"Hmph, ¿el gato te comió la lengua?" Han Xuya levantó la cabeza con orgullo. "No te preocupes, conozco mi lugar. Además, si no fuera porque extraño tanto a Boss, no habría bebido de todos modos. Ahora que puedo estar con Boss, ¿por qué tendría que beber esa falta? ¿cosa?"
Después de escuchar a Han Xuya hablar sobre estar junto con Boss con tanto entusiasmo, Qi Long sintió un sabor amargo en la boca.
Probablemente fue porque él no era el que seguía a Boss in the Lawless Lands. Qi Long finalmente sintió el sabor de estar restringido por sus responsabilidades. No podía hacer lo que quisiera. Solo podía refrenar sus deseos mientras confiaba en Boss y camaradas y hacía lo mejor para todos.
En otro frente, Tang Ningyu y Mu Chaoran, que habían estado vigilando la sede de Lingtian todo este tiempo, descubrieron los movimientos sospechosos de Lingtian.
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