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Numb |MIKE SHINODA|

Las amistades verdaderas son inquebrantables. No importa cuánto tiempo pase, o cuanta distancia los separe, la amistad seguirá existiendo. Ese tipo de amistad tenían Hannah Donovan y Chester Bennington. Tras muchos años sin verse, deciden reencontrarse, y rápidamente Hannah se verá envuelta de regreso en la vida de Chester, y todos quienes lo rodean. Entre esas personas está Mike Shinoda, compañero de banda y prácticamente hermano de Chester. Hannah tiene metas definidas para su vida, pero estas se verán cada vez más inalcanzables a medida que el tiempo avanza, y ella se ve involucrada en la vida de Mike, quien no lleva una vida fácil.

xlildixonx · วัยรุ่น
เรตติ้งไม่พอ
44 Chs

32.

Luego de un buen rato bailando tanto canciones lentas como movidas, decidí ir a cambiarme, por lo cual entré en la habitación del salon que habíamos alquilado y tomé el vestido corto que tenía preparado para cuando estuviese cansada.

Me encontraba poniéndomelo cuando oí la puerta abrirse, y ví a Mike en el reflejo del espejo. No me volteé y él se acercó a mi. Me incorporé y el posó sus manos en mis caderas, por detrás. Sentí sus labios sobre mi cuello, lo cual hizo que instantáneamente mi piel se erizara. Un leve gemido abandonó mis labios, y yo hundí mi mano en su cabello. Él continuó besando mi cuello, y cuando sentí su mano descender lentamente, apoyé mi otra mano sobre la suya, deteniéndolo. Me giré a verlo y negué con la cabeza.

- Aún no, Shinoda. Aún tenemos invitados.- dije yo. Él soltó un gruñido, molesto, a lo que yo reí.

- Pueden esperar.- dijo, tratando de tomar mi cuello nuevamente, pero yo me aparté un poco.

- Tú también puedes esperar.- respondí, dándole unas leves palmadas en el pecho y saliendo de la habitación, dejándolo solo, y sonreí al oír cómo se quejaba.

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- Gracias por venir, Sr. y Sra. Adkins.- saludé a mi jefe, quien era uno de los últimos invitados que quedaban. Él asintió una vez con la cabeza, para luego dirigirse a la salida. Me acerqué a Mike y lo abracé rodeando su cintura y apoyando mi cabeza sobre su pecho. Él me rodeó con un brazo, mientras alzó el otro para saludar con un gesto de mano a nuestro último invitado. Una vez que el salón estuvo completamente vacío, él bajó la vista hacia mi.

- ¿qué sucede?- pregunté al ver que no emitía sonido. Sin hablar, tomó mi mentón con su pulgar y su dedo índice, levantando este y acercando sus labios a los míos. Yo sonreí ante su gesto, para luego besarlo tranquilamente. Posé una mano sobre su cuello y de un momento a otro, sentí como mis pies se despegaban del suelo. Solté un pequeño grito ante el brusco movimiento de Mike al cargarme entre sus brazos, para luego reír y pegar mi frente a la suya. Él me llevó hasta su coche y ambos subimos. Él condujo a toda velocidad hasta casa, y una vez que llegamos, se apresuró a abrir la puerta. Entró en casa y yo lo seguí, pero no terminé de cerrar la puerta cuando él me apoyó contra esta, cerrándola y besándome apasionadamente. Yo tomé su rostro entre mis manos y lo atraje hacia mi. Sentí sus manos en mis caderas, las cuales descendieron lentamente hasta mis muslos, y él apretó mi trasero con ambas manos, para luego tirar hacia arriba, a lo cual yo entrelacé mis piernas alrededor de su cuerpo.  No me despegué de sus labios ni por un segundo, mientras él se dirigía hacia el cuarto. Una vez dentro, cerró la puerta de una patada y me recostó sobre la cama, subiendo arriba mío y besándome desenfrenadamente. Yo pasé mis manos por debajo de su camiseta, sintiendo con la punta de mis dedos su torso bien marcado. Él bajó una mano hasta mi zona íntima, rozando esta por encima de mi ropa interior. Solté un gemido, sintiendo la presión entre mis piernas crecer. Tiré de su camiseta y él apartó su mano de mi para quitársela. Volvió a tomar mis labios, deslizando su mano entre las sábanas y mi cuerpo, bajando el cierre de mi vestido.