webnovel

Re: zero arco 3, 4, 5.

Pueden seguir aquí después del cp25 Luego subiré el Arco 1 y Arco 2. A partir del CP 329 comienza el arco 5.

delta_zero_1153 · แฟนตาซี
Not enough ratings
503 Chs

Escúchame atentamente, estúpida. Parte2

 _Beatrice: Acaso...

Los llorosos ojos de Beatrice se enfocaron en Subaru.

Sus labios temblaban y, prácticamente aferrándose,

_Beatrice: ¿Serás… ese Él que Betty ha estado esperando?

Esta pregunta podría darle fin a todo lo que había vivido desde hace cuatrocientos años.

Y podría ser exactamente lo que Echedona le ordenó a Beatrice, convirtiéndose en lo que la bruja quería oír.

¿A quién determinaría Beatrice como el insustancial Él?

La bruja usó a su hija para satisfacer su propia curiosidad, haciendo que pasara cuatrocientos años en soledad.

La recompensa por todo ese tiempo se definía en esa pregunta.

Beatrice contuvo el aliento. Subaru la miró a los ojos, y dijo:

_Subaru: ¿Eres estúpida? — Por supuesto que no soy ese misterioso Él del que hablas.

※ ※ ※ ※ ※

Después de la feroz onda expansiva que atravesó la Biblioteca, Beatrice tomó los libros arrojados por el viento y los puso de vuelta en sus estanterías.

Mientras caían al suelo, ninguno de los libros parecía haberse separado de su encuadernación, afortunadamente.

Beatrice reflexionó arrepentida por usar la fuerza dentro de la Biblioteca, aliviada por el hecho de que solo causó daños menores.

Ellos eran sus camaradas, quienes habían pasado cuatrocientos años de soledad junto a ella.

Beatrice no mentía al decir que desearía ser un libro. Había fantaseado muchas veces con ser como esos textos, algo que podía esperar tanto tiempo sin que nada conmoviera su corazón.

Ahora pensaba que esa esperanza había nacido de una idea estúpida.

_Beatrice: Es concebible que sea risible, parece.

Esa era la miseria en la que había sido acorralada.

Ella se burlaba de sí misma por eso. Pero dentro de su pequeño pecho, la auto privación estaba subordinada a la ira.

_Beatrice: Ese chico… ese chico… ¡en serio, qué le pasa, parece!

El simple hecho de pensar en lo mucho que él la irritaba, le daban ganas de pisotear el suelo.

Le habría gustado poder desahogar sus emociones en algo, pero todo en esa habitación que su Madre le ordenó proteger era valioso.

Incapaz de encontrar algo para hacer su berrinche, lo único que Beatrice podía hacer era esperar a que sus emociones se calmaran.

Puso el último libro en su estante y suspiró mientras suavizaba su expresión. Luego se sentó de nuevo en el taburete, intentó alcanzar el tomo negro — y se detuvo.

Un libro en blanco. ¡Solo tira esa cosa! Él lo dijo con tanta facilidad, tantas veces.

Luego, en el momento vital, él rechazó la opción que habría hecho que ella olvidara el libro. Tan absolutamente, completamente incomprensible que la enfurecía.

_Beatrice: Estoy exhausta, de hecho…

Pero no estaría furiosa para siempre.

Beatrice dejó de hacer pucheros, tomó el libro que había dudado en sostener y lo puso en su corazón.

A fin de cuentas, apoyarse en esa cosa era la única forma de proteger su mente.

Justo como lo escribió el Evangelio de Roswaal, el fin de Beatrice llegaría pronto.

¿Qué debería sentir mientras esperaba que ocurriera?

Por fin se acabaría. ¿No era ese un sentimiento lo suficientemente bueno?

Era lo que se suponía que debía sentir, pero ahora que estaba pasando, estaba perdida.

—Eres estúpida. Por alguna razón esas palabras se quedarían fuertemente asentadas en su corazón.

※ ※ ※ ※ ※

Empujado por la onda expansiva, Subaru rodó por el pasillo hasta chocar contra una pared. Su costado golpeó directamente contra una columna, lo que lo hizo gritar y retorcerse.

_Subaru: ¡Ahhgh! ¡Haghghh… Imposible! ¡En medio de la conversación, y esa idiota solo…!

La puerta frente a él se cerró de golpe. Subaru llegó hasta ella con una expresión odiosa, pero naturalmente, lo que vio cuando la abrió no era la Biblioteca Prohibida — sino un simple cuarto de invitados.

El Pasaje de la Puerta se había activado, y Subaru había sido expulsado de la Biblioteca.

_Subaru: La molesté tanto que me echó… ¡Mierda, no supe elegir bien mis palabras!

Lo que trataba de decir no estaba mal, pero había una discrepancia entre lo que decía y lo que transmitía.

Lo que terminó en que Subaru fuera expulsado de la Biblioteca, y alejado del éxito.

