El primer ataque sin misericordia de Subaru había sido bloqueado por unos dientes.
_Subaru: ——
Mordiendo el extremo del látigo que lo atacó de frente, y bailando como si quisiera deliberadamente causar enojo, allí estaba Glotonería, Roy Alphard.
Alphard.
No era la primera vez que Subaru oía semejante nombre.
_Subaru: ¡Este bastardo también tiene el nombre de una estrella —hk!
_Crusch: ¡Subaru-sama, ese asunto ya acabó! ¡Deje que me ocupe de él!
Mientras Subaru levantaba su brazo para asestar otro golpe brutal, Alphard desenfundó su propia arma. Al mismo tiempo, Crusch ejecutó su Corte de los Cien Hombres.
Inmediatamente, una frenética cuchilla de viento arrasó el primer piso del Ayuntamiento, seccionando sillas y el escritorio de la recepción.
Obviamente, ese golpe también tuvo que haber cortado a Alphard sin misericordia, pero:
_Roy: ¡Wow, asombroso! Pero, aunque parece interesante—
_Crusch: ¡¿—?!
El chico, como si pudiera ver la cuchilla invisible de viento, se dobló hacia atrás para evitarla. Haciendo el puente, su cabeza descansó en el piso brevemente antes de dar la voltereta completa hacia atrás.
Esa acción lo había colocado en una pose lista para la batalla.
_Roy: —como ataque, fue más bien de tercera categoría. ¡A nosotros no nos parece del todo delicioso!
Al finalizar, Alphard saltó hacia arriba desde el suelo, impulsándose hacia delante como una bala.
Su boca se abrió para exponer filas de afilados dientes que recordaban a los de los perros de caza. Junto a su apariencia, la gente podría pensar erróneamente que era un descuidado perro salvaje. Solo que un perro salvaje jamás alcanzaría un nivel de peligro comparable.
Crusch levantó su espada para recibirlo, con intención de decapitarlo, pero…
_Roy: Aunque tus cualificaciones son buenas, ¡no son suficiente! ¡Para nosotros, no eres ni siquiera un aperitivo!
_Crusch: —¡Ah!
Cuando él movió su mano derecha, la espada de Crusch fue desviada con un sonido agudo y metálico. Al mirar de cerca, envueltos en la tela alrededor de las muñecas de Alphard, había dos dagas gemelas.
Él sostenía una daga en cada mano, un arma que le permitía a su delgado y pequeño cuerpo pelear con velocidad y flexibilidad.
Mientras desviaba su espada con la derecha, la daga en su mano izquierda se dirigió hacia la garganta de Crusch. Aunque ella inmediatamente se giró para esquivarla, Alphard giró a través del aire alrededor del hombro de Crusch y la pateó en un costado.
_Crusch: ¡Agh—!
_Subaru: ¡Crusch-san!
_Roy: ¡No te quedes ahí mirando cuando eres el objetivo más fácil!
Mientras Subaru estaba distraído viendo cómo Crusch se deslizaba por el suelo, Alphard pisoteó el piso con fuerza y se impulsó hacia Subaru. En medio de la tenue luz, la delgada figura envuelta en harapos desapareció en la oscuridad. Subaru perdió de vista a Glotonería—
_Subaru: Mal—
_Roy: En tu Pereza, no pudiste seguir el ritmo.
_Subaru: ¡¿Qu—?!
Apuntando a Subaru, quien tenía demasiadas aperturas en su defensa, Alphard reveló otro de sus fallos.
Hace tiempo, sintiéndose impotente, Subaru se había jurado a sí mismo que, sin importar la situación, no volvería a actuar impulsiva y precipitadamente.
Mordiéndose el labio, se tragó su dolor, dando al miembro más poderoso del grupo de asalto la oportunidad para golpear.
Y habiendo recibido el comando silencioso, Julius cortó el aire.
Alphard inmediatamente se las arregló para rotar evasivamente, pero aun así su cuerpo recibió un corte del más Caballero de los Caballeros.
Glotonería rodó por el piso, con todo el cuerpo cubierto de sangre.
_Roy: ¡Ughya! Vaya, me ha pillado por sorpresa…
_Julius: Entonces, ¿qué tal otra sorpresa? ¡Floreced, mis brotes!
