—¡Movimiento! —El grupo de Qiao Ting, que corría hacia el grupo de Ling Lan, de repente sintió vibraciones provenientes de debajo de sus pies.
Todos se pusieron nerviosos, porque sus radares todavía estaban en blanco y no tenían idea de qué estaba exactamente detrás de estas vibraciones. Las vibraciones fueron suaves al comienzo, pero varios segundos después, se volvieron cada vez más intensas. El grupo de Qiao Ting sabía que algo iba a aparecer pronto ante ellos.
—Maldición, nuestras funciones de escaneo de radar han dejado de funcionar —Solo ahora el equipo de Qiao Ting se dio cuenta de ese hecho. Sin embargo, no sabían que eso era el resultado de que el operador imperial había bloqueado todas las señales dentro de ese sector. Si Ling Lan no hubiera contado con el extraño Pequeño Cuatro, ella también habría quedado como el equipo de Qiao Ting, completamente ajena a la presencia de los demás hasta que realmente se encontraran con ellos.
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