Había pasado una semana.
—¿Todavía no hay señales de ellos? —preguntó el jefe del departamento de seguridad de Mai'er Fa le a su secretario.
—No... aunque encontramos sus identidades falsas, todavía no los encontramos —respondió la secretaria con nerviosismo.
—Solo pueden salir de Mai'er Fa a través de cruceros públicos o naves estelares privadas. ¿Ha inspeccionado todas las naves privadas?
El jefe frunció el ceño. No estaba contento. Una semana de estricta seguridad era el tiempo máximo que podían implementar. Si impedían que los turistas salieran más lejos, podrían protestar violentamente y eso haría que la reputación de Mai'er Fa cayera. No era algo que pudieran permitirse.
—Hemos buscado en todas las naves estelares excepto...
El secretario se limpió el sudor frío de su frente.
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