Nota del autor:
He creado una página de patr eon. Si quieres apoyar mi trabajo, por favor visítala. Ahí se pueden encontrar 6 capítulos adelantados para los mecenas.
https://www.patr eon.com/finlegost
Pueden encontrar los conceptos artísticos de los personajes:
https://www.insta gram.com/finlegost
Muchas gracias a mis mecenas. Aquí están los nombres/nicknames de algunos de ellos:
Javauni Samuels
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Al bajar a la cocina, al amanecer del otro día, vi a julia con los ojos hinchados y enrojecidos preparando el desayuno.
Anoche durmió en la habitación de Ragnar para no molestar a Mia. Pero supongo que el ver a su madre llorando también la afecto, porque vino a dormir conmigo. Parecía entender que no debía molestar a su madre, pero no quería estar sola.
Estoy frente a la academia militar y cuartel de la milicia.
Me acerco a uno de los guardias y pido hablar con Joaquín. Todavía es muy temprano en la mañana, espero que ya este en el cuartel porque no sé dónde queda su casa.
Tras unos momentos, aparece Joaquín en la puerta.
Al verme abre los ojos como platos por la sorpresa, pero enseguida se recompone y me invita a caminar, alejándonos del cuartel.
Yo lo sigo sin decir nada, esperando a que lleguemos a algún lugar donde podamos hablar con calma.
"¡¿qué haces aquí?!" pregunta con voz nerviosa cuando nos alejamos un buen trecho.
"buscarte" digo, resignándome a hablar en medio de la calle "Te necesitamos, Ragnar ha desaparecido cuando fue a ayudar a un amigo y no sabemos su estado. Ayer nos llegó una carta suya indicándonos que te buscáramos, ya que tu sabrías que hacer"
"mierda..." dice Joaquín, parándose en seco "ven, vamos a algún lugar con menos gente. Quiero que me cuentes todo lo que sepas, pero este no es lugar para hablar de estas cosas"
Nos dirigimos a un callejón pequeño, menos concurrido y, tras caminar un poco más, Joaquín abre la puerta de una de las casas.
En su interior hay una sala pequeña en la que hay una mesa, cuatro sillas y una cocina. En uno de los laterales hay una escalera que sube a un segundo piso.
"esta es mi casa, como ya te abras imaginado. Ven, siéntate y cuéntamelo todo desde el principio" dice, señalándome una de las sillas y sentándose a la mesa.
Le explico lo que pasó, y le entrego la carta que Ragnar recibió de su amigo. Cuando Joaquín termina de escuchar la historia, en su cara se mezclan la incredulidad y la preocupación.
"mierda ¡que imbécil! " dice por fin "como pudo arriesgarse así a dejar sola a su hija y su nieta. Y ¡por los inconmensurables misterios del laberinto! ¿porque no me comunico esta carta desde el principio?... Ahora me temo que, para cuando tenga un escuadrón listo, ya será demasiado tarde para él, suponiendo que siga con vida"
"¿qué quieres decir? ¿No podrás ir a ayudarlo inmediatamente?" pregunto apresuradamente, preocupado.
"no" dice, y su voz suena como una sentencia "normalmente, cuando nos llegan este tipo de cartas enviamos un escuadrón de 3 o 4 personas para encargarse de la situación, pero...Ragnar es un veterano con experiencia, cuando estaba en el ejército él era uno de los más fuertes y capaces. Si el fallo al encargarse de lo que sea que esté pasando en ese pueblo, no creo que un escuadrón normal alcance para solucionar el problema. Tengo que preparar un grupo especial y eso me tomara por lo menos una semana, ya que las personas que tengo en mente pueden estar ocupadas"
"¿y no podríamos ir tu y yo junto a 4 personas más a encargarnos? Ragnar necesita ayuda ahora, no dentro de una semana" digo, desesperado.
"no podemos, lo siento" dice Joaquín, consternado "en la carta del amigo de Ragnar solo se menciona la desaparición ocasional del ganado. Eso hace suponer que el problema son pequeños grupos de bandidos o de monstruos, ya que si fueran grupos mayores atacarían el pueblo directamente... Supongo que a esa conclusión llegó Ragnar y por eso decidió ir solo pero, dado el resultado de su misión, es seguro que el problema es mucho más grave de lo que parece"
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Consternado por las limitaciones de Joaquín y preocupado por Ragnar, deambulo por las calles en dirección a la tienda de Ozy.
