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—No odias mi aspecto, ¿verdad?
«Con suerte, a Ling Lan le gustará mi cara.»
Li Lanfeng miró a Ling Lan con una expresión que solo él conocía el significado.
—Por supuesto. Y recuerda que no importa el tipo de apariencia que tengas, todo es dado por tus padres y debe ser considerado como precioso. Todos debemos respetarlo y aceptarlo —respondió Ling Lan sinceramente.
Ella sabía que Li Lanfeng odiaba su propia apariencia. Sin embargo, Ling Lan no creía que hubiera ningún problema con su apariencia. Tal vez en la división, su apariencia podría causar algunos problemas, pero en Lingtiano, Ling Lan confiaba en que esas cosas raras no sucederían. Por lo tanto, no necesitaba preocuparse y no necesitaba odiar su inocente apariencia.
—Esas no son solo palabras reconfortantes, ¿verdad? —preguntó en voz baja.
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