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La Leyenda del Kyubi [Español]

Un pasado desconocido, con solo fragmentos de su antigua vida, una joven alma renace en el mundo que tanto deseo con el objetivo de así poder cumplir su sueño pero un accidente lo cambiará todo. ¿Qué cambias traerá su presencia en este mundo?¿Cuantos destinos cambiarán por su culpa? Eso, lo descubrirás, tú... ************************************* Disclaimer: No soy dueño del trabajo original "Naruto", ni de ninguno de sus personajes. ************************************* Si les gustó la historia, pueden apoyarme a través de pa treon con el siguiente link. https://www.pa treon.com/GenoXX

GenoXX · อะนิเมะ&มังงะ
เรตติ้งไม่พอ
839 Chs

Extra 19: El mundo he de cambiar (22)

"¿Un Kitsune?" - dijo Yura al ver como la enorme esfera rosada se transformaba en un niño pequeño de unos cinco años - "No pensé ver a uno de los subordinados de mi maestro en este lugar"

"¡Yo no soy subordinado de nadie!" - exclamó el pequeño Kitsune mientras miraba Yura con molestia - "¡El gran Shippo-sama es invencible y pronto se convertirá en un poderoso Daiyokai!"

*Kyuuuuuuuuuuuu ~*

"¿Eso fue?" - musitó Kagome mientras veía como el niño se sonrojaba - "Oh, ya veo, supongo que debes de sentir hambre..."

"¡N-No sé de qué hablas!" - gritó Shippo con el rostro rojo mientras su estómago nuevamente soltaba un tierno rugido - ". . ."

"Trágate tu orgullo y pide comida" - suspiró Yura mientras miraba a la patética escusa de Yokai que tenía delante de ella.

"Aquí tienes" - dijo Kagome con una sonrisa.

"Gracias..." - murmuró Shippo mientras tomaba el extraño bocadillo y le daba una mordida - "¡Delicioso ~!"

"Lo sé, es algo que traje de mi hogar natal" - sonrió Kagome mientras veía como el pequeño Kitsune devoraba su comida - "Por cierto, ¿Qué haces solo en un lugar como este?"

Las dos mujeres habían pasado hasta hace poco por lo que parecía ser un campo de batalla por todos los cadáveres que estaban esparcidos por el suelo.

"Normalmente, un Kitsune de tu edad, debería de estar con sus padres" - asintió Yura, notando como la expresión del pequeño se oscurecía.

Kagome suspiró cuando vio como el pequeño parecía estar al borde del llanto.

"Se fueron..." - dijo Yura.

"¡Mi papá nunca me abandonaría!" - gritó Shippo con lágrimas en los ojos - "¡Él no escapó, él fue asesinado!"

Las palabras del pequeño golpearon duramente a la sacerdotisa en entrenamiento mientras Yura soltaba un suspiro, después de todo, esto era normal para ellos. Los Yokai débiles, tenían sus días contados a menos que ellos lograran conseguir la protección de otro Yokai mucho más poderoso, o tuvieran la suerte de salir beneficiados en el sorteo de la belleza, así al menos podrían convertirse en las parejas de otra persona e incluso tener buenas vidas.

"¿Quieres contarnos qué fue lo que pasó?" - preguntó Kagome mientras tomaba al pequeño Kitsune en sus brazos y le entregaba otro bocadillo.

Shippo se quedó en silencio unos segundos mientras se mordía el labio antes de asentir, él rápidamente empezó a contarles lo que había sucedido porque podía sentir que estas dos extrañas mujeres no eran malas personas.

Yura asintió cuando escuchó que el padre del pequeño Kitsune había sido eliminado por culpa de los hermanos del trueno que habitaban por el lugar, aunque Kagome no estaba feliz, después de todo, ella no podía entender cómo alguien había dejado huérfano a un niño, solo para tener un nuevo accesorio.

"Entonces, ¿Qué haces por aquí?" - preguntó Yura mientras miraba al Kitsune - "Por lo que puedo ver, este lugar fue atacado por los hermanos del trueno, al menos eso pienso porque todavía puedo sentir una pequeña corriente eléctrica"

"Sí, ellos fueron los responsable de esta masacre, decidieron probar sus poderes luego de conseguir los fragmentos de la Perla de Shikon" - respondió Shippo mientras fruncía el ceño - "Si soy honesto, tenía la esperanza de poder conseguir algunos fragmentos para así poder vengar a mi padre"

"Bueno, tienes mala suerte, no hemos encontrado ningún fragmento a pesar de que estamos viajando con el objetivo de reunirlos todos" - respondió Kagome con el ceño fruncido.

"¿En serio?" - preguntó Shippo con sorpresa mientras miraba las dos mujeres - "Extraño, ¿Qué hace una Yokai junto a un humana buscando la perla?"

"Bueno, la verdad es que yo preferiría estar con mi maestro, Kurama-sama, pero él me dijo que cuidara a la sacerdotisa en entrenamiento que está a mi lado" - respondió Yura mientras negaba con la cabeza.

"¿Kurama-sama?" - repitió Shippo mientras fruncía el ceño - "¿Él es un Daiyokai, o algo por el estilo?"

"Sí, es un Jubi no Kitsune" - respondió Yura con una mirada de ensueño.

"¡¿Jubi?! ¡Imposible, las nueve colas son el nivel máximo que un Kitsune puede alcanzar!" - exclamó Shippo mientras miraba a Yura con desdén, como si estuviera viendo a una mentirosa.

