—¡RAWR!
Ling Lan de repente dejó de golpear con sus puños y miró el cuerpo circular en el que ya había perforado innumerables agujeros. Lo que escuchó justo ahora, ¿era lo que pensaba?
—¡Rawr! ¡Rawr!
Al ver a Ling Lan deteniendo sus puños, el cuerpo circular de repente llamó con entusiasmo. Esa emoción parecía alegrarse de haber logrado obtener una nueva oportunidad de vida.
—Papá, ¿escuchaste lo que yo?
Ling Lan se dio la vuelta y le preguntó a su padre, que miraba fríamente desde un lado, con incertidumbre. En realidad, podía entender las palabras de la criatura. ¿Podría ser que ella ya hubiese sido poseída por la criatura sin que su padre se haya dado cuenta?
Ling Lan se estremeció ante la idea e inmediatamente examinó su cuerpo. Después de descubrir que todo era normal, ya no estaba preocupada.
—Mhm, eso es correcto.
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