Planes de ataque cero.

Zhang Bo hizo un viaje a la cocina, espió a su hijo y se fue en silencio. Regresó a la sala y se unió a su hermano menor.

Mo Sen estaba vertiendo vino en dos copas cuando él volvió, así que esperó pacientemente a que la sombra de Caishen, como pensaba del hombre, se fuera y entonces decir algo.

—Recordaste a Mo Sen. —Tomó una de las copas y se sentó frente a Caishen, cruzando una pierna sobre la otra.

—El abuelo me dio una orden. ¿Qué se suponía que debía hacer? —respondió Caishen—. ¿Has terminado de espiar a mi esposa?

Zhang Bo le lanzó una mirada divertida a su hermano y se rió ligeramente.

—Loco celoso. Estaba espiando a mi hijo, quiero entender por qué la quiere tanto. Algún día cuando le consiga una madre, ella necesita tener esas mismas cualidades. —respondió Zhang Bo.

—Es divertida, hermosa, talentosa, amable y cariñosa. ¿Qué más quieres escuchar? —respondió Caishen.