—¡Inútil! —gritó Luo Lang con ira mientras apretaba los dientes. Su cara se puso roja de ira y sus ojos estaban inyectados en sangre.
—Solo podemos ayudar en su tratamiento. Tienen derecho a rendirse si lo desean.
Xie Yi frunció el ceño mientras respondía. Solo eran reclutas del Clan Meka 250. Al mismo tiempo, su rango era el más bajo entre los operadores de Mekas. Sería difícil que los veteranos los respetasen.
—Hmph, ya que quieren permanecer como basura, déjalos ser.
Luo Lang no quería continuar ese arduo e infructuoso trabajo de todos modos. El Clan Meka 250 no era su responsabilidad.
Luo Lang levantó a Xie Yi y les pidió a los otros miembros de Lingtiano que abandonaran el campo de entrenamiento. Estaban preparados para dejar que esos operadores de Mekas se las arreglaran solos.
—¡Te daré los tres minutos para que te levantes!
Una voz fría resonó por el campo de entrenamiento.
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