Capítulo 2

Después de su exitosa expedición, Ryu se convierte en un referente para los jóvenes aspirantes a aventureros. Muchos lo buscan para recibir consejos y entrenamiento, deseando seguir sus pasos y unirse a Apler.

Sin embargo, Ryu también se da cuenta de que no todos tienen la misma suerte que él. Se encuentra con personas sin habilidades que luchan por sobrevivir en un mundo donde las mazmorras y las amenazas son constantes. Esto le genera un sentimiento de responsabilidad y empatía hacia aquellos que no pueden luchar como él.

Decidido a hacer una diferencia, Ryu propone la creación de un programa de entrenamiento para aquellos sin habilidades, con el objetivo de enseñarles técnicas de defensa personal y estrategias de supervivencia. Convence a Apler de la importancia de esta iniciativa y juntos establecen un centro de entrenamiento para los "no aventureros".

El centro de entrenamiento se convierte en un lugar donde aquellos sin habilidades pueden aprender a protegerse y contribuir a la seguridad de su comunidad. Ryu se convierte en un mentor para ellos, enseñándoles el valor de la determinación, la astucia y el trabajo en equipo.

Con el tiempo, los "no aventureros" comienzan a ganar confianza en sí mismos y a descubrir habilidades ocultas que no sabían que poseían. Ryu se enorgullece al ver cómo estas personas, que antes eran consideradas débiles, se convierten en defensores valientes y respetados.

La iniciativa de Ryu se expande a otras ciudades y regiones, y pronto se establecen más centros de entrenamiento para los "no aventureros" en todo el mundo. La sociedad comienza a valorar a estas personas por su determinación y su capacidad para superar las adversidades.

Ryu se convierte en un líder reconocido tanto entre los aventureros como entre los "no aventureros". Su visión de un mundo donde todos puedan vivir en armonía y seguridad, sin importar sus habilidades, inspira a las personas a unirse y trabajar juntas para construir un futuro mejor.

A medida que pasa el tiempo, Ryu se da cuenta de que las deidades supremas, los Raitus, no solo les otorgaron habilidades a los humanos, sino también la responsabilidad de proteger y cuidar de su mundo. Con su liderazgo y el apoyo de aquellos que creen en su causa, Ryu se convierte en un defensor incansable de la paz y la justicia, trabajando para mantener el equilibrio entre los aventureros y los "no aventureros" en un mundo bendecido por las deidades supremas.