—¡Qué fastidio!
Ling Lan apagó los sistemas de voz del operador central, poniendo toda su atención en pilotar su meka. En el panel de control del meka, se pudo ver una vez más los dedos de Ling Lan produciendo imágenes posteriores en capas nacidas de su rápida velocidad. Apiladas juntas, esas capas de imágenes posteriores parecían una flor de loto que florecía lentamente, insustancial pero increíblemente hermosa.
El meka de conejo se agachó bruscamente, sus patas delanteras sujetando la espada ligeramente. Ese cambio menor permitió a Sin Arrepentimientos evadir rápidamente los colmillos de ataque de la pitón gigante, pasando debajo de la mandíbula de la pitón para llegar a su punto vital, donde la espada se torció repentinamente hacia arriba. Al mismo tiempo, el meka de conejo todavía agazapado hacía mucho que hacía preparativos para saltar.
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