—Gu Weiwei cerró la puerta y le lanzó una mirada ansiosa.
—No es de extrañar que no la llamara... ¡se presentó en la puerta en persona!
—Fu Shiyi debió decírselo antes de subir al avión y luego debió haber volado directamente aquí después de recibir la llamada de Fu Shiyi.
—Fu Hanzheng la miró. Ayer me dijiste que me extrañabas, pero ahora ¿te desagrada verme?
—Gu Weiwei avanzó, con aspecto de niña que está a punto de ser regañada.
—Réñame de la manera que quieras, y escucharé atentamente.
—Fu Hanzheng la atrajo hacia sus brazos y besó la parte superior de su cabeza suavemente.
—¿Quién te dijo que vine a regañarte?
—Gu Weiwei lo miró hacia arriba. Entonces, ¿qué haces aquí?
—Estoy aquí para hacerte compañía en la cama —dijo Fu Hanzheng—, y le dio otro beso en la frente.
—Al escuchar la noticia, no pudo evitar preocuparse, por lo que decidió venir a visitarla durante la noche.
—Gu Weiwei rodeó su cintura con los brazos mientras apoyaba su rostro en su pecho.
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