Cuando Julius dijo eso, sus espíritus comenzaron otra serie de ataques mientras Alphard se impulsaba con sus pies hacia atrás y se alejaba.
En ese momento, una iridiscencia iluminó la oscura sala. Una aurora floreció desde la espalda de Julius, zambulléndose hacia Glotonería.
_Roy: ¡Artes espirituales!
_Julius: Espero que un gourmet como tú lo disfrute. Sea el brote que sea, me enorgullece disfrutar de la floración de estas flores infantiles.
_Roy: ¡Horribles, son pretenciosos; no nos gustan, ni a nosotros ni a mí!
Al ver el mundo ardiendo en la aurora, Alphard habló mientras escapaba. La delgada espada de Julius persiguió libremente a Alphard, quien intentó evitarla con un fuerte impulso lateral.
_Julius: ¡Lolimancer!
_Subaru: ¡No me llames por ese nombre, Juli!
_Julius: ¡Lleva a Valquiria contigo hasta el último piso! ¡Impidan la transmisión!
Ocultando el nombre de los demás, Julius declaró que se encargaría de Alphard.
Mientras apoyaba a una Crusch que tosía con fuerza, Subaru juzgó que éste era el curso de acción más razonable, pero no pudo estar de acuerdo inmediatamente.
Después de todo, el chico burlón que andaba por ahí era Glotonería: el enemigo que Subaru había buscado durante más de un año.
No sería exagerado decir que derrotarlo era la máxima prioridad de Subaru.
Aunque estaba justo ahí—
_Crusch: E-Entiendo. Juli-sama, buena suerte.
_Subaru: —hk.
Sin embargo, antes de que Subaru pudiese protestar, Crusch se puso en pie y dio una respuesta a Julius. Entonces, Subaru alzó su rostro y pudo ver la cara llena de renuencia de Crusch.
Ella era otra víctima de Glotonería, habiendo sido despojada de sus recuerdos.
Obviamente ella también había querido aprovechar esta oportunidad para recuperar sus recuerdos. Aun así, asumió su propia responsabilidad y confió la lucha contra Glotonería a otros.
Además de esos sentimientos, ella también era muy consciente de que no estaba a la altura de su enemigo. Considerando sus propias capacidades, Subaru y Crusch tuvieron que decidir lo mismo en el mismo lugar.
_Roy: Entonces, ¿cómo lo hacemos? ¿Vamos a ir todos juntos? Incluso la decepcionante mujer y el despreciable hombre pueden ser servidos como aperitivos. ¡Entonces nosotros comeremos, mordisquearemos, tragaremos, probaremos, lameremos, tomaremos, trocearemos, morderemos, masticaremos y devoraremos a Juli-san! ¡Glotonería! Suena bien.
_Julius: No gastes saliva. ¡Yo, Juli, no pretendo ser devorado así como así!
La aurora en el estrecho espacio estaba desapareciendo gradualmente, y Alphard seguía sonriendo con confianza. Julius persiguió la victoria, la espada golpeó contra las dagas y se escuchó un sonido de acero.
En ese momento, las miradas de Julius y Subaru se cruzaron por un instante.
La mirada que recibía Subaru le estaba diciendo que no había nada más de qué hablar, pero…
_Subaru: ¡Ah, maldita sea! ¡Entendido! ¡Bastardo, no pierdas!
_Julius: Eso lo debería decir yo. No importa, no lo haré. No, más bien no puedo morir aquí.
_Crusch: ¡Vamos, Lolimancer-sama!
Rascándose la cabeza, Subaru dejó a un lado sus sentimientos y empezó a moverse.
Aunque Subaru al menos debería caminar frente a Crusch, la verdad era que ella podría reaccionar a cualquier ataque sorpresa mucho más rápido que él, por muy vergonzoso que eso le pareciera.
Subaru iba detrás de la aún herida Crusch, y ambos subieron corriendo el siguiente tramo de escaleras. Antes de irse, Subaru echó un último vistazo a Julius y Alphard.
Julius parecía tener la ventaja, pero él no podía bajar la guardia.
_Julius: ¡Vete!
_Subaru: —¡Mierda!
Consciente de la mirada de Subaru, Julius siguió preocupándolo hasta el final.
Aunque era increíblemente molesto, la idea de que algo le sucediera a Julius era problemática. Subaru se giró para seguir a Crusch, saltando hacia las escaleras con ímpetu.