No mucho después, Yu Wei y Lin Yang vieron a muchos otros comandantes del regimiento de otros clanes que llevaban a sus equipos al campamento de Lingtiano. Los dos miraron hacia el general despreocupado con un ligero sentimiento de temor en sus ojos.
Ellos no esperaban que Lingtiano fuese profundamente consciente de las corrientes subterráneas que tenían lugar en la base. ¿De dónde vino este clan Lingtiano? Solo esta muestra de conciencia perfecta fue suficiente para hacerlos cautelosos con ellos.
Poco después, había alrededor de 20 clanes presentes, un total de unos pocos miles de personas en la puerta de los campamentos.
—¡Abre la puerta!
El tranquilo general mayor vio que todos estaban presentes y dio una orden.
Al ver que la puerta se abría lentamente, el general con expresión fría se hizo a un lado e hizo un gesto cortés.
—Después de ti.
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