Capitulo 34

「Kaiki Ishigami」

Es mayo de 2021.

Ha pasado un año y 6 meses desde La Hora Cero.

Estoy en Angel Tears.

Todo Tedehm lleva tiempo movilizándose.

El asesino no ha vuelto a aparecer.

El asesino de la armadura dorada.

El samurai dorado.

Él asesinó a Koneko.

Aquella noche yo estaba durmiendo plácidamente.

Aunque comprendo que no soy ningún símbolo ni nada, sigo viendo la figura de Ryumi frente a mí.

Koneko era parte del sueño de Ryumi.

Por eso, he estado buscando por tanto tiempo.

No pienso rendirme hasta encontrar al asesino de armadura dorada.

Quizás a nadie le termine importando la muerte de Koneko.

No era cercano a ella, de hecho nadie era. ella siempre vivió cerrada a los demás.

No puedo saber si tuvo sueños o objetivos.

Ella siempre apoyó a Ryumi.

Por lo tanto, quiero creer que fue una buena persona.

Yo no pude hacer nada por Ryumi, ni tampoco pude o puedo vengarlo.

Soy culpable por eso.

Supongo que esta es mi manera de redimirme.

Vengaré a Koneko.

Ryumi fue intrascendente para Tedehm, murió como un soldado más.

Quiero vengar a Koneko, a la persona que tenía ganas de mantener viviendo aquello en lo que Ryumi creía.

No eran unos enormes ideales ni nada.

Ryumi solo quería ser feliz, y tener su propio grupo.

Por eso estoy aquí, con mi escuadrón.

Nabe Mikoto.

Tomory.

Shizuka Matsuyabashi.

Y Aoi Hoshiai.

Estamos sirviendo como parte del equipo de investigación.

Ya hemos cubierto gran parte del continente.

Incluso se planea una expedición a Bloody Farm, pues es probable que el asesino venga de allí.

La armadura dejó algunos pedazos pequeños de oro, eso nos dejó confirmar el material de la armadura.

Pero no hemos encontrado mayor prueba en las minas o vendedores de este mismo material.

Y Bloody Farm es poco probable, pues luego de la derrota de Zaygo Murumo, registramos la isla, no había minas de oro o algún material almacenado.

Aparte, los barcos han dejado de ir allí, Imai Sakurajima tomó cartas en el asunto.

Souki Aiko les dejaba muchas libertades a los barcos que iba a aquella isla.

Kentaro Tanaka ha podido identificar que allí se hizo de una industria de agricultura autosustentable.

No van a morirse de hambre.

Kentaro ha combinado la magia, la ciencia y la tecnología de manera sorpendente.

Nunca deja de inventar cosas.

Carajo, si que hace frío.

Nunca había estado en Angel Tears luego de La Hora Cero.

Hace demasiado frío.

Estamos aquí solo para descartar.

Pues tenemos pocas pruebas, solo la foto.

Tampoco hay ningún herrero que reconozca la armadura.

Solo nos queda registrar todos los lugares posibles.

Estamos en Angel Tears porque iremos a registrar un campamento.

Es la única parte poblada de Angel Tears.

El oro se congela a los -350°.

Es la única premisa de que estemos aquí, pues las temperaturas aquí son de unos -17°.

Así es, por algo tan simple.

Estamos siguiendo cada prueba, por mínima que sea.

-Bien, descansemos -Dije, mis piernas no podían más- Aoi ¿Puedes sacar raíces de este suelo?

Aoi juntó sus manos y expandió su aura.

Cerró sus ojos por unos segundos.

-No, aquí no hay arboles cerca -Respondió Aoi.

Planeaba quemarlas con el elemento de Tomory y así tener algo de fuego.

-Vale, entonces me ocuparé yo -Dije, saqué algunos leños que llevaba en mi mochila- Tomory, por favor enciéndelos.

-¿Qué del humo? -Me preguntó Tomory- Eso puede alertar al asesino si es que se encuentra en el campamento.

Ella tenía razón.

-Lo desviaré con mi elemento -Le respondí- El viento no requiere de expansión de aura, pues el mismo elemento es una expansión a cierto radio, no me costará mucho.

Y así lo hicimos, montamos un pequeño campamento para descansar.