No sé qué le voy a decir a Julia cuando vuelva a casa. Necesito pensar y necesito alguien con quien hablar sobre lo que pienso, y no conozco a nadie mejor que Ozy para contarle mis problemas.
Llego a la tienda y le pregunto a Ozy si podemos pasar a hablar un momento a la trastienda.
Mi cara debe reflejar como me siento, porque acepta sin hacer preguntas, me invita a pasa una sala simple con una mesa y unos pocos muebles y nos sentamos a la mesa.
Le cuento la historia y, mientras lo hago, Ozy me escucha atentamente.
"Y por eso no sé qué es lo que debería hacer ¿tú que piensas?" digo, esperanzado de que Ozy me ayude con uno de sus comentarios llenos de sabiduría, aunque estos casi siempre se relacionen con la alquimia.
"Como yo lo veo la respuesta es simple ¿Tu qué quieres hacer?" dice simplemente.
"¿Qué quieres decir?" pregunto, desconcertado "Yo quisiera ir a ayudarlo, ya te lo dije, pero entonces pienso en lo que me dijo Joaquín y no sé si podré hacer algo estando solo"
"Hmm ya veo el problema..." dice, llevándose una mano a la barbilla, con gesto pensativo "lo estás enfocando mal, chaval. Hay cosas que se deciden con esto" dice señalando mi cabeza "y otras con esto" agrega señalándome el pecho "Tienes que dejarle los asuntos del corazón, al corazón y los de la cabeza a la cabeza. ¿Tú qué crees? El problema de si deberías ayudar a un amigo ¿deberías intentar solucionar con el corazón o con la cabeza?"
"Con el corazón, supongo" digo, con una media sonrisa.
"¿Y crees que podrás serle de ayuda a tu amigo?" pregunta Ozy, atento a mi expresión.
"Bueno, Si piensas en lo que dijo Joaquín... " empiezo a decir, pero me interrumpe con una suave palmada en el costado de la cabeza.
"¡no pienses!, ¡siente! Podrás ayudarlo ¿sí o no?" pregunta, mirándome con seriedad.
"Si" digo, porque es lo que siento, aunque no tenga mucha lógica.
"Bueno ¡asunto resuelto! " dice Ozy escuetamente, dando una palmada para enfatizar su exclamación.
"Gracias por el consejo, Ozy" digo, sonriendo pese a la preocupación por el problema de Ragnar, debido a la felicidad de poder contar con su sabiduría.
"De nada, para eso estamos los amigos... Pero Ahora q t decidiste es el momento de planear todo, y para eso sí que hay que hacer uso de esto" dice dándome un golpecito en la cabeza "ya que vas a meterte de cabeza en un asunto peligroso, te voy a dar unos juguetitos míos. No te solucionarán el problema, pero te serán de ayuda si te encuentras en peligro" dice y, abriendo un cajón de un armario, saca lo que parecen ser 6 bolas de madera, y tres pociones de color negro verdoso y las deja en la mesa "estas son unas bomba de humo" dice mientras señala las tres 6 bolas. Dos de cada tipo, puedes distinguirlas por el color de los botones, verde para el humo toxico, naranja para el humo alucinógeno y rosado para el humo somnífero"
"si, ya veo" digo, viendo los pequeños botones "¿y las pociones?"
"espera, ya llegaremos a eso. Estas bombas tienen un área de efecto de 10 metros a la redonda. El humo tóxico puede matar a una persona en un minuto, si permanece en el lugar. El efecto del somnífero es similar a los venenos que te di, pero mucho más potente; y el alucinógeno puede hacer que un padre asesine a su propio hijo en cuestión de segundos sin parpadear y que, segundos después, comience a excavar en el suelo como si fuera un perro. Para usarlas tienes que presionar el botón y, mientras lo haces, girar la mitad superior ¿ves la línea que divide las dos partes de la bomba?" dice señalando un lugar de su superficie. Asiento y el continúa hablando "Ten mucho cuidado al usarlas, tienes diez segundos para lanzarlas cuando actives su mecanismo, después de ese tiempo la bomba comenzara a liberar humo en grandes cantidades"
"entiendo" digo, mirando las esferas con cierta cautela y metiéndolas en el inventario a toda prisa, para evitar la posibilidad de activarlas por error.
"y ahora hablemos de esto" dice señalando los frasquitos con el líquido oscuro "esto es lo que yo llamo elixir de brujo...