—Luo Lang, no desperdicies más tu aliento. Vamos a luchar ahora.
Xie Yi apretó el puño y sonrió.
—¡Está bien!
En el momento en que Xie Yi terminó de hablar, la presencia de Luo Lang pasó de ser suave e inofensiva a viciosa y aterradora.
—¡Dominio!
Los cuatro Comandantes de Regimiento se pusieron serios cuando sintieron la abrumadora presencia de Luo Lang. Comenzaron a extenderse, formando una formación en forma de abanico delante de Luo Lang.
A esas alturas, estaban seguros de que ese débil y hermoso joven era un maestro del reino dominio. Por su fuerza de presencia, definitivamente no era un nuevo maestro del reino dominio. Debería haber estado al menos dos años en el reino dominio. Si no, su concepto de dominio no sería tan abrumador y completo.
«¿De dónde diablos vino Lingtiano? ¿Cómo es que hay tantos monstruos aquí?»
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