosa en algo terriblemente útil.

—¿Por qué abandonaría alguien algo tan conveniente en este lugar?

—Probablemente porque no funcionaba. No hay absolutamente nada aquí dentro y los símbolos empezaron a brillar justo después de que yo entrara.

Nadie hubiera abandonado tal cosa sí sabía que seguía funcionando. Probablemente pensaron que estaba roto y lo olvidaron aquí.

—Por cierto, deja salir un poco de tu energía mientras piensas en regresar.

Raidha hizo lo que le dije y desapareció delante de mis ojos.

—Cualquiera puede usar esta cosa…

-Parece que no eres tan especial como creíste.

—No es eso… Simplemente me preocupa que cualquiera pueda entrar y recoger cualquier cosa que guarde aquí… o se quede atrapado dentro si no tenemos cuidado.

Esperé un par de minutos y salí de allí. Desde el punto de vista de Raidha, yo había salido al mismo tiempo que ella. Por lo visto el tiempo no fluía a la misma velocidad ahí dentro, cosa que lo hacía exageradamente conveniente… ¡No más cargar cosas pesadas con nosotros!