Estábamos a mitad de camino, necesitábamos descansar las piernas y comer un poco.

Nadie hablaba.

Los he visto a ellos cuatro conviviendo entre ellos, también se llevan muy bien con Souki Aiko.

Soy su líder de escuadrón, pero no sé como comunicarme con ellos.

Relacionarme sigue siendo difícil.

-Y díganme ¿Cómo han sido estos meses para ustedes? -Pregunté directamente.

-¿A qué te refieres? -Me preguntó Shizuka.

Shizuka siempre es la más abierta de los cuatro.

-Ya saben, Tedehm ha cambiado -Respondí- Con el tema del traidor y todo, el asesino, ha sido un ambiente tenso.

Tomory pareció sacar una pequeña risa burlona.

-Es sorprendente, es la primera vez que líder de escuadrón Kaiki quiere hacer una conversación y hace una pregunta tan directa -Dijo Tomory, ella es bastante recta y formal- Es una pregunta muy difícil de contestar.

-Es verdad -Agregó Nabe Mikoto, él desprende un aura agradable, me recuerda a Ryumi- Quiero decir, creo que no ha sido fácil para nadie, especialmente luego de que el líder Souki fue encarcelado.

-Ustedes parecían tener una relación bastante cercana con Souki Aiko -Dije- ¿Por qué no me cuentan al respecto?

-En lo personal me costó procesarlo -Dijo Tomory- Pero ya han pasado meses, es el turno de todos de seguir adelante, el líder no murió, sus acciones fueron egoístas, pero al final está pagando por lo que hizo contra Ren Minoru, él salvó Tedehm y tierras del rey un par de veces, si bien no lo merecía, recibirá el castigo que tanto quería, y yo me convertiré en una guerrera mucho más fuerte que él para cuando pasen esos 6 años, de esa forma estaré en la posición de reprenderlo por lo egoísta que fue.

Todos rieron ante ese comentario.

-Supongo que es algo a lo que todos apuntamos -Agregó Nabe Mikoto- Somos sus compañeros después de todo, es nuestro deber hacerle saber cuando va por mal camino.

-Se ve que le tienen bastante aprecio -Dije, nunca los había escuchado hablar tanto.

-El líder significa bastante para mí -Respondió Shizuka- Es una gran persona, y opino que todos puede equivocarse, y el líder se levantará, aunque estaba muy triste cuando se lo llevaron, el líder siempre será el líder, y siempre seguiré el camino del líder, porque con él no siento miedo, siento que tengo un objetivo

-¿Y qué hay de ti, Aoi? -Pregunté.

Aoi dio una mordida a sus sándwich, me miró y luego miró al suelo mientras terminaba de masticar.

-Souki Aiko -Dijo Aoi- No apruebo lo que hizo con Ren Minoru, y nunca lo haré, pero no tengo dudas de que es una buena persona, necesita algo de terapia, aunque no es que haya algo como eso aquí, por lo tanto, quiero apoyarlo, es un amigo que me brindo apoyo, y aparte, quiero seguir sus ideales, por lo tanto, pienso igual que Shizuka, se levantará, a veces pienso que se nos puso en este mundo con el fin de desentrañar el misterio de La Hora Cero, y directa o indirectamente, Souki Aiko es quien ha despejado esas preguntas poco a poco, quiero ver cuando termine de armar el rompecabezas.

-Ya veo -Respondí- Tienes razón, al final fue Souki Aiko quien defendió algunas de las cosas en las que yo creo, puede que termine siendo una figura como Haru Kishibe, no pienso que lo quiera. pero las cosas se han alineado para eso, todo el continente lo odia, pero quizás eso cambie en un futuro.

Todos se quedaron callados.

¿Dije algo malo?

Creo que no.

Quizás es lo que la atmosfera causa.

.

Cielos.

No apruebo mucho lo que hizo Souki Aiko, no es la persona que más me agrade, pero al menos ha logrado que pueda relacionarme aunque sea un poco más con mis compañeros, es suficiente.

-Bueno, es hora de avanzar -Dije levantándome- Tomory, apaga el fuego, yo disiparé el humo. La próxima vez que nos detengamos será en el campamento en la cima de la montaña.

