El jajas.

"Naruto se despertó temprano por la mañana, contento de finalmente despertar en su propia cama. Echó un vistazo a su habitación, la cual había ordenado meticulosamente después de que Ino lo pusiera en su lugar. Dirigió su mirada a una esquina en particular donde había varias cajas apiladas.

Luego de levantarse se dirigió hacia ellas. Y con una sonrisa en los labios, murmuró: "Mi tesoro", mientras rebuscaba lo que iba a necesitar entre el interminable alijo de sorpresas que tenía, decidido a cumplir con su deuda personal. Sacó una lata bastante grande en la cual se podía leer "colorante rosa"entre algunos mensajes de advertencia a los cuales el pelirojo no prestó atención alguna."

"A pesar de estar tan despierto como se podía estar, decidió darse una ducha, sabiendo lo que se avecinaba, mientras dejaba la lata a la vista para no olvidarla.

Mientras el agua fría recorría su cuerpo, Naruto volvió a encontrarse sumido en sus pensamientos, algo que parecía estar convirtiéndose en uno de sus rituales. "Luego de terminar con esto, va a ser mejor que deje las tonterías por un tiempo y me concentre en entrenar", reflexionó. Fue entonces que, pasando a otro pensamiento, consideró cómo debería comportarse en la academia. "No puedo llegar y de repente tener notas sobresalientes como si nada", concluyó. "Debería hacerlo progresivamente, incluso sería mejor solo estar ligeramente arriba del promedio, después de todo, la daga más letal es la que no ves venir." 

"Luego de lavarse los dientes y arreglarse, tomó la lata de colorante y salió por la puerta, un poco más sereno después de haber tenido un buen sueño.

Naruto se dirigió rápidamente hacia donde se encontraba el filtro de agua de la aldea, mientras el fresco aire matutino acariciaba su cuerpo y el silencio del alba lo envolvía."

Avanzó con sigilo hasta llegar al filtro, reflexionando sobre si realmente era un prodigio en esto o si simplemente todos los ninjas de la aldea eran unos inútiles. Recordaba cómo podía infiltrarse en prácticamente cualquier lugar sin mayores problemas y nunca ser descubierto. No pudo evitar soltar un suspiro,. "Nunca jamás me hubiesen atrapado si no hubiese andado por ahí gritando lo que hacía como un idiota. Ahora soy el culpable por defecto cada vez que pasa algo."

Dejando de lado sus pensamientos, Naruto examinó el filtro de agua con detenimiento antes de verter todo el contenido de la lata en el suministro de agua. Después de completar su tarea, se marchó tan impune como había llegado. Esta vez decidido a que se quede así. 

Nuevamente en su casa, Naruto se dispuso a preparar el desayuno, solo para abrir la heladera y encontrársela vacía.

"La comida no va a aparecer por arte de magia, idiota"

"No necesito que me lo recuerdes, gatito", respondió Naruto, dejando escapar una sonrisa mientras procedía a ignorar cualquier tipo de insulto que Kurama le propinara. 

Viendo que no iba a desayunar hoy, se dispuso a meditar de una vez por todas. Apenas comenzó, quedó atónito ante la diferencia que experimentaba con la última vez que meditó en su subconsciente. En lugar de sumergirse en la tranquilidad habitual, se encontró inmerso en una experiencia mística sin igual. Era como si estuviera viviendo todas sus experiencias desde que despertó en todas partes al mismo tiempo. "Sin dudas, de aburrido no tiene nada", reflexionó con una sonrisa, "está mucho mejor que esa vez que lamí un sapo de pequeño".

De repente su meditación fue interrumpida por unos golpes furiosos en su puerta" imaginandose quien era naruto se sorprendio con lo rapido que paso el tiempo, pero se compuso rapidamente y acudio a abrirla antes de que la tiren abajo. 

"¡Holaaa Shikamaru! ¿Qué te pasó?" dijo Naruto con una risa burlona. "¿Te hiciste fan de Sakura? Pfffff".

"Vaya idiota molesto que eres, podrías haberme avisado, ¿no te parece?" respondió Shikamaru con irritación.

"¿De qué hablas?" dijo el pelirojo con incredulidad. "Yo no fui, me quedé dormido", dijo con convicción. Sabía que no le iba a creer, pero no iba a caer sin pelear. "Además, en el hipotético caso de que hubiese sido yo, no te hubiese avisado por los 'jajás'".

"No te hagas el tonto, sé que fuiste tú. ¿Esta era la sorpresa?"

"Pruebalo", dijo Naruto con una sonrisa insufrible de ver.

"Argh," renego Shikamaru mientras se pasaba la mano por la cabeza. "Vámonos o llegaremos tarde."

Mientras ambos se dirigían a la academia, Sakura también lo hacía. Caminaba por la calle confundida al ver a alguna que otra persona con exactamente el mismo color de pelo que ella. "¿Seremos parientes?" se preguntó.

