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07: No puedo volver atrás

La noche caía rápidamente en Lancheng, y sin darse cuenta, la oscuridad se hacía más intensa.

La puerta de la habitación de Su Qi estaba cerrada, dejando pasar solo un tenue resplandor a través de la rendija. El sonido del teclado resonaba en toda la habitación, intercalado con los murmullos de Su Qi, que de vez en cuando soltaba alguna queja.

"¡Dale una descarga eléctrica!"

"¿Cómo lo logró esquivar?"

"¡Atrápalo con el gancho! ¿Cómo es posible que no le aciertes un tiro?"

"¡Vamos, a la siguiente partida!"

Sumido en el juego y sin darse cuenta de que la puerta de su habitación se había abierto, Su Qi se sobresaltó cuando escuchó una voz femenina detrás de él.

"Oye, tengo hambre"

El susto fue tal que casi deja caer el mouse, y su habilidad especial se activó por accidente...

"¡Vaya, Su Qi! ¡Estás jugando como un novato!"

En los auriculares, era evidente que la presión arterial de Pei Hao había subido.

Su Qi se giró, atónito, al ver a Shen Wangqing de pie en la puerta de su habitación, vistiendo una blusa corta blanca y pantalones cortos de mezclilla de tiro alto. Sus largas piernas blancas brillaban bajo la intensa luz, atrayendo todas las miradas.

'¿No se supone que ya se había ido?', pensó Su Qi, confundido por su repentina aparición.

"¿Qué estás haciendo? ¿Jugando?", preguntó Shen Wangqing, mirando curiosamente la pantalla de la computadora.

Su Qi había estado en modo "a la deriva", y ahora estaba viendo el juego desde la perspectiva de Pei Hao. Shen Wangqing miró la pantalla y vio a una sexy chica de verde volando de un lado a otro con un enorme hacha, claramente perseguida por alguien.

"Oye, Su Qi, ¿acabo de escuchar la voz de una mujer?"

"Escuchaste mal, tengo cosas que hacer. Jugaré la próxima vez."

Su Qi, usando un repertorio de evasivas, desconectó rápidamente el chat de voz y cerró el juego.

Pei Hao, al otro lado de la pantalla, miraba confundido el ícono de desconexión en la esquina inferior izquierda.

Mientras tanto, Su Qi estaba sentado en su silla gamer, sintiéndose un poco frustrado.

"¿No crees que el tiempo de enfriamiento de tu habilidade es un poco corto?"

"???"

Shen Wangqing no entendió del todo lo que decía, pero podía adivinar un poco el significado. En ese momento, también estaba algo confundida; acababa de salir de clase, había empaquetado un almuerzo, y cuando iba a abrir el tupper, de repente se encontraba aquí.

Oh... mi estofado de carne.

Shen Wangqing sintió ganas de llorar.

"¿Ha ocurrido ésto antes? ¿Venir dos veces al día?", preguntó Su Qi.

Shen Wangqing sacudió la cabeza y se puso a pensar.

"Al principio era cada tres días, luego cada dos, y ahora últimamente es una vez al día." Shen Wangqing contó en sus dedos.

Su Qi se quedó sin palabras. ¿Acaso Shen Wangqing estaba subiendo de nivel su habilidad como si fuera la habilidad en un juego?

"Por cierto, ¿no sientes de que hoy te has quedado aquí mucho más tiempo que en los días anteriores?", preguntó Su Qi.

Shen Wangqing pensó un momento y se dio cuenta de que, efectivamente, era así.

Desde los primeros diez minutos hasta las tres horas de esta mañana.

"Oye, ¿crees que… eh...?", Su Qi se detuvo al hablar, una idea repentina apareció en su mente. Sin embargo, al mirar el rostro encantador de Shen Wangqing, dudó si debería continuar.

"...¿Qué pasaría si algún día ya no pudieras regresar?"

Al final, decidió dejarlo salir.

Shen Wangqing cambió su expresión y sus labios se movieron, pero curiosamente no rebatió.

Solo murmuró "estás loco" y salió de la habitación.

Quizás también había considerado esa posibilidad...

Sentada en el sofá de la sala, Shen Wangqing miraba la televisión con la mirada perdida, distraída, sin saber en qué pensar.

El silencio de Shen Wangqing contrastaba con su personalidad extrovertida de antes, pero Su Qi entendía perfectamente cómo se sentía en ese momento.

Nadie querría vivir en un tiempo tan ajeno a uno mismo.

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"Es hora de comer."

Su Qi puso el pedido de comida que había recibido del repartidor en la mesa.

"Oh, ¿qué hay de comer?"

