Capítulo 109 – La Vista De Dios

—Jefe, ¿quieres saber la verdadera identidad de esa persona? ¡Puedo averiguarlo!

Los ojos de Pequeño Cuatro brillaban, como si hubiera encontrado un gran juguete nuevo.

Ling Lan estaba a punto de aceptar eso cuando de repente se volvió cautelosa y le preguntó: —¿Cómo planeas averiguarlo?

Pequeño Cuatro dijo con entusiasmo: —¡Por supuesto, infiltrándome en el yo espiritual del otro! Entonces podré ver la verdadera identidad del otro.

—¡No permitido! —ladró Ling Lan ferozmente dentro del espacio mental.

Ling Lan no se había olvidado de lo que había sucedido dentro del espacio de la misión de su padre. Pequeño Cuatro había dicho entonces que el ser espiritual de una persona fuerte sería capaz de descubrirlo, e incluso podría tomar el control de Pequeño Cuatro para hacerle daño. ¿Quién sabía si este espectro evolucionado por un pirata informático podría causar un daño catastrófico a Pequeño Cuatro?

—¿Por qué?