Capítulo 288: Ella No Se Vende a Sí Misma

—Víctor extendió su mano, acariciando con indulgencia el cabello negro azabache de Mónica—. Por supuesto.

De hecho, la parte que Víctor encontró más admirable de Mónica era su claro sentido de lo correcto y lo incorrecto. Ella era decidida, nunca confusa, y siempre ordenada y limpia.

Por lo tanto, era adecuada para sobrevivir en el círculo de entretenimiento.

Era adecuada... para acompañarlo a través de los altibajos en este círculo. Por lo tanto, lo que más deseaba hacer era darle gloria.

Después de que los dos regresaron al hotel, Mónica se sentó junto a Víctor, haciéndole compañía mientras él leía documentos. Sin embargo, Víctor giró la cabeza para ver a Mónica con los ojos ligeramente cerrados, rió suavemente y le dijo:

—Tienes tu entrevista con Claude.N mañana... deberías descansar ahora...

—Quiero dormir abrazada a ti —respondió Mónica algo roncamente.