Al mencionar la comida, Shen Wangqing recuperó algo de energía.

"Pedí un pollo."

"¿Eh?"

"Oh, no te confundas, ¡es pollo frito!"

En la bolsa había dos grandes cajas, y como Su Qi temía que no fueran suficientes, también pidió una ración extra de pastel de arroz frito.

Al abrir las cajas, Su Qi tomó un trozo de pollo frito y se lo metió en la boca; la comida frita siempre tiene un poder mágico que puede alegrar el ánimo.

Sin embargo, Shen Wangqing seguía con el ánimo bajo, incluso durante la comida parecía desinteresada.

El silencio en la mesa hacía que Su Qi se sintiera incómodo, como si todo estuviera fuera de lugar.

"En realidad, aunque no puedas regresar, tal vez no sea tan malo. Mira, en esta época todos viven en paz y con trabajo, si te aburres puedes mirar el teléfono o jugar en la computadora, y si tienes hambre, solo necesitas mover un dedo para que alguien te traiga comida. ¿No es genial?"

Su Qi intentó consolarla con algunas palabras, pero después de hablar tanto, sintió que ni siquiera podía convencerse a sí mismo, así que simplemente se rascó la cabeza y continuó comiendo.

"Pero aquí no está mi hogar..." Shen Wangqing frunció los labios, con un tono algo amargo.

Los dos cayeron nuevamente en el silencio...

En la habitación, el reloj de la pared hacía "tic tac" mientras que el televisor de fondo tenía a un presentador riendo a carcajadas. No muy lejos, en la calle, un conductor impaciente tocaba el claxon repetidamente.

Después de un tiempo, Su Qi levantó la cabeza, dudó un momento antes de abrir la boca: "En realidad, ¿nunca has pensado que tal vez hay otra versión de ti viviendo en esta época?"

Shen Wangqing levantó la vista de repente.

"Piensa, después de todo, solo has viajado veinte años hacia el futuro, no doscientos años. Tal vez en este mundo todavía haya una Shen Wangqing vieja que ha perdido su belleza y ya entró en la menopausia, incluso puede ser que en éste momento esté haciendo un espectáculo en algún parque de Lancheng."

Aunque dijo esto, Su Qi realmente no podía imaginar a una Shen Wangqing así.

"¡Tú eres el viejo que está perdiendo su belleza y que está en la menopausia!" Shen Wangqing se enfadó al escuchar eso; las palabras de Su Qi la hicieron sentir muy descontenta.

"Solo estaba poniendo un ejemplo."

"¡Tu ejemplo también están mal!"

Shen Wangqing hizo una mueca, pero no podía negar que el comentario de Su Qi le había mejorado el ánimo.

"Dicho esto, si realmente pudieras encontrar a tu otro tú, ¿no significaría eso que mi suposición anterior es incorrecta? El tú del futuro aún regresaría a tu época y viviría esos veinte años que saltaste de manera tranquila y normal." Su Qi, viendo que la atmósfera se había suavizado un poco, continuó compartiendo sus pensamientos.

Por supuesto, esto se basaba en la premisa de que en este mundo solo había una línea temporal. Eso no lo mencionó Su Qi, ya que consideraba que solo aumentaría la ansiedad, después de todo, todo lo de mundos paralelos y múltiples líneas de tiempo eran productos de su imaginación alimentada por el anime; quién sabe cómo es la configuración en el mundo real.

No podía simplemente decir: "Todo esto lo saqué de cuando jugué "Steins;Gate".

"¿Y si no la encuentro?", preguntó Shen Wangqing.

No se podía descartar esa posibilidad.

"Si ese es el caso, ¿no te ahorras la preocupación? Al fin y al cabo, no puedes volver." Su Qi, masticando un pastel de arroz, dijo con despreocupación.

Shen Wangqing se quedó atónita por un momento y, tras reflexionar, se dio cuenta de que tenía razón; ¿quién sabe lo que depara el futuro?

¿Acaso el pollo frito no sabe lo suficientemente bien? ¿Para qué preocuparse por estas cosas?

El río llegará a su destino naturalmente.

"Hey, ya que es así, ¿por qué no te das prisa y me complaces? Después de todo, si no puedes volver, yo seré tu única salvación en este mundo."

Su Qi se puso un poco arrogante, poniendo las manos en las caderas y sonriendo de manera burlona.

Las comisuras de la boca de Shen Wangqing se torcieron.

"¡Rápido, llámame papá!"

Su Qi estaba tan satisfecho que se dejó llevar.

"¡Muérete!"

¡Bang!

Shen Wangqing lo pateó y él, junto con la silla, cayó al suelo, quedando tendido en una posición de estrella.