Habiéndose dado cuenta de eso, Garfiel se sentó en el borde del canal de agua, mientras observaba las tranquilas góndolas que iban y venían.
_Mimi: Mmmhmm…
Tomando asiento al lado suyo, Mimi sacudió sus pies felizmente mientras tarareaba una canción. A pesar de que su carácter era el de una chica que no podía ni mantenerse callada ni un momento, ahora mismo se estaba portando bastante bien. Mimi agarró la ropa de Garfiel y acto seguido ella movió la cabeza de arriba a abajo.
Al mirar de reojo su feliz rostro, Garfiel descubrió que el pelo de Mimi tenía exactamente el mismo tono anaranjado de la puesta de sol. Inconscientemente, él extendió su mano para acariciar la cabeza de Mimi, quien parecía contenta y se apoyaba en esa mano.
_Mimi: ¿A que es suave y blandito~? La señorita toca a menudo la cabeza de Mimi. Ella lo llama algo así como terapia kuraestivia.
_Garfiel: Ah, pues sí que es relajante. Eso de terapia curativa, o como se diga, el Capitán a veces también dice cosas como esa.
_Mimi: Garf, ¿aún sigues molesto?
_Garfiel: ¡Ahora es sobre otra cosa!
_Mimi: ¿Eh?
Cuando Mimi ladeó su cabeza con su expresión de pura inocencia, Garfiel rio inadvertidamente.
Un alivio comenzó a florecer en su pecho, haciendo desaparecer la sensación de que él era despreciable. El sentimiento que tenía de humillación fue reemplazado por uno de determinación.
_Garfiel: …Ser el más fuerte del mundo en un abrir y cerrar de ojos es imposible. Mi asombroso ser todavía 'stá en el proceso.
_Mimi: Ohh, ¡así que estás ascendiendo poco a poco para ser el mejor de los mejores~!
_Garfiel: Ey, lo has 'ntendido muy bien. Sí, es el método apropiado para convertirme en el más fuerte.
Mimi levantó su puño y, en respuesta, Garfiel se acarició la cicatriz blanca de su frente.
Aunque era molesto que ella hablara tanto, lo había animado. Si él estuviera solo, seguramente todavía estaría abatido y de mal humor. Se alegraba de haber tenido la compañía de Mimi.
_Garfiel: Oye, enana, ya que 'stamos aquí, ¿qué te parece ir a un puesto y comer algo? Mi asombroso ser te invitará.
Garfiel se puso de pie y empezó a limpiarse la parte trasera de sus nalgas.
_Mimi: Garf, ¡mira eso!
_Garfiel: ¿Eh?
Mimi seguía sentada en el borde del canal de agua, pero su grito atrapó la atención de Garfiel a la vez que seguía su mirada. Luego, agudizó sus ojos.
Al otro lado del canal, las cuerdas que amarraban una de las góndolas se habían desatado, y empezó a moverse sin control siguiendo la corriente de agua. En la góndola no había nadie, pero el problema no estaba ahí.
_Mimi: ¡Ey, niños!
Mimi dio un fuerte grito de advertencia en esa dirección—donde cinco niños jugaban en un bote que navegaba en rumbo de colisión contra la góndola que se había soltado.
Los niños no notaron que la góndola se acercaba. Si chocaban, su bote podría acabar volcado, lanzando a los niños al agua.
Al escuchar el grito de Mimi, otras personas que estaban en los alrededores se dieron cuenta. Uno de los dueños de embarcaciones corrió espantado hacia los niños, pero no lo lograría a tiempo.
Escuchando las escandalosas voces de los espectadores, los niños finalmente se dieron cuenta del peligro inminente y entraron en pánico ante la repentina visión de un barco vacío aproximándose.
Y entonces…
_Garfiel: Ey, niños. Después deberíais darle las gracias a la señorita gata enana por verlos a tiempo.
_Mimi: ¡Garf!
En un abrir y cerrar de ojos, había saltado hasta el bote de los niños, manteniendo un abrumador equilibrio tras aterrizar en el bote. Para los niños, el silencioso Garfiel sólo podía ser considerado un milagro del cielo.
Al ver la sonrisa torcida y una risa feroz del rubio joven, los niños se pusieron rígidos, intimidados por el atemorizante desconocido. Mientras su pánico se calmaba, Garfiel cogió a los cinco niños en sus brazos, dando otro salto.
Aterrizaron en una acera cercana al canal a la vez que la góndola y el bote chocaban entre ellos violentamente, volcando el bote donde habían estado los niños.
Garfiel, manteniendo hábilmente las cuerdas que conectaban los barcos, evitó una reacción en cadena de colisiones entre los barcos.
Al restringir el desplazamiento del bote volcado, había evitado que discurriera a lo largo del canal, minimizando el alcance del desastre.
_Garfiel: ¡Bien, eso debería bastar!
Después de amarrar las cuerdas firmemente, Garfiel dio por finalizado su trabajo, recibiendo un alboroto de aclamaciones y aplausos de todos los testigos de la zona.
El dueño de la embarcación, que debería haber estado supervisándolo, inclinó la cabeza para transmitirle su gratitud, ante lo cual Garfiel expresó que no había sido nada, rascándose la cabeza y luciendo tímido.
_Niño: Se-señor. Muchas gracias.
_Garfiel: ¿Ohh?
Los niños rescatados se reunieron y le dieron las gracias a Garfiel.
En vez de las expresiones de miedo que mostraron en el bote, ahora miraban a Garfiel entusiasmados. Mientras Garfiel los observaba atónito, las manos que le estaban aplaudiendo empezaron a hacerlo aún más rápido.
Ante eso, Garfiel sintió que su estado de ánimo mejoraba a la vez que se frotaba la nariz.
_Garfiel: No hacen falta tantos elogios. Fue casualidad… sí, eso es, por casualidad. Mi asombroso ser fue guiado hasta aquí por el viento del destino. Tratándose de esta ciudad que siempre 'stá rodeada de agua… si alguien terminara derramando lágrimas, ocurriría una inundación, ¿verdad?
Los aplausos comenzaron a calmarse cuando Garfiel dio su complaciente respuesta.
Los vitoreos también se habían reducido. Sin embargo, a diferencia de los espectadores, los niños reaccionaron más exageradamente.
¡Wow, increíble!
¡Eres genial~!
¡Por las lágrimas, a pesar del peligro!
¡Sin miedo! ¡Sin dudar!
¡Sin reconsiderarlo!
Garfiel asintió con satisfacción ante los entusiasmados niños.
Entonces, con una mirada ansiosa, uno de ellos formuló una pregunta.
Señor, ¿cómo se llama?
_Garfiel: No vale la pena mencionarlo. Pero, ya que me 'stán presionando… mi asombroso ser es un tigre. Sí, un tigre dorado. Me llaman, ¡¡Gorgeous Tiger!!