La siguiente semana paso en un abrir y cerrar de ojos, además este fin de semana seria la prueba de Aparicion.
En la clase defensa contra las artes oscuras ya no hubo practicas de hechizos no verbales eso significa que tampoco habrá mas duelos entre el profesor Snape y Sasuke, ya que abordaron otro tema.
Sasuke salía estaba la mayor parte del tiempo en el bosque prohibido entrenando tanto su fuerza física como espiritual, además con el libro de magia oscura obtenido de Draco, estaba aprendiendo las maldiciones imperdonables de Cruciatus y Avada Kedabra, por ahora aprendia el movimiento correcto de la varita, y su clon asistia a las clases.
Despues fue a hablar con las Acromantulas y Grawp, para felicitarles por obedecer al pie de la letra sus ordenes, e informarles que la próxima semana entrenaran en el bosque prohibido, y que si atacan a sus amigos el se asegurara de exterminar a cada uno de ellos, mientras sus ojos se ponían rojos.
Las acromantulas poseen inteligencia y con el tiempo podrán hablar el lenguaje humano, ellas entendían que las amenazas de Sasuke no son vacias, en cuanto a Grawp a pesar de no poder hablar el idioma correctamente, sus instintos le decían que no debía atacar a nadie o sufriría la muerte más dolorosa posible.
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Una semana antes En la oficina del profesor Dumbledore, Harry logro conseguir el recuerdo verdadero de Slughorn, al ver el contenido junto al profesor Dumbledore escucharon la verdadera conversación de Slughorn y Voldemort sobre los Horrocrux.
Bien Harry - dijo Dumbledore - estoy seguro de que entendiste el significado de lo que acabamos de oír.
Harry: ¿Hizo un Horrocrux? ¿Y esa es la razón por la que no murió cuando me atacó? ¿Tenía el Horrocrux escondido en alguna parte? ¿Un poco de su alma estaba a salvo?
- Un poco… o mucho - dijo Dumbledore. – Ya oíste a Voldemort: lo que particularmente quería de Horace era su opinión acerca de qué pasaría con el mago que crease más de un Horrocrux, qué pasaría con el mago tan decidido a evadir la muerte que se prepararía para asesinar varias veces, rasgar su alma repetidamente, para almacenarla en varios Horrocruxs escondidos por separado.
Dumbledore: cuatro años atrás recibí lo que consideré una prueba fehaciente de que Voldemort había partido su alma.
- ¿Dónde? – preguntó Harry. ¿Cómo?
- Me la dio el Sr. Uchiha - dijo Dumbledore. – El diario, el diario de Ryddle, el que daba instrucciones de cómo reabrir la Cámara de los Secretos, - No entiendo, señor - dijo Harry.
- Bueno, a pesar de que no vi al Ryddle que salió del diario, lo que me describió el Sr. Uchiha era un fenómeno que nunca había presenciado.
¿Una mera memoria empezando a actuar y a pensar por si misma? ¿Una mera memoria, consumiendo la vida de la chica en cuyas manos había caído? No, algo mucho más siniestro había vivido dentro de ese libro.
Un fragmento de alma, estoy casi seguro. El diario había sido un Horrocrux.
-¿Así que se hizo a si mismo imposible de matar asesinando a otras personas? – dijo Harry. - ¿Por qué no podía hacerse una Piedra Filosofal, o robar una, si estaba tan interesado en la inmortalidad?
Bueno, sabes que intentó precisamente eso, hace cinco años - dijo
Dumbledore. – Pero hay varias razones por las que creo, una Piedra Filosofal no atraería tanto a Lord Voldemort como los Horrocrux.
Mientras que el Elixir de la Vida ciertamente extiende la vida, debe ser bebido regularmente, por toda la eternidad si el bebedor desea mantener su inmortalidad. De ese modo, Voldemort sería completamente dependiente del Elixir, y si se quedaba sin él, era contaminado o si la Piedra era robada, moriría como cualquier otro hombre. A Voldemort le gusta trabajar solo.
¿Hizo siete Horrocrux? – dijo Harry horrorizado, recordando la memoria de Slughorn.
Pero podrían estar en cualquier parte del mundo… Escondidos… Enterrados o invisibles…
Me alegra ver que aprecias la magnitud del problema - dijo Dumbledore
Pero antes que nada, no Harry, no siete Horrocrux: seis.
La séptima parte de su alma, aunque mermada, reside dentro de su cuerpo regenerado. Esa fue la parte de él que vivió una existencia espectral durante tantos años de exilio, sin eso no es nada. Esa séptima parte de alma será la última que cualquiera que desee matar a Voldemort debe atacar… la parte que vive en su cuerpo.
- Pero seis Horrocrux, entonces, - dijo Harry un poco desesperado, - ¿Cómo se supone que los encontraremos?
- Olvidas… que el Sr. Uchiha destruyo uno hace cuatro años, y he estado sospechando que la serpiente de Voldemort que me describiste en el cementerio del pequeño Hhangleton, debido a su extraño comportamiento tengo seguridad que tambien fue Horrocrux, pero gracias a la informacion del profesor Snape se con certeza que la serpiente fue asesinada tambien por el Sr. Uchiha hace 2 años mientras escapaba de Voldemort en el cementerio.
Así que - dijo Harry - el diario ya no existe, la serpiente tampoco, solo quedarían 4.
Harry: pero pueden ser cualquier cosa.
Dumbledore: te olvidas Harry, que Voldemort habría preferido objetos que en si mismos tuviesen cierta grandeza. He viajado por lo tanto atrás, en el pasado de Voldemort para ver si podía encontrar pruebas de artefactos de esas características que hubiesen desaparecido a su alrededor.
Cosas que significaron mucho para el, como la copa de Hufflepuff, el medallón y el anillo de Slytherin que pertenecio a la familia de su madre.
Harry: La copa, el medallón, el anillo y usted cree que aun puede haber otro Horrocrux que perteneció a Ravenclaw o Gryffindor.
Dumbledore: me arriesgo más por Ravenclaw, ya que la única reliquia conocida de Gryffindor permanece a salvo, mientras señalaba una espada colocada en una vitrina.
Así que… ¿Está aun buscándolos, señor? ¿Es eso lo que buscaba cuando abandonaba la escuela?
Correcto - dijo Dumbledore. – He estado buscando durante mucho tiempo.
Creo… Tal vez… Debo estar cerca de hallar otro. Hay signos esperanzadores.
- Y si lo hace- dijo Harry rápidamente - ¿Puedo ir con usted y ayudarle a deshacerse de él?
Dumbledore miró a Harry intensamente durante un momento antes de decir
- sí, creo que sí.
- ¿Puedo? – dijo Harry ciertamente conmocionado.
- Sí -dijo Dumbledore sonriendo ligeramente. – Creo que te has ganado ese derecho.