En el salón de clases, Naruto irrumpió junto a Shikamaru, abriendo la puerta de golpe. "Perdón, perdón, ¿dónde está la clase ninja? No sabía que hoy había una reunión del 'Sakura Fan Club'", soltó sin siquiera mirar alrededor.

Al inspeccionar rápidamente la sala, notó que la mayoría de los estudiantes lucían el mismo color de cabello que Sakura. Tras un esfuerzo, logró localizarla entre aquellos que parecían disfrutar tanto como él de la situación.

"Narutooo", espetó Ino furiosa, clavándole una mirada que podría matar.

"Jajaja, ¿tú también, Ino? No me había dado cuenta de que su relación había mejorado tanto. De todas formas, te queda bien", respondió Naruto con una sonrisa pícara, guiñándole un ojo.

Pronto, el resto del grupo se congregó frente a él, visiblemente enfadado. "¿Qué me ven? Yo no fui", exclamó Naruto, repitiendo el mismo proceso que con Shikamaru, desafiando a que lo prueben. 

Después de que el grupo no pudo replicarle más, cada uno regresó a su asiento. Naruto decidió sentarse junto a Sakura al notar un asiento vacío a su lado. Ella parecía ser la única de buen humor entre aquellos que conocía.

"¿Y Sakura, contenta de que al fin reconozcan tu grandeza?", mencionó Naruto.

"Jajaja, ¿qué dices? Mira a Ino", respondió Sakura. "Pff, no puede consigo, esta vez estoy contigo."

"No sé de qué hablas, Sakura", dijo Naruto, mirando al techo con una expresión confundida.

Pronto vio a Sasuke entrar a la clase con la cabeza baja. "Pfffffffffff, jajaja, el emo ha sido engañado. Míralo, Sakura, es tu oportunidad", murmuró Naruto entre risas, mientras señalaba discretamente a Sasuke.

"Con una risita, Sakura golpeó amigablemente el hombro de Naruto "¡Ya, tonto! Hoy ni siquiera podré hablarle."

"¿Oye Sasuke, ¿cuánta agua tomaste?" preguntó Naruto, notando que estaba rojo de vergüenza.

"¡Túuu!" rugió éste, con furia . Antes de que pudiera avanzar hacia Naruto, Iruka lo agarró con firmeza del cuello de la camisa y lo obligó a retroceder hasta que se sentó. "Vamos a hablar de esto después de clase, Naruto", añadió con seriedad.

Tomando su lugar junto al pizarrón, el pelirosa, con una expresión de pocos amigos, procedió a abrir su libro, deslizando el dedo por sus hojas hasta encontrar el tema del día.

 "Los cristales de chakra representan nuestra principal fuente de energía, actuando como baterías para alimentar heladeras, luces y otros dispositivos, alimentando los sellos que los hacen funcionar durante períodos prolongados. Sin embargo, los yacimientos de estos cristales son bastante raros y aún desconocemos cómo se forman, ya que el chakra, según nuestro conocimiento, solo se encuentra en formas de vida. La principal teoría que se maneja, aunque solo es una hipótesis, sugiere que el chakra es solo uno de los estados de una forma de energía que aún no tenemos los medios para percibir"

"Afortunadamente, siempre podemos recargar los cristales que ya tenemos, siempre y cuando no se hayan gastado del todo, porque de ser así se desintegrarán", comentó Iruka con una sonrisa de compasión y una marcada mirada de lástima mientras observaba a su clase antes de continuar. "Después de graduarse, probablemente sea su principal fuente de ingresos por un tiempo".

Durante la clase, Naruto sorprendió a todos al prestar atención con una intensidad que usualmente no mostraba. Sus compañeros y el propio Iruka se quedaron duros al verlo enfocado en las explicaciones sobre los cristales de chakra. Sus ojos, normalmente errantes o distraídos, ahora estaban fijos en el frente del salón.

"Pss, Naruto", susurró Sakura mientras golpeaba suavemente su costado con el codo, "¿te encuentras bien?"

"Sí, sí, estoy bien", respondió Naruto con una sonrisa nerviosa. "Solo que si no me concentro, dudo que pueda graduarme. "El tiempo se agota", se excusó el pelirrojo, mientras reflexionaba para sí mismo: "cada segundo que no tenga que pasar estudiando vale el esfuerzo".

"¡Cof, cof! Bueno, continuemos. Cuánto chakra puedan almacenar, así como su vida útil, dependerá de dos factores: su tamaño y su calidad. Mientras que la eficiencia del dispositivo y su vida útil dependerán de sus materiales y la matriz de sellos que tenga, por lo que no siempre es fácil saber si algo es bueno a simple vista. Todo esto se los digo porque muchos están a punto de empezar a valerse por ustedes mismos, y no quiero que los estafen apenas salgan por las puertas de la academia" dijo iruka con una mirada amable.

"Voy a tener que echarle un ojo a mis cosas", murmuró Naruto para sí mismo, "Mi heladera no parece querer vivir mucho más".

Antes de que pudiera seguir divagando, la campana sonó, marcando el final de la clase.

