—Sí, realmente ha pasado mucho tiempo, ¡casi diecisiete años completos! —dijo el mariscal con el rostro lleno de nostalgia. Ling Xiao había sido el prodigio anormalmente talentoso que había elegido por nombre para el cultivo, y una vez había sido su orgullo y alegría. Cuando supo de su fallecimiento, el mariscal se había llenado de una pena inimaginable.
—Ling Xiao, con respecto a su regreso exitoso esta vez, la sede ha prometido llamar a una conferencia de prensa para anunciar su regreso. También, felicitaciones por convertirse en el Noveno General de nuestra Federación. ¡Este es el honor y el estatus que debe recibir legítimamente! —dijo el mariscal con sentimientos encontrados mientras palmeaba a Ling Xiao en el hombro. Luego se movió para sentarse en un sillón a un lado, indicando a Ling Xiao que también se sentara para hablar.
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