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Re: zero arco 3, 4, 5.

Pueden seguir aquí después del cp25 Luego subiré el Arco 1 y Arco 2. A partir del CP 329 comienza el arco 5.

delta_zero_1153 · แฟนตาซี
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503 Chs

El Principio y El Final del Amor. Parte2

_Capella: A estas alturas, ya debes haber averiguado la respuesta~, ¿o no?

Una cola de dragón, el brazo de una bestia y las alas de una gran ave, todo en una chica humana.

Cambiaformas, era en lo único que podía pensar.

No se le ocurría un término más apropiado para describirla. Aparte de ese término, ver esta criatura que no debería existir causaba una completa repulsión visceral.

No podía sentir nada más que asco por el monstruo que se encontraba frente a él.

_Subaru: Mutación, transformación…

_Capella: Soy la Arzobispa del Pecado de la Lujuria, Capella Emerada Lugnica. Todo el amor y respeto en este mundo existe para ser monopolizado por mí sola. Si alguien me ama, sin importar qué tan anormal sea su deseo, yo responderé. En resumen, soy la máxima encarnación de todo tipo de virtud y belleza en el mundo. Sea cual sea la chica que coincida con tus preferencias, puedo convertirme en ella. Soy una chica diligente, ¿no lo crees? ¡Kyajajajaja!

Capella estaba delante de Subaru y, mientras recitaba ese sinsentido, comenzó a cambiar libremente de forma.

Pasó de esa imagen anormal a ser nuevamente la chica pequeña, pero entonces sus manos y piernas comenzaron a crecer hasta que todo su cuerpo se convirtió en el de una mujer madura. Tan pronto Subaru notó esto, cambió de nuevo a una simple aldeana, e inmediatamente se transformó en una doncella con una sonrisa lasciva.

_Capella: ¿Y bien? ¿Qué fo~~~rma de mí te gusta?

_Subaru: …

Sin palabras. Era incapaz de articular palabra. Un solo vistazo fue todo lo que hizo falta para entender que ésta era la peor situación posible.

Era una blasfemia, un sacrilegio para cualquier valor humano. En sí, se trataba de una habilidad clara y definida, el poder de Lujuria era el de profanar y pisotear cualquier sistema de valores con tal de convertirse en lo único amado en el mundo.

Y con tan solo un vistazo, Subaru notó que la herida que había destruido el rostro de la chica, ya había sanado hace tiempo, sin dejar rastro alguno. Su tremenda capacidad de regeneración—o, más bien, de trasformación, hacía tiempo que había sanado sus viejas heridas.

En cualquier caso, finalmente había resuelto el misterio de cómo la dragona negra se había convertido en una chica. Al principio, pensaba que Capella era como Petelgeuse, con la capacidad de usar los cuerpos de los demás; pero, si ese no fuera el caso—

_Subaru: …¿eh?

—entonces, las moscas de la sala de transmisión y la dragona negra que había en esta habitación hace un momento…

_Capella: ¿Al fin te diste cuenta?

_Subaru: Espera… espera, espera, espera, espera un momento…

Como si hubiera leído los pensamientos más profundos de Subaru, Capella sonrió burlescamente.

Ella se había transformado en una dama de cabello largo, e incluso el tono de su risa había cambiado.

En esta situación, en la que no tenía ni la certeza de a quién le estaba hablando, Subaru sacudió la cabeza.

No podía ser, era imposible, o eso quería creer Subaru.

Sin embargo, si estaba en lo cierto, todo lo que había ocurrido hasta este momento tendría explicación.

La Autoridad de la Lujuria de Capella le permitía mutar y transformar su cuerpo.

Y si esa habilidad fuera efectiva en otros objetos además de su propio cuerpo…

_Capella: ¿Tu derretido cerebro finalmente ha sido capaz de descubrir la identidad de esas repulsivas moscas?

_Subaru: Esas… Esas son…

_Capella: Ajá~ ajá~, vamos, responde. Quiero escucharte decirlo. Kyajajah.

Capella se llevó la mano a la boca y rio arrogantemente.

Repudiando la actitud de Capella desde el fondo de su corazón, Subaru habló con voz temblorosa,

_Subaru: —Son… las personas que estaban en el edificio, las transformaste.