Una vez que lleguemos a la montaña los elevaré junto conmigo, de ninguna forma subiremos esa montaña a pie.

「Castillo de Tedehm, 18 de Mayo de 2021, 00:00 Am.」

La luna menguante iluminaba la pesada noche que había caído sobre Tierras del rey.

A pesar de no ser luna llena, hacía un frío enorme.

Kaiki Ishigami había llegado ya hace varias horas con su escuadrón, no habían encontrado nada en el campamento de Angel Tears.

Ellos ya estaban dormidos.

Todos lo estaban, a excepción de una que otra persona con insomnio, pues la incertidumbre en tierras del rey era fuerte.

El asesino podría aparecer en cualquier momento.

Y también los guardias nocturnos de los clanes.

No había llovido, Abril pasó con un montón de lluvias con ella, Mayo era un periodo de paz en la noche.

Una persona estaba fuera de lugar en aquella atmosfera.

Iba caminando solo, sus pasos eran casi insonoros,

No llevaba armas, caminaba tranquilo, estaba entrando en la ciudad.

Los guardias en la puerta lo vieron acercarse.

Él se detuvo frente a ellos, llevaba las manos a la vista, y un kimono negro.

Los guardias le bloqueaban el paso, tenían ordenes estrictas de no dejar pasar a nadie en la noche, eran precauciones por el asesino dorado.

-¿Les importaría moverse? No puedo pasar -Dijo el hombre del kimono, llevaba su cara cubierta por una capucha, llevaba una chamarra debajo de su kimono, iba bien abrigado.

-Identifíquese -Le respondió el guardia- Luego de eso tendrá que esperar bajo vigilancia en cierta ubicación, son medidas ante los últimos asesinatos en tierras del rey.

-Oh, así que se han cometido varios asesinatos -Dijo el hombre de Kimono- Es una pena ¿Quién es el culpable?

-No estoy autorizado a dar información a personas externas a la ciudad -Respondió el guardia- Le repito, identifíquese.

-De verdad es una pena -Continuó diciendo el hombre de Kimono- Como bien dice, soy ajeno a esta ciudad, al menos desde hace unos meses ya, por lo tanto, mi nombre no importa mucho.

-No puede pasar entonces -Dijo el guardia- Vuelva desde donde vino.

-Cielos, pero vengo desde Hero's Sword, es algo lejos -Dijo el hombre de Kimono- Esperaba conocer gente tan interesante aquí como la que conocí en Hero's Sword. ¿No le interesa saber que clase de personas conocí allí?

-Se lo repito, retírese -Le dijo el guardia- Si desea hacer la respectiva documentación para su visita a Tierras del rey deberá esperar hasta que se haga de día.

-Eso lo soluciona ¿Verdad? -Dijo el hombre de Kimono- Es una lastima que yo sea una persona tan impaciente, ¿Por qué no mato el tiempo diciéndole por qué vine aquí y una anécdota muy interesante que viví en Hero's Sword?

El guardia notaba un extraño tono en el hombre de Kimono, pero no tenía ningún aura activa, ni tampoco llevaba armas.

-Adelante -Le dijo el guardia, quien no tenía prohibido escuchar anécdotas.

-Claro, empezaré por la historia en Hero's Sword -Dijo el hombre de Kimono- Pero primero, dígame ¿Es usted un NPC o un jugador traído por La Hora Cero?

-Soy habitante de Tierras del rey desde mi nacimiento -Respondió el guardia- Es a lo que las personas que llegaron le llaman NPC, sí.

-Ya veo, ya veo -Respondió el hombre del kimono- Entonces quizás usted no lo sepa, en la interfaz de los jugadores se podía ver información de las ubicaciones, entre ellas, la razón del nombre de cada uno, en ellas, se decía que Hero's Sword llevaba su nombre de un héroe justiciero que liberó aquel pueblo de un tirano muy cruel, algo parecido a un esclavista, la espada de aquel héroe cortó la cabeza del tirano, era una espada dorada muy vistosa, por eso, aquél lugar adquirió su nombre ¿Sabía eso?

-No, no lo sabía -Respondió el guardia.

El guardia tenía alrededor de 35 años, era fornido y grande, y a pesar de su tiempo viviendo en Tierras Del rey, no había oído aquella historia.

