El acuerdo de Ling Lan hizo que la sonrisa en el rostro de Han Jijyun se profundizara, y su mirada se iluminó aún más. Tal vez Han Jijyun había encontrado un juego al que quería jugar, y por eso sus espíritus se estaban disparando.
Cuando Han Jijyun no estaba prestando atención, Qi Long le dio un codazo a Luo Lang con un hombro y le preguntó en voz baja: —¿Tu instructor inicial organizó algún tipo de misión?
Luo Lang se sobresaltó, de alguna manera incapaz de ver qué tan agudos eran los instintos de Qi Long. Esto se debía a que Qi Long siempre emitía una vibra descarada y directa, y parecía que sería extremadamente descuidado. Sin embargo, Luo Lang rápidamente reunió sus pensamientos y asintió de manera casi imperceptible con una sutil inclinación de la barbilla, diciéndole a Qi Long que había adivinado correctamente.
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