—Maldición, nos descubrieron —dijo Han Xuya con frustración. Ella ya era muy cuidadosa, pero no esperaba que los guardias estuvieran tan alertas.
—Uf, por suerte la alarma se echó a perder, ahorrándonos un montón de molestias.
Stone se sintió afortunado. Si sonaba la alarma y alertaba a toda la base, tendrían que detener toda la misión. Realmente no podían comenzar un motín, ¿verdad?
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