"Ella no miente, Kurama-san tiene diez colas" - respondió Kagome mientras negaba con la cabeza.

"Eso no tiene sentido, todos saben que los Kitsune solo pueden tener 9 colas, y para que eso suceda, tienen que pasar siglos" - murmuró Shippo mientras fruncía el ceño y miraba a las dos mujeres - "¿A caso estoy equivocado?"

"Bueno, si quieres, puedes preguntarle tú mismo, o sea, voy a reunirme con él cuando mi misión termine" - respondió Yura mientras se encogía de hombros.

"¿Y dónde está él?" - preguntó Shippo mientras miraba a las dos mujeres.

"No lo sabemos, él desapareció junto a su hija luego de que sucediera algo que no queremos hablar" - respondió Kagome mientras suspiraba con pesar.

"Oh..." - la expresión de Shippo cambió cuando escuchó esto. Él en verdad pensaba que este tal Kurama podría ayudarlo a vengar a su padre, después de todo, el clan Kitsune era uno muy unido, y en el momento que un miembro viera a otro sufriendo, ellos harían todo lo posible por ayudarlos.

Lo que el pequeño Kitsune no sabía, era que alguien sí lo estaba observando.

* * * * *

"¿Qué sucede, Kurama-dono?" - preguntó Kikyo mientras miraba al Kitsune de diez colas que estaba delante de ella.

Habían pasado dos días desde que ellos habían iniciado su pequeño viaje por Japón, sin destino aparente, tiempo que ella había usado para intentar comprender un poco más a este extraño hombre que la tenía confundida.

"Solo digamos que vi a alguien que me trajo una sonrisa en mi rostro" - respondió Kurama mientras levantaba una ceja. Él no estaba mintiendo, ver a un Kitsune de esta dimensión era algo que quería hacer desde hace un buen tiempo.

Kikyo negó con la cabeza antes de ver como su acompañante invocaba a un clon y lo mandaba a un lugar que ella desconocía, y aunque tenía curiosidad por saber sobre el paradero de la copia de su compañero de viajes, decidió no preguntar, más que nada porque no quería darle esta pequeña victoria a este desconocido.

"¿Y a dónde iremos ahora?" - preguntó Kikyo mientras fruncía el ceño porque a pesar de no estar en su mejor estado, la ayuda de Kurama para mantener su cuerpo y alma, era bienvenida.

"No estoy seguro, me gustaría que continuáramos caminando sin un rumbo específico, y quien sabe, tal vez encontrar algo divertido" - respondió Kurama con honestidad - "Esto puedes considerarlo como un pequeño viaje recreativo"

Kikyo frunció el ceño porque no estaba contenta con este tipo de situaciones, más que nada porque a ella no le gustaba perder el tiempo con tareas sin sentido, aunque no era como si pudiera hacer mucho en esta situación. El hombre que la acompañaba tenía un enorme poder sobre su persona, no solo porque él era el único que podía mantener su estado mental en perfecto estado, sino también porque él era la persona que podía atraparla con suma facilidad, haciendo todo acto por resistir una completa pérdida de tiempo.

"Debes de aprender a cómo relajarte" - dijo Kurama con aburrimiento mientras los dos caminaban por el bosque.

"No creo que tenga el derecho de relajarme, no cuando la Perla de Shikon fue destruida en cientos de fragmentos" - respondió Kikyo con el ceño fruncido.

"Cuidar la perla ya no es tu misión, esa termino cuando moriste" - respondió Kurama mientras le daba una mirada a la sacerdotisa - "Creo que una vida es tiempo más que suficiente, así que no entiendo por qué deberías seguir sacrificándote por un simple objeto"

Kikyo nuevamente frunció el ceño, aunque tenía que admitir que las palabras de su acompañante tenían sentido. ¿Por qué ella tenía que seguir protegiendo un objeto que solo le trajo desgracias? ¿Por qué ella tenía que poner el bienestar de los demás cuando ella ya dio su vida por la causa? ¿A caso una vida no era más que suficiente?

Mientras más pensaba en esto, más confundida estaba la sacerdotisa, así que luego de pensarlo por unos cuantos minutos más, decidió dejar esto a un lado y concentrarse en las propuestas de su acompañante.

"Dime, ¿Qué es lo que quieres que haga?" - preguntó Kikyo mientras le daba una mirada neutral a Kurama.

"Es simple, quiero que te diviertas con el viaje" - respondió Kurama mientras le daba una pequeña sonrisa.

"¿Divertirme?" - repitió Kikyo, aunque si era honesta, no sabía cómo sentirse con esto porque ella no era la persona más expresiva, o la más feliz del mundo - "No creo que pueda hacerlo, no cuando mi alma ha sido purificada de toda emoción innecesaria"

"Allí es dónde te equivocas" - respondió Kurama con una pequeña sonrisa - "Normalmente tendrías la razón, aunque pasas por alto un pequeño detalle, el alma que está en tu interior, no es tu alma original, sino un fragmento del alma de tu reencarnación, en otras palabras, todas las restricciones de tu pasado, no deberían de afectarte en estos momentos"

Kikyo frunció el ceño cuando escuchó esto porque si era honesta, no se sentía tan diferente a cómo recordaba.

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[Origen] Cap 703 <--- Disponible en Pa treon.

[La Leyenda del Kyubi: Vol 4] Extra 19(37) <--- Disponible en Pa treon.

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