Ella tenía un vinculo especial con Hero's Sword.

Pues había conocido a su esposa allí, ambos se fueron a vivir a tierras del rey, la cual estaba en construcción, pues la guerra demoniaca había terminado ya hace unos años para entonces.

-Tengo una opinión especial respecto a esa historia -Prosiguió el hombre de kimono- En textos de ese tiempo se puede corroborar que la historia es cierta, pero el tirano no era como lo pintaban, era de hecho un líder justo, solo algo estricto, pero sus ideas y acciones habían hecho que aquel lugar prosperara, no obstante, había cierta disconformidad de unas pocas personas, el héroe llegó y asesinó a aquel líder, y durante un tiempo la economía de aquel lugar decayó, pero el héroe dejó allí su dorada espada, la cual fue vendida a precios muy elevados, lo que hizo que ese pueblo pudiera mantenerse el suficiente tiempo para estabilizarse, esa es la verdadera historia detrás del nombre de Hero's Sword.

-Muy interesante -Dijo el guardia sin más.

El guardia estaba más alerta que antes.

Pues el tono del tipo del Kimono cambió considerablemente, a uno más sombrío y amenazante mientras contaba la historia.

-Lo verdaderamente interesante -Dijo el hombre del Kimono con tono amenazante- Es la persona que conocí allí, muy parecida al tirano mal retratado de la historia, su nombre era Mustard, ahora está bajo mi cuidado, también es conocido como Mustard el esclavista, considero que tiene alguna idea sobre como cambiar Tierras del rey, verá, los clanes más pequeños y ciudades allegadas se mueren de hambre, mientras los altos clanes se llevan los recursos que quedan de La Hora Cero ¿Bastante injusto no lo cree? Verá, mis objetivos son grandes, planeo lo mejor para todos, pero debo empezar desde abajo, pretendo reformar tierras del rey.

El guardia empuñó su espada, y apuntó con ella al hombre del Kimono.

-No se resista, ponga sus manos donde pueda verlas y acompáñeme -Dijo el guardia- Quiero hacerle algunas preguntas, queda bajo arresto.

-¿Por qué cargos? -Preguntó el hombre de Kimono.

-Sospechoso de los asesinatos cometidos en Tierras del rey -Respondió el guardia- También por confabulación con un criminal como Mustard el esclavista.

-Vaya -Exclamó el hombre de Kimono- Para empezar, Mustard el esclavista no es ningún criminal, que yo sepa no tiene ninguna orden de arresto, no es más que una historia, y en segundo, es sorprendente como cambió su actitud, solo dije lo que pensaba y una pequeña anécdota ¿Y ya soy sospechoso?

-¡Segunda advertencia! -Exclamó el guardia- Manos donde pueda verlas.

-Lo haré, pero primero, diré lo que iba a decir -Dijo el sujeto del Kimono- Dije que te diría por qué estoy aquí, verás vengo a liberar de la prisión de Tedehm a una persona que quiero que entre en mi equipo.

El guardia atacó directamente al hombre del Kimono, quien lo esquivó fácilmente, solo moviendose unos centímetros a su izquierda.

-Y quien soy -Dijo el hombre del Kimono mientras esquivaba el ataque- Soy solo un asesino misterioso.

Seguido de eso extendió su palma y tocó la cabeza del guardia, quien estaba reponiéndose del ataque que dio.

La cabeza del guardia estalló, había sangre por todas partes, su cerebro estaba en pedazos en el suelo.

-Pensaba matarte de muerte cerebral y dejar que te encontraran -Dijo el asesino encapuchado- Pero te moviste muy bruscamente.

El asesino encapuchado agarró el arma del guardia, y empezó a caminar por tierras del rey.

Él había estado tiempo atrás ahí, todo le resultaba familiar.

Eligió la entrada más lejana a Tedehm solo para dar un paseo.

Recorrió toda la ciudad a pie, esquivando a los guardias en el camino.

Le llevó alrededor de una hora.

Ningún guardia había pasado por la entrada del guardia muerto.

El asesino encapuchado tenía suerte.

Entonces se encontró frente al castillo de Tedehm.

Estaba frente al muro más cercano a la prisión subterránea.

El asesino misterioso tenía pólvora en su bolsillo.