_Subaru: De cualquier forma, no puedo quedarme aquí. ¡Tengo que encontrar a Beako a través de otra puerta y…!

_???: ¿N-Natsuki-san?

Subaru se giró, pensando en vencer a las puertas con selección aleatoria, pero entonces una voz lo llamó. Su familiaridad y el hecho de que lo estaba llamando hicieron que Subaru tropezara y abriera los ojos.

Su mirada se posó en Otto, que se asomaba desde una habitación vecina, quien se suponía que debía estar en cualquier otro lugar. Y, asomando por debajo de Otto, estaba Petra, también mirando a Subaru.

_Subaru: ¿C-chicos? ¿Por qué siguen en la mansión? ¿No les había dicho que huyeran después de abrir las puertas?

_Otto: Desafortunadamente, la situación afuera ha cambiado dramáticamente…

Otto sacudió la cabeza, su rostro palidecía mientras Subaru se acercaba.

Era inconcebible que Otto estuviera bromeando en esa situación. Otto había abortado el escape, y debía haber algo que lo justificara.

_Subaru: ¿Qué pasó? Resúmelo, por favor.

_Otto: Son las mabestias. Hay hordas de mabestias rodeando la mansión, y no podemos movernos.

_Subaru: ¿¡Mabestias!?

Subaru abrió los ojos de par en par ante esas inesperadas palabras, y miró a Petra para confirmarlas. Ella asintió varias veces en respuesta.

_Petra: Emm, hay un montón de mabestias que no son los perros… son como serpientes con dos cabezas, o zarigüeyas, un montón de ellas.

_Subaru: ¿Esos también viven en el bosque?

_Petra: Sí, pero… la barrera debería mantenerlos alejados.

_Subaru: La barrera de nuevo…

Durante la última batalla con las mabestias, se aseguraron de que la barrera entre la Aldea Arlam y los bosques que rodeaban la mansión hubiera sido reparada. Después, le dieron máxima prioridad a buscar las debilidades de la barrera, así que era inconcebible que hubiera ocurrido un error en un período de tiempo tan corto.

Y más importante, las bestias rodeaban la mansión por alguna razón.

_Subaru: ¿Es como con los perros, alguna voluntad extraña los controla…? ¿Qué hay de la gente de Arlam? ¿Están bien?

_Otto: No vi ninguna mabestia cuando les dije que evacuaran, y como están usando los carruajes de la Duquesa, deberían estar seguros. Además, Patrasche-chan los está guiando.

_Subaru: Bien. Eso es un alivio.

Era más confiable encargarle la tarea de escoltarlos a la inteligente dragona que a un tipo cualquiera. Mientras rezaba para que Patrasche lo lograra, Subaru apretaba los dientes. De nuevo, la situación se estaba desarrollando por un camino que desconocía.

Este ataque de mabestias nunca había ocurrido antes.

Teniendo en cuenta el momento, debía estar relacionado con el ataque de Elsa.

_Subaru: ¿Qué hay de Frederica y Rem?

_Petra: No nos hemos encontrado con Frederica o Rem-san… Emm, e-en realidad no creo que puedan cruzar a las mabestias y huir.

_Subaru: Lo que significa que siguen en la mansión. Estaremos muy agradecidos si las bestias se quedasen afuera, pero ¿cuánto puede aguantar Garfiel?

Subaru acarició la cabeza de Petra, elogiando a su fuerte corazón por mantener la compostura en una situación tan extrema. Si hubiera sido Subaru cuando tenía su edad, no habría sido raro para él orinarse llorando.

Pero las circunstancias les prohibían quedarse allí.

_Subaru: ¿Dónde estamos ahora? ¿En qué ala de la mansión?

_Otto: El ala este. Garfiel aún debe estar batallando en el ala oeste, así que sugiero que rodeemos esa área para evitar los daños…

_Subaru: Y las posibles rutas de escape son…

Por supuesto, Subaru necesitaba recoger a Beatrice, pero también era indispensable que Otto y Petra escaparan. Subaru se sumergió en sus pensamientos, analizando su mapa mental de la mansión para encontrar alguna ruta de escape. Sin embargo, una voz ahogó sus contemplaciones:

_???: —¿Oh? ¿Estaban todos reunidos aquí, esperándome?

Una petrificante sensación, como si una cuchilla acariciara sus nucas, hizo que todos se paralizaran.

Subaru tiró del brazo de Petra y la acercó mientras miraba tímidamente detrás de él.

En el pasillo, iluminados por los rayos de luz de luna, se oían los pasos de alguien acercándose.

Su figura pronto se volvió reconocible entre la luz.

_Subaru: ¿¡Qué demonios está haciendo Garfiel!?

_???: Voy a revelar las lindas entrañas de ustedes tres—

Despegando del suelo ante Subaru, quien estaba a punto de gritar, la sombra negra de la Cazadora de Entrañas se acercaba a toda velocidad.