"Grrrrrrrrrr","Uuuff, Sakura, ¿tienes algo de comida? Mi estómago parece estar devorando mi hígado", preguntó sin pensar. Al ver la comida adicional que había preparado para Sasuke, Sakura decidió compartirle la porción extra al darse cuenta de que hoy no podría hablar con él de todas formas. "Hmm, toma, ¿cómo es que siempre sales ganando?", agregó Sakura, bromeando.

Mientras ambos comenzaban a comer, Naruto elogió: "Mmm, cocinas muy rico, Sakura". La cual se sintió un poco avergonzada al escuchar algo más que un simple "mmhp". Aunque tenia que admitir que no estaba mal.

Después de conversar un rato a solas, el recreo terminó y Mizuki irrumpió en la habitación para impartir la otra clase. Naruto notó instantáneamente que el tipo le tiraba miradas de resentimiento de vez en cuando. "Y justo este idiota se la lleva barata", pensó Naruto, "mm, la próxima va a ser mejor".

"Después de la clase, un par de chicas se acercaron a Naruto intentando entablar una conversación. Él no les prestó mucha atención y, con urgencia, le susurró a Sakura: "Sácame de aquí". En un abrir y cerrar de ojos, estaban fuera de la academia. Solo bastaron un par de miradas intimidantes y alguna que otra amenaza a puño cerrado para que las perras salieran corriendo. Sakura sonrió triunfal ante su habilidad." 

Después de echar un vistazo a su alrededor para asegurarse de que no había nadie cerca, Sakura inquirió con un toque de humor pero también con cierta preocupación: "Bueno, ¿qué pasó Naruto? ¿Te está dando otro ataque?"

"¿Qué ataque? Ah, no, jeje, eso sería un problema", respondió Naruto con una sonrisa. "Solo me estaban incomodando y ahora mismo no tengo tiempo para perder con gente que antes ni siquiera me daba la hora".

Después de reflexionar sobre las palabras de Naruto, Sakura se alegró de haberse dado cuenta de que estaba actuando como una idiota antes de que fuera demasiado tarde. Además, todo esto también había contribuido a mejorar su relación con Ino.

"Gracias, Naruto", murmuró Sakura en voz baja.

"¿Mhh? Esta vez sí que no entiendo", dijo Naruto confundido.

"Vámonos antes de que Iruka se dé cuenta de que te escapaste", sugirió Sakura con una sonrisa, apurando a Naruto a partir.

Pronto se encontraban de camino a casa, esforzándose por contener las risas sin éxito mientras se topaban con algunas personas que lucían muy ridículas. Algunas incluso tenían el bigote del mismo color o estaban mal teñidas. Con frecuencia, tenían que escapar corriendo debido a que había gente que reaccionaba mal ante sus no tan disimuladas burlas.

"¿Quieres comer ramen?" preguntó Naruto sin pensar. "¿Otra vez?"

"¿Solo puedes pensar en eso? Acabamos de comer hace un momento", comentó Sakura, "!Aunque no puedo negarme a unos anko!", dijo entusiasmada.

Sin tener oportunidad de responder, Naruto se vio arrastrado a un pequeño local de dulces por Sakura, quien ordenó lo que deseaba. A pesar de no ser muy aficionado a los dulces, Naruto decidió pedir lo mismo. Durante un agradable momento, compartieron risas y chistes sobre prácticamente todos los que habían caído en las bromas de Naruto.

Después, Sakura lo acompañó hasta su casa y se despidieron. "!Gracias, Sakura. Fue divertido!", grito Naruto mientras la veía partir. "Ahora a entrenar", añadió, entrando velozmente a su casa y cambiándose antes de salir corriendo por la puerta hacia uno de los campos de entrenamiento.

El pelirrojo empezó a entrar en calor mientras trotaba. A medida que avanzaba, su cuerpo comenzaba a sentir el esfuerzo, pero se negaba a detenerse. Sus piernas temblaban como hojas en el viento. A pesar de la creciente fatiga, Naruto seguía adelante, alternando entre correr y trotar.

Finalmente, llegó el momento de los burpees. Cada repetición parecía requerir un esfuerzo sobrehumano, y su cuerpo protestaba en cada movimiento. La falta de un brazo incluso lo hizo comer tierra un par de veces. "Rico", se burló para sí mismo.

Una vez completada la serie de burpees, concluyó la sesión con sus katas Uzumaki, enfocándose en el sonido de sus ropas cortando el aire para ignorar el dolor que irradiaba de su cuerpo con cada movimiento. "En casa no hay lugar para esto asi que no hay de otra", murmuró resignado.

Al terminar, tan exhausto que apenas podía mantenerse en pie, se apoyó en las paredes para regresar a casa, alternando entre gatear y deslizarse. El temblor y el dolor lo abrumaban, sin permitirle poder preocuparse por si alguien lo seguía o no. Después de forcejear para insertar la llave en la cerradura y abrir la puerta, se desplomó en el sillón, completamente agotado."No debí hacer eso, jeje", murmuró con una sonrisa forzada antes de sentir que todo se volvía negro y perder el conocimiento.