Juntó sus manos y expandió su aura.

Estaba buscando a un guardia cercano.

Logró identificar uno a unos cuantos metros.

Se dirigió a él rápidamente.

El guardia no tenía ni idea de nada, solo miraba el cielo, se había quedado distraído.

El asesino encapuchado se abalanzó sobre él desde la espalda, tomó la cabeza del guardia con su mano y la estampó contra el suelo de piedra.

El guardia parecía aturdido, esto si es que no estaba desmayado o muerto.

Entonces el asesino utilizó su elemento, para asegurarse, causó un paro cardiorrespiratorio en el guardia, uno tan fuerte que la causó muerte cerebral.

El asesino abrió la boca del guardia muerto, y le introdujo la pólvora.

Empezó a manipular su torrente sanguíneo para asegurarse de que la pólvora llegara a su estomago.

Y de esa forma se llevó el cuerpo muerto hasta el muro de antes.

Pero vio que esta vez había un guardia en el muro.

El asesino pensó rápido que hacer.

-¡Ayuda! -Empezó a gritar el asesino, quien pretendía parecer una victima, llevando al guardia muerto en su espalda- ¡Fue un asesino! ¡Tenía una armadura dorada!

-¡¿Qué dices?! -Exclamó el guardia- ¿Dónde lo viste?

El asesino encapuchado sabía bien del asesino de la armadura dorada, así que tomó ventaja de ello.

-Tómalo, necesita ayuda -Dijo el asesino encapuchado, tirando el cadáver al guardia.

Lo tiró fuerte, de tal manera que el guardia se tropezara y tocara el castillo.

El asesino encapuchado sacó un frasco de nitroglicerina de su bolsillo y expandió su palma.

Empujó la espalda del cadáver que tenía pólvora en su estomago.

A su vez empujaba al otro guardia contra el castillo.

El frasco de nitroglicerina se rompió.

Y rápidamente el asesino manipuló el nitrógeno en la sangre del cadáver, rompiendo el enlace triple de los átomos de nitrógeno, causando una pequeña explosión potenciada por la pólvora, y finalmente por la nitroglicerina.

Los dos guardias estallaron, y el muro también lo hizo.

Fue una explosión de tal magnitud que rompió el suelo, dejando pasó libre a la prisión subterránea.

El asesino aprovechó la explosión y con la mano que tenía extendida hizo un escudo de sangre solidificada, la sangre del guardia que acababa de estallar.

La explosión de la sangre en su mano le dejó expandir su aura sin tener que juntar sus manos, algo muy raro de lograr.

Con el dominio de su elemento dejó que todos en la torre durmieran, excepto los que habían sido alcanzados por la explosión, personas que yacían muertos.

El asesino empezó a moverse, pues los otros guardias estaban despiertos y listos para atacar.

Empezó a correr, no veía a nadie en las celdas.

"Habré aplastado a Ren Minoru con los escombros" Empezó a preguntarse.

-¡Ren Minoru! -Empezó a gritar- ¡Vengo a libertarte!

Vio a una chica en el camino, que se le hacía conocida.

Así que se detuvo.

-Oye -Le dijo a la chica- ¿Sabes donde está Ren Minoru?

La chica estaba dormida cerca de las barras de la celda.

El asesino la toco, y aceleró su torrente, haciéndola despertar.

La chica volteó y lo vio a la cara.

-¿Sabes donde está Ren Minoru? -Preguntó el asesino.

-Fue asesinado por el traidor de la serpiente -Dijo la chica, que recién se levantaba- Yo era su compañera.

-¿En verdad? ¡Mierda! -Exclamó el asesino- Creí que lo tenían encarcelado.

El asesino empezó a oír como los guardias se acercaban.

-Mierda, mierda, dices que eras su compañera ¿No? -Dijo el asesino- ¿Cuál es tu nombre?

-Mirai Sugita -Dijo la chica.

El asesino rompió las barras con la espada del guardia de antes y su fuerza bruta.

-Te llevaré conmigo -Dijo el asesino.

Tomó a la chica en sus brazos, y empezó a volar, igual que con Mustard.

Y escapó de allí rápidamente, antes de que los guardias lo alcanzaran.

Tenía la esperanza de que Mirai Sugita supiera de la formula del virus.