Parte I
No tenía más elección que evitar llegar tarde el primer día.
Realmente no tienen remedio...
Cuando había salido solo de mi casa, llegué exactamente a la hora de ingreso; y en el que pude tener cierta noción de la división de los sectores estudiantiles.
Mis hermanos habían llegado justo a la ceremonia de ingreso. Y siendo la apertura de éste las presentaciones del consejo estudiantil; distintas posiciones de las clases; formaciones de la escuela y sus sectores; y así como entre otros.
Fueron unos rápidos 45 minutos.
Me alegra no haber tenido tanto bostezo en el proceso.
Pero así es la vida estudiantil.
Es mejor que nada...
Estoy caminando actualmente a mi aula de clase asignada.
Clase 4-A.
En el que entran grupos de alumnos oradores y carismáticos; poco más traviesos pero algunos con aspectos pertenecientes a los altos distritos y urbanizaciones. Al igual de los que no, pero animosos y corteses con los demás.
Me parece que en esta clase todos son amigos que se conocen de años anteriores.
Una clase que ha repetido su sistema de alumnado...
Algunas instituciones de Gran Lombardes no siguen las pautas de una clase; y el alumno es tratado en traslado de forma selectiva. Pero también hay casos, y así como en Velenques, que la clase es la definición del alumno.
Así por supuesto como en el caso éste.
No está mal...
Supongo que seré paciente al siguiente desarrollo.
...
Una vez entré al salón de clases, el cual estaba lleno en su mayoría por los ansiosos alumnos, me topé con las mayores de las incomodidades: miraban expectantes y desconcertados al extranjero en su aula.
Es un buen momento para preguntarse qué hacer...
¿Un saludo casual?.
¿Buenos días o con permiso?.
¿Quizá la típica sonrisa rígida y amistosa?.
No debería centrarme tanto en el momento presente porque se olvidará luego. Pero igual de importante es la impresión primera como parte de la restante vida escolar y las relaciones personales; la salud social natural de todo ser humano.
Pero ciertamente soy tímido.
Qué lamentable...
Por un momento me sorprendió la coincidencia pero es real.
Había una persona entre las filas a quien logré identificar, pero éste no a mí, ya que parecía dormido; recostado sobre la mesa.
Era Guffy.
Parece que no lo tiene fácil por su evidente presencia exhaustiva y pequeñas ojeras.
Al menos hay un conocido aquí dentro.
Sin mirar a nadie y de cabizbaja ímpetu caminé hacia el final de la primera fila a mi derecha.
Un asiento vacío al lado de la ventana.
El famoso lugar de los poco sociables.
Las miradas juzgaban cada movimiento y mi faceta desde distintos ángulos era detallada.
Sea uno real o prejuicios internos, no es cómodo en absoluto.
Mientras guardaba silencio junto a una modesta observación, capturaba pequeños murmullos de todas direcciones frontales.
Hasta no hace mucho parecían estar animados pero ahora soy el nuevo estudiante causante de tan drástico ambiente.
¿Fue descortés no decir nada como el típico tímido?.
No recuerdo haberme equivocado de salón.
Escuché atentamente la orientación de parte del mismísimo coordinador en la sala de profesores.
...: Buenos días alumnos de la clase 4-A.
Fue lo primero que se escuchó luego del timbre de inicio a las 09:00AM; y entrando a tiempo una mujer al salón con varios papeles sobre su antebrazo derecho.
...: Mi nombre es Kaley, y para aquellos que son nuevos alumnos, soy la profesora representante de esta clase desde hace dos años.
Kaley: Estoy feliz de seguir siendo su tutora.
Dice luego de una cortés reverencia como un saludo a todos los presentes; y los cuales sonrientes de aparente dicha, no parecían albergar insatisfacción.
Kaley: Antes de comenzar la clase, uno de nuestros alumnos se retiró del instituto y en su lugar tenemos a un miembro nuevo luego de dos años.
Instantáneamente ella me ubicó y dirigió instando con amabilidad.
Kaley: Por favor, levántese y preséntese adecuadamente.
¿...?
¡¿eh?!
No es de absoluta gracia responder a su tal encarecida formalidad de grupo social y menos para mí.
Es demasiado molesto, pero no parece haber otra opción...
¿Qué debería decir?
...Todos me están mirando.
Mikael: Es un placer estar aquí, mi nombre es Mikael Forest y esta es mi ciudad natal. No realmente tengo mucho para decir, pero sí espero terminar la escuela con ustedes y ser parte de su amistad.
No diré nada que considere innecesario, y aunque ésto hallase sonado común para las críticas expectativas.
Kaley: Siempre eres bienvenido. "sonríe cálidamente"
No muchos profesores son tan peculiares en su vida laboral. Pero se le agradece el acto.
En ese momento Guffy volvió su mirada a mí y saluda casualmente desde su asiento con su mano; posicionado frente a mí en diagonal derecha.
No parecía sorprendido de verme.
Quizá ya me vio en la ceremonia de ingreso.
Incliné ligeramente la cabeza para devolver el saludo y continúe mirando el pizarrón de la clase.