_Capella: Sí, correcto, pero has tardado mucho, hoy no habrá premio para ti. No te mereces ni un elo~gio. Estúpidos pedazos de mierda, ¿para qué existen? Me parece incomprensible.

_Subaru: ¡Eso debería decirlo yo!

Capella no parecía sentir ni una pizca de culpa por cometer una atrocidad tan brutal.

Obviamente, había encerrado a todas esas personas en esa oscura habitación. Cuando sus rojos ojos se posaron sobre Subaru, sus alas —incapaces de alzar vuelo— se agitaron desesperadamente, emitiendo un fuerte zumbido.

—Debían estar pidiendo la ayuda de Subaru.

_Subaru: ¡No puedo entenderlo! ¡¿Qué tan mal de la cabeza estás?! ¿Por qué…? ¡¿Cómo pudiste hacer algo así?! ¡¿Por qué lo harías?! ¿Por qué...? ¡¿Por qué convertirías a esas personas en moscas?!

_Capella: Horripilante, ¿no?

_Subaru: ¡Es demasiado retorcido! Tú… tú… todos ustedes…

_Capella: Será porque las detesto. Será porque me dan asco. O algo así, ¿tal vez?

Una vez más, Subaru estaba sin palabras.

Respirando con fuerza y apretando los dientes, Subaru fijó sus ojos llenos de odio sobre Capella, como si estuviera tratando de matarla con la mirada.

Ella podía jugar con la vida de otras personas, incluso convertirlas en moscas. Esas atrocidades eran incluso peores que el asesinato.

En tan solo unas pocas horas, Subaru se había encontrado en secuencia con cuatro arzobispos a los que nunca había visto antes.

Sirius de la Ira era una psicópata que manipulaba las emociones de los demás y anhelaba un amor egoísta.

Regulus de la Codicia imponía sus valores a la fuerza sobre los demás para su propio beneficio.

Alphard de la Glotonería robaba los recuerdos y los nombres de las personas, él era la blasfemia personificada que pisoteaba las vidas que han tenido las personas.

Y Capella de la Lujuria era un monstruo que arrebataba toda dignidad e identidad humana.

Todos y cada uno de ellos eran irremediables encarnaciones de la locura.

_Capella: …

Al contrario que el enfurecido Subaru, Capella se había sumido en un silencioso aburrimiento. Y un instante más tarde, la expresión de Capella cambió.

¿Cuál será el siguiente sinsentido?

_Capella: …Sí, es repugnante, nauseabundo y aberrante. Es exactamente eso.

Encarando la furia de Subaru, Capella mostró una sonrisa más agradable.

Juntó sus manos, apuntando a la habitación que estaba repleta de moscas.

_Capella: Cuando ves una habitación llena de moscas gigantes, te inunda una horrorosa sensación de rechazo visceral, ¿no es así? Y, por supuesto, cualquiera que mire a esos horripilantes bichos, no podrá evitar querer huir.

_Subaru: ¿Qué estás…?

_Capella: Cualquier persona sentiría asco al ver algo tan repugnante. Y esos pedazos de mierda se han convertido en insectos que ni siquiera yo tolero mirar. Obviamente nadie los va a amar.

_Subaru: ¡Ve al grano! ¡¿Qué rayos estás tratando de decir?!

_Capella: Los seres humanos son criaturas incapaces de vivir sin amar o ser amados. Pero cuando sus seres queridos se convierten en cosas como esas, sus intentos se vuelven despropósitos, porque sencillamente no pueden amarlos. Y siendo así, ese amor tiene que irse a algún lado, tienen que amar otra cosa. Casi como un proceso de eliminación. No importa cuánto intenten evitarlo, simplemente no son capaces de amar algo tan inmundo.

Subaru se quedó en blanco.

Ladeando ligeramente la cabeza, Capella dejó salir esas monstruosas palabras.

Escuchando los secos aplausos de las manos de aquella demente, Subaru fue abrumado por un aterrador deseo de escapar.

En este preciso instante, enseguida y sin dudarlo ni un segundo, quería salir de ahí e irse a cualquier lugar en el que no estuviera este monstruo.

Su cuerpo no quería que esos ojos se posaran sobre él, sus oídos no querían oír esa voz, y su mente no quería recordar esa presencia monstruosa ante él; se trataba de una sensación de completa aversión visceral.